La evaluación de la modernidad en la teoría mimética de René Girard. Deseo, violencia, religión y libertad
- Moreno Fernandez, Agustin
- Juan Antonio Estrada Díaz Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2012
- Remedios Ávila Crespo Presidente/a
- Pedro Gómez García Secretario/a
- Miguel García-Baró López Vocal
- Marie-louise Martinez Verdier Vocal
- Manuel Fraijó Nieto Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Este trabajo de investigación parte de una doble hipótesis. La primera es que es posible, pertinente y fecundo interpretar la obra de Girard en conjunto, como una evaluación crítica de la modernidad desde flancos diversos: filosófico, epistemológico, social, axiológico¿ La naturaleza humana es concebida en la filosofía antropológica de Girard como especialmente mimética, conflictiva, rivalitaria y violenta, en las antípodas de racionalismos, humanismos u optimismos antropológicos. No obstante lo cual, también se defiende una segunda hipótesis: que se puede seguir aspirando a los ideales modernos, concretamente a concebir una subjetividad capaz de libertad y de autonomía, aún después de Girard. En este sentido se parte de tres supuestos: 1. Que esto es posible si se replantean los términos. 2. Que la teoría mimética puede contribuir en esta empresa de reformulación. 3. Que el conocimiento científico y antropológico en general, y el de la teoría mimética en particular, paradójicamente, incluso en su cuestionamiento radical de los ideales modernos, puede coadyuvar en el propósito de ampliar las cotas de libertad y autonomía del individuo. Se defiende que estas hipótesis se demuestran a través de las tres partes de que se compone la tesis. En la primera parte, más general, hay un acercamiento al conjunto de la teoría mimética, donde también se analizan sus vericuetos y complejidades. La segunda, a la luz de la anterior, concreta y explicita la evaluación de la modernidad. La tercera parte se centra en la profundización de cuestiones aludidas en las dos anteriores y en aplicar el conocimiento ya adquirido. En particular, para replantear la concepción moderna de la subjetividad, la libertad y la autonomía. La primera parte (capítulos 1-4), constituye la filosofía del ser humano que se halla en la teoría mimética girardiana. En ella se exponen las fuentes de las que bebe la teoría, los oponentes a los que se enfrenta, las problemáticas que intenta esclarecer y las que no resuelve o genera la propia teoría. Se presenta una síntesis explicativa global, profusa a la vez en detalles y análisis de cuestiones concretas. La filogénesis humana ha sido objeto del primer capítulo. En este cobra una especial relevancia el mecanismo del chivo expiatorio, los crímenes colectivos y espontáneos, presentes para Girard en los orígenes de todas las culturas, y cuyo papel habría sido clave en los procesos de hominización y humanización, por lo que se presenta una sistematización detallada y aclaratoria de las fases de este mecanismo. En el capítulo 2, parafraseando el título de la primera obra de Girard, se aglutinan bajo la denominación de ¿mentira romántica¿, diversos planteamientos filosóficos que enmascararían la condición mimética humana. Se ha subrayado principalmente lo que serían los errores y carencias de la filosofía moderna y su concepción del sujeto, aunque yendo más allá de esta: de Platón a Deleuze, pasando por Hegel, Nietzsche o Lévi-Strauss, el romanticismo y el pensamiento humanista. En el capítulo 3, bajo el título de ¿verdad novelesca¿, se trata de la verdad de los deseos y del ser humano, que para Girard es una verdad fundamentalmente imitativa, expresada, principalmente, en las obras de los grandes genios novelescos occidentales. Una idea de imitación asociada a la conflictividad que se genera en los sujetos implicados en ella y en sus interrelaciones, en particular, en la aparentemente íntima esfera de los deseos. Se analiza aquí la caracterización girardiana del deseo mimético, viendo cómo esta formulación de inspiración literaria ha sido respaldada, en parte, por el descubrimiento de las neuronas espejo y que sería fundamental en la ontogénesis humana. A partir de estas coordenadas se pone en pie la filosofía girardiana del sujeto, más bien, una filosofía de la intersubjetividad o de la interdividualidad. El tercer pilar de las fuentes principales de Girard, junto con la dramaturgia y las novelas, además de los estudios etnográficos, está constituido por los textos religiosos. En el capítulo 4 se analizan cuáles son las enseñanzas que, a juicio de este autor, nos ofrecen determinados pasajes privilegiados de la historia de las religiones, en particular, el judeocristianismo y, en especial, los relatos evangélicos, a cuya luz se desvelaría el sentido de los mitos y ritos de religiones de todo el mundo. La segunda parte de la tesis (capítulos 5, 6 y 7), se refiere más explícitamente a la evaluación y la crítica de la modernidad. Abarca también planteamientos actuales y postmodernos, tatando diversos aspectos: epistemológico, histórico, social, existencial y axiológico. En lo referido al terreno epistemológico (capítulo 5), se analiza en qué consiste el realismo racional propugnado