Heráclitoel complejo de "edipo rey

  1. HERREROS SALCEDO, ALBERTO
Dirigida por:
  1. José Miguel Marinas Herreras Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 30 de marzo de 2011

Tribunal:
  1. Carlos García Gual Presidente/a
  2. Pedro Chacón Fuertes Secretario/a
  3. Manuel Fraijó Nieto Vocal
  4. Juana Rubio Moreno Vocal
  5. Sonia Arribas Verdugo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 112750 DIALNET

Resumen

El trabajo comienza en la revisión del mitólogo francés J. P. Vernant del libro de S. Freud ¿La interpretación de los sueños¿, en que el psicoanalista examina, incluyendo a la marcha de sus teorías, el mito de Edipo, haciendo principal referencia a la versión de Sófocles. Freud, en aquel entonces sienta su tesis de que el conflicto infantil -que, por esa razón, pasará a llamarse el complejo de Edipo,- está inseparablemente unido al mito griego de tal modo que los elementos de la historia legend aria equivalen a los de los sueños de sus pacientes y que, al tiempo, el famoso efecto trágico que ha fascinado a poetas, filósofos y mitólogos no es explicado completamente si no es haciendo referencia a su recién descubierta teoría sobre el psiquis mo infantil lo que supone un hito único en la historia del psicoanálisis y la filosofía por extensión. Al considerar Vernant, erudito de la mitología las reflexiones de Freud y sus seguidores acerca de su objeto natural de estudio, encuentra numeroso s defectos y contradicciones en la concepción psicoanalítica de ese mito y el espacio-tiempo en que surge concluyendo finalmente que la explicación freudiana y psicoanalítica en general fuerza a estos materiales a acomodarse a un esquema predetermina do que beneficia notablemente al prestigio de sus teorías. En medio de estas posiciones antagónicas, de una polémica de alcance pero a la que pocos han dedicado tiempo ni esfuerzos investigadores el propio mito de Edipo, especialmente el texto de Sóf ocles, siempre igual a sí mismo y sobre el que se alzaban interpretaciones divergentes, comienza a hablar poco a poco por sí mismo, más allá de ellas ilustrándose y entrando, sin embargo en comunicación con ambas. De ese diálogo surgen, finalmente, c onclusiones inesperadas