Relaciones intergubernamentales, federalismo y cambio institucional en la educación básica en Méxicocapacidad directiva para la conducción de la política pública en las administraciones subnacionales

Resumen

La lección que parece derivarse de la experiencia de descentralización educativa en México a partir de los noventas es que no es suficiente desarrollar mecanismos de descentralización de atribuciones, canalizar recursos, contratar personal y diseñar políticas y programas, sino que la capacidad de direccionamiento y conducción de los organismos públicos dedicados a la acción educativa es fundamental para que puedan ofrecer el servicio de educación básica con eficacia, eficiencia y calidad. Después de dos décadas, los resultados no parecen alentadores. Se enfrentan problemas de dispersión y desarticulación en las fuentes, procesos y regulación, para la toma de decisiones sobre la conducción del sistema educativo nacional y de los sistemas subnacionales, que muestran un comportamiento muy diverso en cuanto a capacidades, prioridades, objetivos, métodos de trabajo y alcances. La investigación pretende trascender los enfoques tradicionales y revisar este proceso desde ópticas más integrales, especialmente las relaciones intergubernamentales (RIG), la gobernanza y el cambio institucional, a fin de recoger la complejidad y la riqueza del fenómeno. Se busca valorar la capacidad directiva para la conducción y organización de la política pública en educación básica, y en especial, la situación actual de las configuraciones organizacionales en los estados del país, estableciendo un marco general que permita emitir recomendaciones de mejora. Del estudio se desprende que existe un esquema de relaciones intergubernamentales inconcluso, que responde en buena medida a temas no resueltos de federalización institucional y fiscal. Las recientes reformas educativas de 2013 parecen ser limitadas, sin una visión integral del problema, además de que es pronto para saber su alcance. La relación intergubernamental de la federalización educativa se desarrolla por dos vías que se cruzan. Por un lado, sigue viva la tradición del dominio de la decisión central, mientras, por el otro, los estados y la federación crean nuevas formas de comunicación, intercambio y corresponsabilidad. A nivel subnacional, se observa como las Secretarías de Educación de los gobiernos estatales asumen formas y desarrollos dispares que se reflejan en la calidad y eficacia en la que se presta el servicio. En las conclusiones se retoma el tema de la centralidad de las escuelas y la necesidad de replantear la línea de conducción vertical, centralista y formal del sistema educativo así como la discrecionalidad de los programas y el sentido único de su construcción. Esto implica reconocer y coordinar la participación de múltiples actores en la conducción del sistema y mayor colegialidad en la toma de decisiones, nuevos procesos y mecanismos de dirección, más plurales y abiertos. Esta lógica relacional demanda dos cuestiones, 1) nuevas relaciones entre la esfera pública y la sociedad; y 2) un gobierno multiorganizativo, que dé paso a la codeterminación de políticas a múltiples escalas territoriales de gobierno y hacia/con la sociedad. Supone también de manera destacada, la conformación de equipos nacionales y subnacionales calificados para la conducción de los sistemas educativos, con características específicas sobre competencias relacionales y de compromiso ético-político, entre otros temas