Construyendo Alemania desde España, 1868-1918, diplomacia informal, emigración y propaganda cultural

  1. Morales Tamaral, Jose Manuel
Dirigida por:
  1. Carlos Sanz Díaz Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 19 de noviembre de 2019

Tribunal:
  1. Rosario de la Torre del Río Presidente/a
  2. José Antonio Montero Jiménez Secretario/a
  3. María Dolores Elizalde Pérez-Grueso Vocal
  4. Hipólito de la Torre Gómez Vocal
  5. Walther L. Bernecker Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis doctoral tiene como objetivo principal el análisis de las relaciones diplomáticas hispano-alemanas entre 1868 y 1918 desde una perspectiva social, cultural y migratoria. No se trata por tanto de una historia diplomática entre Estados, sino más bien una historia diplomática entre alemanes y españoles o de cómo sus relaciones y encuentros pueden considerarse otra forma de negociar las relaciones internacionales y de reescribir el encaje de España en la sociedad internacional del siglo XIX. La investigación parte de la hipótesis principal de que los emigrantes alemanes que residieron en España a partir del Sexenio Democrático pueden ser considerados diplomáticos informales al servicio de Alemania. Fueron, pues, actores con voz propia en unas relaciones internacionales sui generis que se llevaron a cabo de forma paralela a las relaciones entre Estados y que representaron extraoficialmente al Reich y diseminaron en la sociedad española una determinada imagen de Alemania en ámbitos como la religión, la política, el periodismo o la enseñanza. También se parte de la base de que la diplomacia informal ejercida por los emigrantes abrió el camino de la política cultural exterior del Estado alemán, llevando así la competencia de las potencias imperiales europeas por el poder internacional a otros terrenos alejados de la carrera armamentística o la mundialización de las relaciones comerciales. En efecto, esas relaciones internacionales espontáneas y paraestatales que vincularon las sociedades española y alemana estuvieron lideradas por una comunidad de emigrantes especialmente numerosa y activa en Madrid y Barcelona. Se trató de una comunidad bien posicionada de la que surgieron algunos nombres con entidad propia, auténticos diplomáticos informales al servicio de Alemania, como el pastor protestante Fritz Fliedner o el tipógrafo August H. Hofer. Junto con ellos, sirvieron al mismo objeto asociaciones fundadas por los emigrantes que tejieron la red diaspórica alemana en España desde 1868; entre otras, sociedades de beneficencia, comunidades evangélicas, colegios, clubs sociales y de deporte, sindicatos de trabajadores del comercio, agrupaciones corales y hospitales. Todas ellas cumplieron una clara función: fomentar la identidad alemana entre sus miembros, a fin de que los emigrantes no perdieran sus raíces ni la conexión con su cultura. Y además, de manera indirecta, visibilizaron de alguna manera la grandeza del Imperio alemán ante la sociedad española, al conectar en muchos casos con valores e ideales inherentes a la nación alemana (la música, el arte, la ciencia, el protestantismo). Dos de estas asociaciones de emigrantes desarrollaron un potencial diplomático que fue detectado y respaldado económica y programáticamente por las autoridades oficiales alemanas: las comunidades protestantes y los colegios alemanes. Estos últimos, de hecho, desarrollaron una programación educativa y cultural en directa competición con los colegios franceses fundados en España por emigrantes y órdenes religiosas del país vecino en los años previos a la Gran Guerra. Como consecuencia de estos movimientos, comunes a otras diásporas, se gestó en Berlín una incipiente política cultural exterior a partir de 1906 potenciada desde el Auswärtiges Amt. Como consecuencia de lo antedicho, la propaganda alemana en la España neutral durante la Primera Guerra Mundial fue tan solo el corolario de la diplomacia informal desempeñada por los emigrantes alemanes desde décadas atrás, es decir, un paso más en los contactos informales entre España y Alemania, acelerados y mediatizados por la propaganda oficial de guerra y convertidos en actividades apoyadas directa o indirectamente por las instituciones oficiales y semioficiales de propaganda alemana. Quizá el logro más grande de la diplomacia informal en España antes de 1914 fue su conversión en la semilla de la política cultural desplegada por la Alemania de Weimar en la España de Primo de Rivera.