Las formas de modelado glaciar, periglaciar y fluviotorrencial del Macizo Occidental de los Picos de Europa(Cordillera Cantábrica)
- Ruiz Fernández, Jesús
- Miguel Angel Poblete Piedrabuena Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 04 de enero de 2013
- Antonio Fernández Fernández Presidente
- Carmen Rodríguez Pérez Secretario/a
- Marc Oliva Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El objetivo fundamental de esta investigación es estudiar los procesos y formas de relieve presentes en uno de los tres macizos que integran los Picos de Europa, el Occidental o del Cornión. Al igual que los otros dos constituye un ámbito extremadamente áspero y vertical, muy diferente a otras montañas paleozoicas cercanas. En el trabajo se distinguen dos grandes apartados principales. El primero estudia la organización morfoestructural como armazón sobre el que se sustentan y al que se adaptan los diferentes agentes de modelado que han actuado o actúan en el macizo. Cabe destacar el dominio prácticamente total de las calizas del Carbonífero, organizadas en sucesivas escamas cabalgantes imbricadas que dan lugar a la alternancia de dorsos fuertemente inclinados hacia el Norte y frentes escarpados en las orientaciones Sur; contribuyendo decisivamente a dotar a este espacio de la apariencia fragosa y enhiesta citada. En el primer bloque se analiza también el relieve kárstico, que otorga a este conjunto montañoso una gran singularidad debido al desarrollo en altitud de un karst de tipo nival caracterizado por la proliferación de pozos nivokársticos y lapiaces libres, que evolucionan a expensas de unas precipitaciones cuantiosas y en gran parte en forma de nieve, lo que asegura la abundancia de aguas de fusión. Otras formas de notable interés son las cubetas glaciokársticas, generadas por la combinación de la ablación kárstica y la acción erosiva de los glaciares cuaternarios. Por su parte, el endokarst se define por la existencia de grandes simas, algunas de más de 1.000 m de profundidad, que conectan las áreas de absorción de las escorrentías con las surgencias localizadas en la periferia del macizo. El segundo gran apartado aborda el modelado fluviotorrencial, glaciar y periglaciar. Los procesos fluviales y torrenciales generan tanto morfologías erosivas de gran escala como las gargantas, que compartimentan los Picos de Europa y que en gran medida son formas mixtas en las que la disolución kárstica desempeña también un papel esencial; así como otras de pequeña escala como las marmitas de gigante y formas de acumulación como conos aluviales y terrazas fluviales. Se ha estudiado en detalle los diferentes niveles de terraza formados en torno a la depresión de Arenas de Cabrales. Los análisis sedimentológicos efectuados evidencian la alta competencia de arrastre del río Cares y sus afluentes. Mediante dataciones absolutas se aporta una cronología para dos niveles de terraza, así como una tasa de encajamiento del río Cares durante los últimos 37.000 años de 0,24 mm/año. Las acciones erosivas y sedimentarias generadas por los glaciares cuaternarios han contribuido notablemente a explicar la configuración actual del macizo. En la media y alta montaña es posible contemplar numerosas huellas del pasado glaciar: estrías y acanaladuras, rocas aborregadas, cubetas glaciokársticas, umbrales, artesas, circos, bloques erráticos, cordones y arcos morrénicos, rellanos de obturación lateral, etc. Estos testimonios morfológicos nos han permitido reconstruir los diferentes aparatos glaciares, cuyos frentes alcanzaron altitudes comprendidas entre 1.480 y 550 m, y distinguir cuatro fases glaciares principales: fase de máximo glaciar, fase interna, fase glaciar de altitud y fase de glaciares de fondo de circo. Actualmente en la alta montaña del Cornión se desarrolla una activa morfodinámica periglaciar en la que sobresalen esencialmente los procesos ligados a la cubierta nival, al aporte de aguas de fusión y a la alternancia de ciclos de hielo-deshielo de diversa duración. No obstante, dentro del cinturón periglaciar del macizo es posible diferenciar dos subpisos: el nivoperiglaciar, definido por una atenuación de las manifestaciones frías, y el crionival, caracterizado por unos procesos criogénicos más intensos. El análisis del régimen térmico del suelo y del contacto roca-aire ha sido de gran ayuda para entender la morfodinámica periglaciar actual.