Un estudio de valoración de las competencias saber ser/saber estar de los orientadores/as de secundaria de Galicia

Abstract

Este estudio está orientado a indagar en el conocimiento de las valoraciones de los orientadores/as escolares de la enseñanza secundaria acerca de las competencias actitudinales necesarias en la práctica orientadora, con el objeto de que puedan desarrollarse bajo su influjo unas buenas prácticas de orientación y, a la vez, explorar los entresijos de la construcción de la competencia ser y estar como factores clave para el desarrollo profesional de los orientadores/as escolares. El propósito general de este trabajo es llevar a cabo una evaluación, lo más completa posible, de las competencias actitudinales que en la actualidad poseen los profesionales que trabajan como orientadores en los centros públicos de enseñanza secundaria de la Comunidad Autónoma Gallega. La población de referencia está compuesta por el conjunto de orientadores escolares que en la actualidad desempeñan su labor profesional en los centros educativos públicos de secundaria de Galicia. En la primera fase de la investigación, utilizamos el cuestionario como técnica de investigación, con escala de valoración tipo Likert. En la segunda fase, utilizamos el grupo de discusión como procedimiento de recogida de datos. Con esta investigación se revela que para ser un orientador competente no sólo hay que saber sobre (conocimientos), saber cómo intervenir (habilidades y destrezas cognitivas, emocionales, sociales y procedimentales) y saber utilizar estratégicamente el conocimiento y perfeccionarse (competencias metacognitivas), sino que también es necesario saber relacionarse (habilidades sociolaborales) y saber comportarse (valores, principios, creencias y actitudes profesionalmente válidas y colectivamente aprobadas). El ejercicio de la orientación requiere de una serie de competencias ¿saber ser y estar¿ que representan el vértice entre el desempeño del rol de orientación y las demandas o necesidades del contexto de actuación. Al analizar este tipo de competencias en las funciones asignadas desde el marco normativo gallego, observamos competencias tales como: coordinar, colaborar, asesorar, innovar, investigar, cooperar y confidencialidad. Sin embargo, día a día, se constata que éstas no son suficientes. Se precisan, además, otro tipo de competencias que no se recogen. De ahí la necesidad imperiosa de un trabajo de investigación de esta naturaleza, que nos proporcione el conocimiento sobre las competencias más relevantes para los orientadores, susceptibles de implementar en la arena de la orientación. Los hallazgos confirman que los orientadores/as gallegos de educación secundaria presentan unas carencias formativas en torno a las competencias saber ser y saber estar.