Filosofía y literatura. Lecturas contemporáneas de la tragedia
- Avilés Jiménez, Francisco Javier
- Iker Martínez Fernández Director
Defence university: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 21 March 2024
- Roberto Rodríguez Aramayo Chair
- Manuel Jacinto Roblizo Colmenero Secretary
- Salvador Mas Torres Committee member
Type: Thesis
Abstract
La presente tesis doctoral se entiende como un ejercicio de relación entre la filosofía y la literatura, en concreto entre la filosofía y la tragedia. Su objetivo primario es responder en sentido negativo a la idea defendida por Georges Steiner y formulada en el título de su obra La muerte de la tragedia (2001). Frente a la afirmación de que la tragedia como tal no sobrevive a su época fundacional, la de la tragedia griega del s. V AC, defendemos la total vigencia literaria del género trágico y filosófica de la cuestión sobre lo trágico. Para llegar a esta conclusión analizamos la postura del propio Steiner y de otras lecturas contemporáneas sobre la tragedia, tanto de críticos de la literatura y la cultura (Stefan Hertmans, Raymond Williams, Terry Eagleton), como de filósofos: Walter Kaufmann, Christoph Menke, Simon Critchley y Slavoj Žižek. Además de este primer objetivo. Nos planteamos también, dentro de una reflexión más amplia sobre la relación entre la filosofía y la literatura, localizar y visibilizar los argumentos trágicos de mayor productividad filosófica, que son aquellos que tienen que ver con aspectos éticos y políticos, como la libertad, la ley y la conciencia, la culpa y sus consecuencias. Pero también los relacionados con una antropología existencial que quiera dar cuenta de las realidades del mal, el sufrimiento, así como la compasión y la piedad. Además de dar cuenta de las nóminas de autores que han participado en la creación de una filosofía de la tragedia, entraremos en diálogo con algunas de esas interpretaciones y valoraciones de lo trágico conforme se entrecrucen con los autores aquí estudiados directamente. Nuestra conclusión a este respecto es que la filosofía encuentra en la literatura en general, y especialmente en la tragedia, no solo un vivero de argumentos y enfoques antropológicos, sociológicos y éticos, sino también una articulación de su propia razón discursiva de un modo más permeable a la vida histórica de las personas, todas ellas unidas en su común vulnerabilidad a las situaciones que dan contenido a las tragedias. Aunque resulte provocativo, este estudio filosófico literario de la tragedia demuestra que la filosofía también es literatura y que la tragedia también es filosofía. Si la posible -y para nosotros real- pervivencia de la tragedia, demuestra que es mucho más que un género literario, también pone de relieve que la filosofía no tiene por qué verse disminuida por ser un género literario, que no deja de significar, un género de la multiforme producción auto reflexiva de la humanidad. El hecho de trabajar sobre reflexiones de ambos ámbitos intelectuales, el de la crítica literaria y el propiamente filosófico nos obliga a una lectura que debe pulsar ambos registros y atender a sus respectivos intereses y metodologías de un modo integral. Por eso, llevamos a cabo una lectura que supone la puesta en práctica del modo de lectura que sugería Paco Vidarte (2006) intentando reunir las dos vertientes que dicho autor detectaba en la lectura filosófica, la de la reunión o encuentro y de la fuga o dispersión. Esta fusión de enfoques deberá concretarse en una lectura que parte de los textos, pero respeta siempre la apertura e inacababilidad de toda lectura. De este modo, nuestras lecturas sobre otras tantas lecturas de las tragedias y lo trágico toma opciones que limitan la interpretación, y por eso mismo la abre a otras posibles lecturas con sus interpretaciones alternativas. La tesis está articulada en dos tiempos. En la primera parte, con el título "Hipótesis literarias y antropológicas" intentamos hacer un estado de la cuestión sobre el dato primario de la tragedia griega clásica y, por lo tanto, de las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides. No se trata de un estudio filológico, sino de la delimitación del campo de estudio sobre el objeto originario de la realidad literaria y filosófica de la tragedia. Por tanto, sin ánimo de exhaustividad, pero con una mirada lo más amplia posible nos planteamos las preguntas sobre el origen, contenido y modalidad de la tragedia ática del s. V AC. Esta visión panorámica aterriza en argumentos concretos de la investigación histórico, crítica sobre la relación de la tragedia griega con la política y la religión, con la racionalidad ilustrada de la filosofía griega, especialmente sofística y con la cultura y la sociología del momento. Por eso, hemos de abordar cómo se hacen presentes en las tragedias los mitos y los ritos, los conflictos políticos que van de la tiranía a la democracia y del panhelenismo al enfrentamiento de Atenas y Esparta por la hegemonía de la Élade. Pero también aparecerán paisajes sociológicos como el del papel de la mujer o la proximidad de la tragedia con las instituciones antropológicas