Orígenes y desarrollo de la literatura infantil y juvenil inglesa
- Carrasco Rodríguez, María del Mar
- Margarita Ardanaz Morán Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2005
- Carlos García Gual Presidente/a
- Estefanía Villalba Flórez Vocal
- Fernando Savater Vocal
- Antonio Ballesteros González Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
De las primeras décadas de la literatura infantil inglesa, tan sólo dos obras sobreviven: Robinson Crusoe y Gulliver? Travels. A pesar de no estar dirigidas a los más pequeños, estas dos historias pronto se transformaron en literatura infantil. El objetivo de este trabajo es analizar por qué tuvo lugar esta adopción.Existen algunas razones externas a la obra en sí: en primer lugar, el rápido crecimiento de la oferta educativa, que provocó una mejora en los niveles de alfabetización. En segundo, la influencia de las teorías educativas de algunos filósofos sobre las publicaciones dirigidas a los niños. En tercer lugar, he estudiado el desarrollo de la literatura infantil como un sector diferenciado del negocio editorial, que evoluciona de tal manera que, no solamente las clases medias tienen el tiempo y el dinero necesario para el acceso a las lecturas lúdicas, sino que también va a permitir a las clases bajas adquirir publicaciones baratas. Se necesitó una auténtica revolución económica para formar un público lector infantil lo suficientemente amplio; los libros fueron un elemento más del desarrollo de la sociedad de consumo y de la comercialización de la cultura.En el capítulo cuarto he analizado el nacimiento del moderno concepto de infancia y la escisión gradual entre el mundo infantil y el de los adultos.El momento de publicación de estas dos obras no pudo ser más oportuno, pero las razones de su supervivencia como clásicos infantiles a lo largo de casi tres siglos, debemos buscarlas en elementos inherentes a la propia obra, presentes en las numerosas adaptaciones y versiones populares. Cuando prescindimos de su envoltura literaria, lo que permanece en ambas historias son elementos mitológicos y folklóricos: islas, héroes, gigantes y pigmeos; arquetipos universales que demuestran las conexiones entre la literatura infantil y la mitología.