Psicoanálisis y políticaFreud, Lacan y los pensadores post-lacanianos

  1. APPLETON, TIMOTHY PATRICK
Zuzendaria:
  1. José Miguel Marinas Herreras Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 2015(e)ko azaroa-(a)k 02

Epaimahaia:
  1. Jorge Marugán Kraus Presidentea
  2. Emma Ingala Gómez Idazkaria
  3. Germán Cano Cuenca Kidea
  4. Amanda Núñez García Kidea
  5. José Enrique Ema López Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Esta tesis pretende pensar juntos la política y el psicoanálisis. Lo hace por insertar entre ellos la filosofía y más específicamente el discurso de la ontología. Empezando con la obra de Freud, el argumento conecta la ontología en primer lugar con la pulsión de muerte freudiano y, en segundo plano, con las pulsiones sexuales. Luego, estos dos aspectos `ontológicos¿ se conectan con factores socio-políticos. En primer lugar, la pulsión de muerte se metaforiza con la violencia pura, en el ámbito humano. En segundo lugar, las pulsiones sexuales, en tanto que límite de la pulsión de muerte, se metaforiza con el orden social, en tanto que límite de la violencia pura. El próximo paso en el argumento sigue considerando la obra de Freud y saca cuatro posiciones políticas de esta obra que corresponden, se argumenta, con cuatro `actitudes intelectuales¿ con respecto a los dos aspectos de la ontología mencionados anteriormente. Estas posiciones son las siguientes: 1) la que considera la construcción ontológica relevante como buena y necesaria; 2) la que la considera como buena y contingente; 3) la que la considera como mala y necesaria; y 4) la que la considera como mala y contingente. Respectivamente, estas posiciones se llaman ¿ en esta tesis ¿ 1) conservadora; 2) liberal; 3) comunista; 4) radical demócrata. Estas cuatro posiciones luego se van refinando con respecto a los herederos de Freud, empezando con el teórico psicoanalítico Jacques Lacan. En primer lugar, Lacan no puede considerarse un pensador ni conservador ni liberal, porque no aprueba en ningún momento los factores político-ontológicos mencionados anteriormente. Sí se encaja, sin embargo, en las posiciones que se han llamado comunista y radical democrática. Esencialmente, la parte del proyecto lacaniano que puede considerarse ¿ aunque sea sólo a través de una metáfora teórica ¿ comunista tiene que ver con su intento de convertir Antígona ¿ ella que `se sustrae¿ radicalmente del estado político de su tiempo - en un héroe ético(-político, añadiríamos). La parte de su proyecto que corresponde a lo radical democrático es aquella que teoriza el orden social como fundado en una segregación irreductible: el racismo, sobre todo. Se concluyo además que el Lacan comunista predomina en estos términos, aunque el otro Lacan es perceptiblemente presente. En la segunda mitad de la tesis, se consideran tres pensadores contemporáneos de la política que han sido influidos por el psicoanálisis lacaniano (y, menos directamente, por el de Freud): Ernesto Laclau, Alain Badiou, y Slavoj }i~ek. Se explora la manera en que estos tres pensadores encajan dentro de la matriz de Freud como Lacan la refina. Primero, la teoría de hegemonía de Laclau se considera una concepción de la ontología social como mala y contingente: mala porque debe intervenirse y contingente porque admite de tal intervención. De ahí, Laclau se llama radical demócrata (un término que inventó él mismo). Segundo, Badiou se considera el paradigma del pensador post-lacaniano comunista, ya que considera la sociedad (ontológica) como mala y necesaria; dicho de otra manera, según Badiou, el orden social tiene que intervenirse pero no puede reformarse. En este sentido, Badiou considera que cualquier intervención de este tipo le desplazará radicalmente a dicho estado. Tercero, y final, }i~ek es un pensador que se mueve entre la posición radical demócrata en su obra temprana y la posición comunista en su obra más reciente. Dicho de otra manera, pasa de considerar que la sociedad es capaz de reformarse en primer lugar a creer luego que debe derrocarse. Como conclusión se ha defendido que de los tres pensadores post-lacanianos de la política mencionados aquí, Badiou es el que quizás puede considerarse el más lacaniano ¿ al menos en términos políticos -, ya que se alinea más con la posición que predomina en Lacan al respecto.