por Girard y que se opone al relativismo epistemológico y multiculturalista, con especial repercusión en la etnología actual. Se habla del rechazo de Girard a la minusvaloración y la ocultación de la violencia sacrificial y de lo religioso, que habría sido operada por el pensamiento moderno, en general, y por la etnología contemporánea, en particular. Y se han presentado las propuestas del autor para las ciencias humanas y antropológicas, reflexionando sobre su idea acerca del cristianismo como responsable y protagonista principal del progreso moral y científico moderno. A nivel histórico (capítulo 6), se han expuesto las ambivalencias del cristianismo y de la modernidad, fundamentalmente, en su paradójica relación con la violencia que condenan o pretenden erradicar pero que, al mismo tiempo, favorecen o trasladan de lugar con la secularización, la desmitificación y su cuestionamiento de las jerarquías tradicionales, comprendiendo por qué Girard habla del fracaso de los proyectos cristiano y moderno. También se ha planteado el diagnóstico girardiano de las sociedades modernas en las que primaría la rivalidad, la competitividad y la insatisfacción, acentuadas por la disolución de ritos y prohibiciones, y de lo transcendente, cuyo sustituto sería la idolatría del semejante endiosado, y donde los celos, el odio y la envidia serían sentimientos típicamente modernos. Se establece el contrapunto de la euforia revolucionaria ¿ Girard acude aquí a los análisis de Tocqueville ¿. Si se creía haber terminado con un yugo, el de las jerarquías sociales bajo la cúspide de los reyes, ahora se habría establecido la tiranía de toda una sociedad de iguales, donde todos desean lo mismo y compiten despiadadamente por lo mismo, en un contexto de inseguridad e inestabilidad, donde hay que hacer verdaderos y dramáticos esfuerzos por encontrar cada uno su lugar en un mundo que, a la vez, ofrece posibilidades sorprendentes para las aspiraciones de los individuos y una amplia y plural gama de valores, en un contexto social más abierto y plural. Según la teoría mimética ¿somos o no libres los seres humanos?, ¿estamos capacitados para la autonomía y la emancipación? Se trata de aclarar la cuestión partiendo de los textos del autor francés. Ya sea, interpretándolos, a partir de los postulados de la teoría mimética, o recogiendo afirmaciones explícitas sobre este tema. En la primera parte del capítulo séptimo (7.1.), se ha expuesto lo que podríamos llamar una ¿lectura negacionista¿ de estos ideales modernos en la obra girardiana. La segunda parte (7.2.) nos ha servido para tratar la variación del pensador a lo largo del tiempo al respecto de dos cuestiones: la posibilidad o no de un deseo espontáneo y autónomo, libre de las ataduras del mimetismo, y la afirmación o no de la existencia de un espacio no sacrificial, libre de violencia, representado por el cristianismo. Las posturas vigentes del autor al respecto de ambas parecen reafirmar la lectura negacionista, al tiempo que coinciden en el ahondamiento de la crítica de Girard a la modernidad. En la tercera parte (capítulos del 8 al 10) se ha ahondado en la problemática y reivindicado un nivel más profundo de análisis de la teoría mimética, a través del cual se hace patente, más allá de las ambivalencias, que la subjetividad y la libertad humanas no quedan anuladas sino replanteadas, tras haber procedido a su desmitificación. De este modo, el capítulo 8 pone al descubierto en la antropología mimética y sacrificial, las potencialidades que en ella se hallan para afirmar, aunque en determinadas condiciones y con cautela, el ejercicio de la subjetividad humana y sus posibilidades de autonomía y libertad. Se vuelve sobre las teorías filogenética y ontogenética expuestas en el capítulo primero, acentuando ahora los aspectos de autonomización y emancipación procurados por la mímesis y el mecanismo victimario. La aspiración a la libertad también se concreta en Girard en tres tipos de conversión: novelesca, religiosa y epistemológica, analizadas en el capítulo 9. El capítulo 10 ha vinculado la problemática de la libertad y la autonomía, con la conversión y la cuestión de los modelos objeto de imitación, planteando de modo particular el drama del hombre moderno que viviría en la disolución de la trascendencia vertical, lo que le abocaría a la idolatría y a la trascendencia desviada, dada la presuposición de un inherente deseo de lo divino o hambre de infinitud. Se ha reflexionado acerca de lo esencial de la calidad de los modelos que se imitan, para aplacar los efectos perniciosos del mimetismo, al mismo tiempo que sobre la imposibilidad de presentar esto como una panacea, incluso cuando el modelo seguido es el del Dios cristiano. El capítulo undécimo y último comienza presentando una serie de interpelaciones y críticas generales a la teoría mimética, a las que le siguen las conclusiones finales, la metodología y los resultados. La sección bibliográfica expone, de manera desglosada, las referencias documentales empleadas en la investigación. La tesis incluye una versión de las conclusiones, así como el resumen de la misma en francés, dado que cuenta con una mención de doctorado internacional.