Análisis del desempeño en la reordenación del sistema bancario españolel caso de las cajas de ahorro

Resumen

La actual crisis financiera internacional está actuando como catalizador de un profundo proceso de cambio en el sistema bancario español que está afectando principalmente al sector de las cajas de ahorros. Su modelo de banca "minorista", centrada en la cercanía al cliente, se ha visto acompañado en los últimos años de un fuerte proceso de expansión geográfica que ha supuesto un sobredimensionamiento de su red de sucursales. Sin embargo, como consecuencia de las actuales circunstancias de la economía española en general, y del sistema bancario en particular, dicha estrategia de desarrollo interno no es sostenible, lo que unido a la enorme fragmentación del sector hace que sean necesarios procesos de concentración que reduzcan el número de entidades para lograr aumentar su eficiencia mediante la introducción de mejoras en sus mecanismos de control y gestión de riesgos; y para garantizar la viabilidad y solidez de las entidades del sistema financiero, incrementando así la confianza de los agentes económicos en el mismo. En este contexto, y gracias a las medidas adoptadas por las autoridades públicas, las cajas de ahorros han emprendido un proceso de reestructuración que afecta ya a más del 96 por ciento de los activos totales del sector, y que ha reducido el número de entidades de las 45 preexistentes en diciembre de 2009 a un tercio (15 cajas o grupos de cajas) en mayo de 2011. Una buena parte de estos procesos han contado con el apoyo financiero del FROB y se han materializado a través de la creación de Sistemas Institucionales de Protección (SIP). El objetivo de la investigación es analizar dichos procesos y estudiarlos, tratando de verificar, a través del análisis envolvente de datos o DEA (por sus siglas en lengua inglesa) y del análisis discriminante, si los criterios de agrupamiento que han dado lugar a los procesos de fusión o SIP desarrollados en el sector de las cajas de ahorros hasta mayo de 2011, sometidos a una evidente presión temporal e institucional por parte del Banco de España, han tenido en cuenta criterios económicos de eficiencia y de similitud en el grado de desempeño alcanzado durante el periodo 1999-2009 por parte de las entidades que se han vinculado en los años que ha tenido lugar la reordenación bancaria.