El tercer principio de justiciala encriptación del poder y la desestabilización de la justicia como equidad
- Méndez Hincapié, Gabriel Armando
- María Esther del Campo García Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 01 de febrero de 2016
- Fernando Harto de Vera Presidente/a
- María Benita Benéitez Romero Secretario/a
- Manuel Villoria Mendieta Vocal
- Gustavo Palomares Lerma Vocal
- Jaime Pastor Verdú Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El presente trabajo expone la urgencia de un tercer principio de justicia, como critica de la Justicia como Equidad de John Rawls. Los principios de la justicia son eficientes para la formulación de una ¿sociedad bien ordenada¿. No obstante, esa sociedad es inestable por la acción de un inadvertido ¿por Rawls- ¿Segundo Velo de Ignorancia¿ (SVI). La teoría rawlsiana de la Jusitica se basa en una concepción de la razonabilidad, que es inoperante en la vida cotidiana, al quedar los ciudadanos sobredeterminados por las asimetrias del poder y su voluntad de dominio (la Potestas) como medio para manipular y controlar las decisiones de las personas. La extrema concentración de la Potestas configura, por consiguiente, una sociedad muy desigual, que se basa en el control de la autonomía de los individuos. A partir de la estructura básica de la sociedad de Rawls, deducimos el surgimiento de una nueva manifestación del ¿Velo de la Ignorancia¿: los Arcana Imperi. Dichas modalidades funcionan a partir de la posición original enmascarando los abusos del poder, en ámbitos estatales y no estatales. Por tanto, la sociedad bien ordenada produce una extrema desigualdad informativa. Los Arcana..., se hacen más evidentes en los ámbitos políticos y económicos de mayor influencia. Empero, dichos comportamientos parecen no contradecir los (dos) principios de justicia como equidad. Los Arcana Imperii están protegidos bajo el manto de las libertades básicas de forma prioritaria; Eso sucede gracias a distintas doctrinas ¿la seguridad nacional, el estado de excepción, etc.-. Rawls, al igual que muchos de sus críticos, no parecen ver la injusticia de este SVI que encubre las actuaciones del poder. La ¿Justicia como Equidad¿ de Rawls se revela como un simulacro de democracia en que el poder se halla ¿encriptado¿, y en el que los valores liberales no se cumplen a cabalidad. Ante esta perspectiva, se hace urgente la introducción de un Tercer Principio de Justicia, el cual es llamado aquí ¿Principio de Publicidad¿. Además se introduce una nueva jerarquía entre los tres principios, con el fin de corregir los defectos de la visión Rawlsiana. El Tercer Principio exige que el ejercicio del poder en la parte más alta de la sociedad deba ser realizado bajo condiciones panópticas razonables. La publicidad debe estar por encima de la libertad y la igualdad, evitando así que cualquier institución ¿pública o privada- esconda su corrupción desde las libertades básicas: estas pueden convertirse en el escudo que los poderos usan, para proteger sus intereses a costa de los Comunes. Esto ayudará a contrarrestar el despotismo del poder global, convenientemente opaco, por medio de una resistencia civil y consciente de su derecho a ¿saber eso¿: las actuaciones del poder (Potestas) en las más altas instancias. Asimismo, el Tercer Principio tiene un papel que desempeñar en la búsqueda de justicia global. Los poderes dominantes del imperio del capital coaccionan a las naciones y a sus gobiernos, para la aplicación de medidas que atentan contra su soberanía. En contraste, el tercer principio de justicia haría desvelar dichas coacciones al mayor número de personas posibles, retirando el SVI. La publicidad de las acciones en los pináculos del poder resulta siendo un medio para que los ciudadanos tengan mayor claridad sobre si se está cumpliendo el criterio maximin por parte de los poderes gubernamentales y corporativos. El tercer principio llevará, entonces, a la inversión del panóptico y con él al auge de la potentia popular.