Arte africano contemporáneo. Reciclando la modernidad

  1. Guijarro González-Mohíno, Mª del Prado
Dirigida por:
  1. Kosme de Barañano Letamendia Director/a

Universidad de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche

Fecha de defensa: 27 de julio de 2015

Tribunal:
  1. Jaime Siles Ruiz Presidente/a
  2. Pilar Escanero de Miguel Secretario/a
  3. Julián Díaz Sánchez Vocal
  4. Amparo Serrano de Haro Soriano Vocal
  5. Víctor Mínguez Cornelles Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La hipótesis de partida de este trabajo de investigación ha sido demostrar que tras siglos de deslegitimación de las producciones artísticas africanas, por fin han alcanzado un estatus de reconocimiento y autonomía internacional. Más allá del arte tradicional, el Arte Africano Contemporáneo echa raíces en su historia pero está en consonancia con las nuevas tendencias predominantes a nivel global, indagando retos y paradojas sobre su identidad desde alternativas estéticas múltiples donde convergen la hibridez conceptual y formal. El África actual es el resultado de una historia y una geografía en la que han intervenido infinidad de factores externos derivados del periodo colonial por lo que, en el ámbito artístico, ha condicionado profundamente la estética africana y su percepción general. Este hecho explica el carácter innovador, revolucionario y comprometido de sus artistas contemporáneos, que comenzaron a reivindicar la afirmación de su identidad desde la emancipación de los países africanos a partir de la década de los setenta. A partir de los años ochenta se empezó a reconocer en Occidente el valor de las creaciones africanas, comenzando un proceso de reivindicación y búsqueda de autonomía que dejó atrás los prejuicios eurocéntricos que durante tantos años infravaloraron su apreciación. La incorporación progresiva de creadores africanos a los círculos internacionales del arte comenzó hace no más de dos décadas con la aparición de exposiciones e instituciones culturales que comienzan a dirigir su mirada hacia el continente africano. Actualmente, los artistas africanos tienen sus propios discursos autónomos, aportando nuevas lecturas e interpretaciones estéticas acordes con la realidad del África actual. Además, se encuentran inmersos en la redes del mundo globalizado, lo que les hace partícipes de ágiles herramientas de comunicación y difusión de sus obras.