El concepto de relacionalidad personal en S. A. Kierkegaard

  1. Huvelle, Santiago
Dirigida por:
  1. José Luis Cañas Fernández Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 19 de diciembre de 2018

Tribunal:
  1. Leonardo Rodríguez Duplá Presidente/a
  2. Ricardo Parellada Secretario/a
  3. Juan Jesus Alvarez Alvarez Vocal
  4. Salvador Antuñano Alea Vocal
  5. Anselmo Manuel Suances Marcos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El pensamiento de Kierkegaard se estructura en torno a la categoría de individuo singular (den Enkelte). Con esta categoría expresa el filósofo danés el carácter singular e intransferible de cada ser humano. El acontecer del espíritu en el hombre es lo que le hace ser un sí mismo (Selv), una relación (cuerpo y alma) en relación (espíritu) puesta por un tercero (el Poder que lo funda). El objetivo principal de la tesis es analizar la constitución relacional del Selv y sus implicaciones prácticas, esto es, derivar de la dinámica constituyente del sí mismo una praxis específica, determinada por el modo en que el Selv se relaciona a sí mismo. El análisis se llevó a cabo principalmente a partir de la distinción y comprensión de los tres pares ontológicos dados por Anti-Climacus en la definición de hombre tal como aparece en La enfermedad mortal. Completado por otros textos de la Autoría, concluimos en señalar dos caminos determinados por el modo en que el Selv se relaciona a sí mismo; estas dos sendas posibles de praxis las agrupamos en dos figuras, dos paradigmas, a los que nos referimos bajo el nombre de ¿hombre monológico¿ y ¿hombre relacional¿. Frente al «ensimismamiento» al que se aboca el hombre monológico, el hombre relacional sale de sí en «expansión», y lo que le permite dar este salto es la fe, la confianza en el cumplimiento de la promesa contenida en la apelación originaria de la que emerge la libertad, no solo confianza en que puede llegar a ser sí mismo, sino confianza en que puede hacerlo justamente en la relación que lo vincula a su realidad concreta y existente. El tiempo y el mundo, cada relación desde sí mismo con lo otro se transforma de esta manera en oportunidad para su sí, oportunidad para hacer de su vida una respuesta a la llamada que lo ha creado y constituido como un individuo singular, como un ser amado que ha contraído la deuda infinita del amor.