El mago Merlín desde la tradición románica hasta el Orlando Furioso(presencia y análisis crítico)
- Galán Redondo, Paloma
- María Hernández Esteban Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 30 von Januar von 2004
- Miguel Ángel Pérez Priego Präsident
- Álvaro Alonso Miguel Vocal
- Jose Manuel Lucia Megra Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
El mito de Merlín ya aparecía en las primeras composiciones líricas en lengua galesa. Las crónicas sajonas y anglo-normandas difundieron la leyenda con extraordinaria rapidez y el mago fue conocido en el resto del continente gracias a sus prosificaciones en langue d'oM; posteriormente se adaptó a la lengua y al contexto de las lenguas peninsulares. En su adecuación a la sociedad feudal este mito perdió muchas de sus características autóctonas, asimilando así otras que nunca hasta aquel momento le habian sido propias, pero que se ajustaban mucho mejor al ambiente histórico y a la recepción literaria de la audiencia de aquel momento. La primera parte del estudio tiene la finalidad de localizar y enumerar los materiales principales e incidentes directa o indirectamente sobre el Orlando Furioso: su autor no desconocía un mito tan célebre pues a la biblioteca de sus afamados señores, la familia de los Este, llegaron diversas versiones de la leyenda. La imprenta y su papel de difusor de la cultura pudo aumentar a casi veinte los materiales que el poeta pudo tener a su disposición. Estos materiales, que no siempre incidieron en la caracterización del mago Merlín en el "Orlando Furioso", indican la celebridad de la leyenda en la época así como la clara intención, a veces implícita a veces explícita, por parte de Ludovico Ariosto de rememorar otros mitos ajenos a su cultura y celebrados en la época medieval. En la segunda parte se lleva a cabo un análisis critico, donde se puede comparar lo existente y lo cercano al autor del Orlando Furioso, con lo referente al fruto de su fantasía sin par en la literatura universal. El poeta continúa así un fenómeno del que no es iniciador sino un egregio colaborador, siguiendo las directrices que ya habian marcado el "Morgante" de Luigi Pulci y luego en el "Orlando Innamorato" de Matteo Maria Boiardo: el primero inició la así llamada materia de Italia; el segundo realizó la mezcla sorprendente de personajes y episodios, que dejara inacabados.