de los sacrificios y del duelo. Las conclusiones de esta primera parte, siempre dirigidas a responder a la pregunta sobre la presunta muerte o inviabilidad de la tragedia en el mundo moderno, se centran en la supuesta exclusividad helénica y antigua de la tragedia. No podemos por menos de reconocer la extraordinaria singularidad de la tragedia griega, tanto por su específica relación interna con el conjunto de ámbitos históricos, culturales, políticos y religiosos que configuran su humus nutricio y generador esta manifestación que le es propia y consecuente; como por la confirmación de su no menos extraordinaria calidad en el plano literario y fecundidad en el campo filosófico. Más allá de que la tragedia pueda -y de hecho puede- reproducirse en otras latitudes y épocas, las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides, descuellan en hondura psicológica, recursos estéticos y capacidad de crear troqueles estilísticos. Pero, de ahí a limitarnos como dice Simon Critchley (2020) que la tragedia se explica sin más como un invento de los griegos, desmerece de la complejidad cultural que la suscita y que contiene elementos que no son exclusivos de los antiguos griegos. En la segunda parte "Algunas lecturas contemporáneas sobre lo trágico" efectuamos una lectura coral, pues los diferentes autores estudiados son vistos en relación entre sí, de cuatro críticos literarios y cuatro filósofos. Tratamos de hacer real en el enfoque sobre estos autores la propuesta de la plena conexión recíproca entre filosofía y literatura, donde la una no es sólo método, ni la otra se limita a suministrar argumentos a la primera. Por el lado de los críticos de la literatura y la cultura empezamos con Georges Steiner y su obra La muerte de la tragedia (2001) que nos aporta el punto de partida para toda esta revisión de las diferentes teorías sobre la tragedia, la hipótesis de su muerte, hipótesis que, a pesar de las profundas visiones de Steiner, consideramos superada, como intentaremos mostrar a través de los otros autores estudiados. Concretamente, rehusamos compartir la idea de que las grandes explicaciones de la realidad aportadas por sistemas como el marxismo o el cristianismo, eliminan el factor trágico. Y ello porque, ni todas las tragedias clásicas ven lo trágico como catástrofe sin salida, ni los sistemas aludidos (los grandes relatos que diría la filosofía postmoderna) eliminan totalmente de sus procesos de significado el componente trágico. En segundo lugar, estudiamos la obra de Stefan Hertmans, que con su obra El silencio de la tragedia. Ensayos (2009) y dentro de su competencia como dramaturgo, propone el discurso de la inefabilidad como lo más propio de la tragedia. Se trata de reconocer que más allá de lo dicho explícitamente por los autores, como por sus comentaristas, la tragedia suscita en el lector y el espectador, una última palabra que sólo puede callarse para ser honestos con su decir último. Seguimos con un filósofo del derecho, la política y la estética, Christophe Menke. En La actualidad de la tragedia. Ensayo sobre juicio y representación lleva a cabo una serie de reflexiones sobre la tragedia, especialmente Edipo y Antígona en relación con el nacimiento de la jurisprudencia, la ética y la política. Para este autor, la modernidad no sólo no es anti "trágica, sino que exige del componente trágico para afrontar los elementos trans" racionales (como el plus de significado que supone la representación) que no pueden ser eliminados ni por las leyes, ni por los sistemas de conceptos que articulan una sociedad. Uno de los objetivos implicados en el tema de esta tesis era la reivindicación de la obra del filósofo germano americano Walter Kaufmann, injustamente periclitado. Su obra Tragedia y filosofía (1978) da cuenta del conocimiento de primera mano que este profesor de filosofía tenía de las obras trágicas en sus lenguas originales, así como de la literatura moderna. Además de su repaso de los grandes núcleos significativos de las tragedias (la libertad y el destino, el héroe y la voluntad, la kátharsis y la culpa) tiene la perspicacia de seguir dichos temas en sus posibles reediciones litarias posteriores a los grandes trágicos, así como la relectura de ellos que hacen los filósofos que más atención le prestaron: Platón, Aristóteles, Hegel, Nietzsche. También Kaufmann es de la opinión de que la tragedia no ha muerto porque -dice él con pathos humanista- el sufrimiento y la injusticia abren una brecha que excede la racionalización y espiritualización. Sólo el registro trágico podría decir sin traicionar su verdad y dolor, la realidad vital golpeada por los avatares más duros y sin caducidad, al contrario, si se los acalla por la vía de la disolución de lo irracional, se cargan de retroactividad. En el último capítulo de esta segunda parte, abordamos cuatro autores con una carga política muy señalada, una orientación marxista (Raymond Williams, Terry Eagleton, Slavoj Žižek) o filo anarquista: Simon Critchley. En el caso de Raymond Williams, en Modern Tragedy (1992) reivindica lo trágico también para las peripecias individuales y de clases