Monarquía y transición a la democraciaun estudio de los casos español y marroquí
- CHEKRAD, MOHAMMED
- Carlos Flores Juberías Director/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 23 de marzo de 2009
- Manuel Jiménez de Parga Presidente/a
- Antonio Torres del Moral Secretario
- Charles T. Powell Vocal
- Bernabé López García Vocal
- Mohamed Tozy Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Más de 9 años después del fallecimiento del Rey Hassan II en 1999, el proceso de transición política, que toma¿ra un fuerte impulso, con la llegada del Rey Mohammed VI al poder, parece encontrarse estancado en la confusión que han genrado los ducesivos avances y retrocesos. Por ello el Marruecos de hoy en día desafía los modelos explicativos: ¿Se trata de una Monarquía constitucional? Su Constitución así lo define, sin embargo, el Rey Mohammed VI reina y gobierna, con una poder religioso y político activo en todo determinante, muy diferente al papel asignado a los reyes en las monarquía parlamentarias en sentido estricto, tales como Gran Bretaña o España, donde los Reyes ejercen un poder simbólico. ¿Es Marruecos una Democracia? Ciertamente, el sufragio universal en virtud de la Constitución de 1996 designa a los representantes (un Parlamento bicameral) encargados de votar las leyes y de investir y controlar al Primer Ministro y al gobierno en un marco de un multipartidismo que permitió en 1998 una cierta alternancia en el poder. De otro lado debe decirse que el referéngum es practicado regularmente, los periódicos son numerosos, y Mohammed VI es el garante de las libertades públicas y de la apertura democrática. Pero sucede que los referéndums siempre fueron en Marruecos plebiscitarios y uanimitas. Las elecciones por su parte, todavía tienen mucho que ganar en transparencia y competitividad, y los partidos políticos carecen de programas, y de estructuración doctrinal e institucional suficiente para jugar su rol pleno. En consecuencia, los marroquíes son cada vez más ciudadanos pero todavía a menudo, frente a varios poderes políticos, económicos y familiares, siguen siendo súbditos. La esperanza de los marroqu¿`ies se centra en que la expeciencia política del monarca español logre inspirar la aplicación de reformas y cambios en Marruecos. La transición democrática española, de una u otra forma, se ha convertido en modelo para muchos países y también para Marruecos, por su capacidad para integrar a los diferentes actores sociales y políticos, tras una guerra civil y cerca de cuarenta años de dictadura, convirtiendo a la democracia en un sistema políticos sólido y legitimado una y otra vez por la voluntad popular. Este planteamiento de la cuestión nos empuja inevitablemente a la problemátidca de este estudio: ¿Son equiparables los papeles de D. Juan Carlos I y Mohammed VI en sus respectivos países desde su subida al trono para lograr una transición democrática? La pregunta nos conduce necesariamente a otra problemática ¿Son equiparables los contextos, políticos, económicos, culturales y sociales de la España postfranquista con los de Marruecos a la llegada de Mohammed VI al trono?. Para dar respuesta a estos y otros interrogantes, es necesario analizar la estructura política y social.