Fisionomía y comunidad. Las estructuras de lo antropológico en la filosofía de F.W.J. Schelling
- Ramírez Cordón, Miguel Ángel
- Ana Carrasco Conde Director
- José Luis Villacañas Berlanga Director
Defence university: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 17 December 2018
- Nuria Sánchez Madrid Chair
- Laura Herrero Olivera Secretary
- Óscar Cubo Ugarte Committee member
- Edgar Maraguat Committee member
- Jacinto Rivera de Rosales Chacón Committee member
Type: Thesis
Abstract
La pregunta fundamental de la filosofía es cómo lo universal puede expresarse en lo particular, y cómo a su vez lo finito puede alcanzar su unión en lo infinito. En función a las distintas respuestas ofrecidas por los distintos sistemas de filosofía, el camino de inherencia puede darse en el primer sentido o bien en el segundo. La solución por la que se decanta la filosofía de Schelling es que el único paso viable es el que puede practicarse desde lo finito a lo infinito. El primado de esta estrategia, por tanto, aparece del lado de una filosofía práctica. El ente particular capacitado para hacer subsumir todo lo particular bajo lo universal es uno capaz de inteligir lo primero bajo las coordenadas del concepto; es decir, el hombre, única criatura que puede vincular lo real con lo ideal. Schelling reconoce en las Conferencias de Stuttgart que el hombre consta constitutivamente de estos dos elementos, el ideal y el real. Respecto de lo ideal supone ser una huella indeleble en su forma de conocer que Schelling explicará de un modo mitológico por medio de una Caída desde el reino de la identidad en el que era uno con Dios, con el principio. Producida la Caída el acceso prioritario que tiene el hombre es a un mundo entorno que debe englobar en las diferentes categorías. El hombre puede entender las cosas de aquí abajo por medio de las categorías pues el mundo entero se deja englobar conforme a este proceso medido de conocimiento. La explicación que permite entender lo particular como plegado a las categorías ideales del conocimiento queda recogida en la Potenzlehre schellinguiana que sigue el registro de los modos de la posibilidad, la existencia, la necesidad y la finalidad. Para hacer énfasis en que estas categorías dependen de un mismo principio Schelling simplificará estos modos, a partir de la Naturphilosophie, como A1, A2, A3 y A4. Si, por tanto, todo lo particular puede ser entendido conforme a estas cuatro categorías, ello no deberá ser distinto en el caso del ente llamado hombre. Por último, dado que el hombre se ha mostrado como el único registro desde el que cabe efectuar el tránsito hasta la universalidad del principio queremos trasladar estas cuatro potencias al reino humano. Establecido este mapa de categorías podremos conocer el itinerario práctico que cabe emprender desde lo particular hasta el punto de conocer cómo está configurado el principio universal o Dios. 2. Objetivos Pretendemos encontrar el analogado de las categorías de modalidad, más la categoría de finalidad procedente de las causas aristotélicas, en estructuras específicamente humanas que permitan establecer el campo antropológico en que pudo pensar Schelling. Tres de estas potencias quedan explicitadas en las Conferencias de Stuttgart bajo el comportamiento del ¿ánimo¿ (Gemut), del ¿espíritu¿ (Geist) y del alma (Seele). Faltarían dentro de este organigrama la potencia del fundamento (a0) y la potencia de la finalidad (a4) que no aparecen registradas como tal en este curso. Afortunadamente Schelling no sólo aborda temáticamente las distintas estructuras antroponómicas en estas Conferencias, sino que el término del hombre es una preocupación constante en toda la producción del alemán. El objetivo fundamental de esta tesis será, por tanto, plantear en qué consiste cada una de estas estructuras o potencias humanas, e indicar el lugar en el que aparecen destacadas en la obra de Schelling. . La nomenclatura de estas potencias será una apuesta por nuestra parte totalmente original y estará sentada en nuestra interpretación de la filosofía de Schelling, dado que Schelling no tiene un tratado restricto en el que aborda estas distintas partes dado que, como hemos dicho, no es el problema más acuciante del filósofo: éste es el del principio. Dios en cambio se manifiesta en las distintas categorías con que cabe referirse a las cosas del mundo, entre ellas el hombre.