sociales ajenas al mundo de los héroes. Y lo hace porque biográfica, ideológica y literariamente, defiende que lo trágico no está tanto en el argumento cuanto en la estructura de sentimiento que la literatura puede aflorar con diversos géneros (también la novela) y en distintas épocas, no sólo la griega antigua. Por otro lado, lo trágico asoma también cuando se quiere afrontar la justicia por medio de la revolución, como un componente intrínseco a la ruptura del orden establecido. Discípulo de Raymond Williams, pero con una visión que tiende más al humanismo compasivo del cristianismo, Terry Eagleton (Dulce violencia, 2011) asume la apertura de lo trágico de su maestro, pero la sigue de un modo más dialéctico, como si cada vez que lo trágico se negara por la vía de la estética, la política o la fe religiosa, reapareciera en al interior de esos mismos discursos. Es la compasión la que, de manera reiterativa, resignifica como trágicas peripecias y argumentos de los más variados géneros y estilos. El caso de Slavoj Žižek es más complejo y requiere un estudio exclusivo. Pero al menos dejamos constancia de que para este autor esloveno, tanto la construcción del sujeto moderno (seguida por él con categorías del psicoanálisis de Lacan), como el sesgo de la ideología y el destino interno de la revolución, son trágicos, por cuanto implican un deseo que se vuelve inalcanzable desde el mismo momento que se postula. Además, este autor ha escrito una versión de Antígona en la que abriendo la tragedia de la heroína a diferentes finales, siempre desemboca en un final trágico, por cuanto si no muere la heroína, muere el ideal de la ley y su igualdad para todos. Por último, el filósofo británico Simon Crichley, quien, en La tragedia, los griegos y nosotros (2020) nos ha brindado una relectura fresca y dinámica de lo trágico como una invención de los griegos que hallaron este modo de expresar lo que, después de ellos, no sabríamos decir de otra manera que no sea con una razón como la de Protágoras, que pueda defender una cosa y la contraria. Pero, en cualquier caso, y más allá de la distancia que media entre los griegos y nosotros, y de la diferencia que no debiéramos olvidar, la tragedia seguiría siendo el género de lo que no tenemos más remedio que afrontar y que es la necesidad ineluctable de actuar. En las conclusiones últimas abogamos por la referencia a la piedad, como lo hace también María Zambrano, como expresión más humana de la íntima complicidad que generan el sufrimiento y la injusticia, y la mutua solidaridad que explica la pervivencia de la tragedia y lo trágico, tanto como materia de la filosofía, como argumento literario. Y si no hemos leído mal a unos y otros como medio de salvar una razón filosófica que no necesite negar lo que la desborda para sobrevivir como razón inocua, abstracta e irrelevante. BIBLIOGRAFÍA PRIMARIA Critchley, Simon. Tragedia y modernidad. Presentación de Ramón del Castillo. Trotta, Madrid 2014. Traducción de Daniel López, Santiago Rey y Ramón del Castillo. La tragedia, los griegos y nosotros. Tuner, Madrid 2020. [Traducción de Daniel López Gonzalez] Edición electrónica, Kindle. Eagleton, Terry. Dulce violencia. La idea de lo trágico. Trotta, Madrid 2011 [Traducción de Javier Alcoriza y Antonio Lastra] Tragedy, Yale University, Padstow, Cornwall, 2020. Versión electrónica. Esquilo. Tragedias. Gredos 2000 [traducción y notas de Bernardo Pera Morales; introducción de Francisco Rodríguez Adrados] Eurípides. Tragedias I. Cátedra, Madrid 172022 [edición de Juan Antonio López Ferrer] Tragedias II. Cátedra, Madrid 132022 [edición de Juan Miguel Labiano] Tragedias III. Cátedra, Madrid 122023 [edición de Juan Miguel Labiano] Hertmans, Stefan. El silencio de la tragedia. Ensayos. Pretextos, Valencia 2009 [edición original en neerlandés: 2007] Kaufmann, Walter. Tragedia y filosofía. Seix Barral, Barcelona 1978 [traducción de Salvador Oliva] Menke, Christoph. La actualidad de la tragedia. Ensayo sobre juicio y representación. Antonio Machado libros - La balsa de la medusa 165, Madrid 2008 [traducción del alemán de Remei Capdevila Werning] Steiner, George. Antigonas. La travesía de un mito universal por la historia de Occidente. Gedisa, Barcelona 2000 (1ª edición en castellano: 1987; edición original en inglés: 1983) La muerte de la tragedia. Azul, Barcelona 2001 (edición original en inglés: 1961) Vidarte, Paco. ¿Qué es leer? La invención del texto en filosofía, Tirant lo Blanch, Valencia 2006. Williams, Raymond. Modern tragedy. Vintage Books, Londres 1966 (versión en ebook de Random House, publicada en 1992. Formato Kindle) Existe traducción al español: Tragedia moderna, Edhasa, Buenos Aires 2014 [Prólogo y traducción Carmila Arbuet Osuna] Žižek, Slavoj. El espinoso sujeto. El centro ausente de la ontología política. Paidós, Buenos Aires: 2001 (Traducción de Jorge Piatigorski) Sublime objeto de la ideología. Siglo XXI Editores, Buenos Aires 2003 (Traducción de Isabel Vericat Núñez) Antígona. Akal, Madrid 2017 [Traducción de Antonio López Martín] Incontinencia del vacío, Anagrama, Madrid 2022 (Traducción de Damián Alou). Versión Ebook.