La significación de Francia en el contexto internacional de la Segunda República Española (1931-1936)

Resumen

Entre los puntos de referencia extranjeros de la España republicana, Francia tuvo una especial relevancia no solo por su practica omnipresencia en la red de relaciones exteriores de España sino también por su significación institucional y cultural para españoles de diversas adscripciones ideológicas. Con un marco internacional crecientemente conflictivo, y en una etapa en que la política exterior de Francia no brillo por la coherencia de sus orientaciones, se desarrollaron, entre 1931 y 1936, unas relaciones hispano-francesas marcadas por ciertos reajustes coloniales y por la restricción de los intercambios comerciales, a los que se añadieron otros problemas mas coyunturalmente políticos como los derivados de la actividad de los refugiados españoles en Francia, o de la llamativa animosidad de buena parte de la prensa francesa hacia el régimen español. Tras un primer año de atonía, el acercamiento entre las dos republicas pareció en vías de realización en la segunda mitad de 1932, lo que genero ciertas resistencias y no poca alarma dentro y fuera de España. Varias de esas resistencias encontraron, ya en 1933, razón para diluirse, y las relaciones adquirieron una mayor fluidez, patente tanto en la esfera estrictamente bilateral como en proyectos compartidos de ámbito internacional. Desde el otoño de 1933, el entendimiento se enfrió, e incluso se esbozo, por parte de España, un alejamiento; este tuvo manifestaciones más categóricas, pero también una repulsa mas activa, a lo largo de 1935, año en el que, por lo demás, se negociaron relevantes acuerdos coloniales y comerciales. En la primavera de 1936 se reinicio una aproximación que parecía estar consolidándose cuando la sublevación de julio altero sustancialmente la situación. Muchas de las actitudes que se manifestarían entonces hundían sus raíces en el quinquenio precedente.