Interpretación jurídica, toma de decisiones y la neurocienciael papel de la cognición y la emoción en el razonamiento jurídico
- dos Santos Lobato Fernández, Manuella Maria
- Camilo José Cela Conde Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universitat de les Illes Balears
Fecha de defensa: 2011(e)ko ekaina-(a)k 23
- Enric Munar Roca Presidentea
- Lucrecia Paz Burges Cruz Idazkaria
- Fernando Maestú Unturbe Kidea
- Eugenia Ramírez Goicoechea Kidea
- Marcus Pearce Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La localización de los correlatos cerebrales relacionados con el juicio moral, tanto usando técnicas de neuroimagen como por medio de los estudios sobre lesiones cerebrales, parece ser, sin duda, una de las grandes noticias de la historia de las ciencias sociales normativas. De hecho, en la medida en que la neurociencia permite un entendimiento cada vez más sofisticado del cerebro, las posibles implicaciones morales, legales y sociales resultantes de la investigación neurobiológica de nuestra concepción moral, de nuestro conocimiento del bien y dem mal, empiezan a poder ser considerados bajo una óptica mucho más empírica y respetuosa con los métodos científicos. En filosofía, una de las cuestiones que más se ha discutido es la de si los juicios morales tienen como causa primordial las emociones o la razón. Las respuestas que dieron Hume y Kant a tal pregunta han servido como punto de partida de dos de las doctrinas filosóficas más destacadas al respecto: el emotivismo y el racionalismo. Estas corrientes, aún en nuestros días, permean la discusión sobre la naturaleza de los juicios morales. El mejor modelo neurocientífico del juicio normativo disponible hoy establece que el operador del derecho cuenta, en sus sistemas evaluativo-afectivos neuronales, con una permanente presencia de las exigencias, obligaciones y estrategias, con un "deber-ser" que incorpora de forma interna razones y emociones y que se integra constitutivamente en las actividades de los niveles práctico, teórico y normativo de todo proceso de realización del derecho.