La organización y el control del sector eléctrico

Laburpena

Desde sus inicios la industria eléctrica se ha organizado en torno a distintos modelos de organización que, de conformidad con la configuración del Estado imperante en cada época, han tratado de responder a las peculiaridades de la electricidad. El común denominador de todos estos modelos ha sido la necesidad de asegurar un suministro eléctrico regular, de calidad, a un precio accesible, con el menor derroche de recursos. De un sector poco regulado y conformado por una multitud de empresas, se pasa a un industria férreamente intervenida por el Estado social, en la cual el suministro eléctrico se declara «servicio público» y el sector se organiza en torno a empresas verticalmente integradas. Posteriormente, a finales del siglo XX, comienzan los procesos de despublificación o liberalización del sector eléctrico, para lo cual se desarrollan modelos alternativos de organización que permitien introducir competencia en el sector. La integración Europea ha tenido, tiene y tendrá, una gran influencia en la configuración del sector eléctrico debido a la creación y consolidación futura del mercado interior de la electricidad. Por su parte, el mercado europeo de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, ejerce una influencia directa sobre el sector eléctrico, en especial sobre sus costes y su evolución tecnológica. En el capitulo tercero se analiza la organización actual del sector eléctrico Español, así como la evolución que se ha sucedido en la regulación eléctrica surgida desde entonces. Destacada importancia ocupa el análisis del régimen jurídico actual de las actividad de que se compone el suministro eléctrico, distinguiendo entre las que permiten la competencia (generación y comercialización) y aquellas que se encuentran inmersas en un monopolio natural (transporte y distribución). Un tema fundamenta] es la creación de nuevos mercados eléctricos con el objetivo de permitir la interacción de la oferta y la demanda para fijar los precios de la energía. Por último, en el capitulo cuarto, se analizan las nuevas formas en que se controla e interviene el sector eléctrico una vez que se ha abandonado la declaración de servicio público, especialmente las que ejercen: (1) el Estado, las Comunidades Autónomas y los entes locales; (2) la Comisión Nacional de Energía; (3) las autoridades de la competencia, tanto nacionales como comunitarias. También se analizan diversos procedimientos radicados ante las distintas autoridades de la competencia con motivo de pactos colusorios, abusos de posiciones de dominio, concentraciones entre empresas energéticas y ayudas de Estado. Lo anterior con la finalidad de comprobar que, si bien es cierto que la liberalización provoco el abandono de las técnicas tradicionales de intervención, ello no significa que se haya dejado de controlar al sector, sino que implica la adopción de nuevos instrumentos de regulación y control orientados «al mercado...