Isis, la diosa del mar. La vertiente marítima del culto isíaco en el mundo mediterráneo de épocas helenística y romana

Zusammenfassung

El culto isíaco prosperó como tal en su variante helenística, no egipcia o tradicional, a partir del reinado de los Ptolomeos a finales del siglo IV a. C., y alcanzó su mayor grado de expansión tras entrar en la órbita de Roma a principios del I a. C. Dentro de su trayectoria en el mundo mediterráneo, existe un elemento que en ningún caso se debe obviar: su acepción que nos permite hablar de religión marítima, capaz de aglutinar en torno a sí a marineros, mercaderes, viajeros y tantos otros individuos que hicieron de los mares la principal razón para encomendarse a ella. Esto no es sino el fiel reflejo de una realidad histórica en torno a la que se estructura este trabajo, la cual cuenta con múltiples ramificaciones que vamos a analizar, siempre en base a las fuentes disponibles: textos literarios, epígrafes, monedas, gemas, etc. Gracias a estas últimas hemos podido indagar en aspectos tan variopintos como las distintas epíclesis religiosas expresadas por Isis en su condición de diosa del mar (Isis Euploia, Isis Pharia, Isis Pelagia, etc.), las festividades marinas que protagonizó (en especial Navigium Isidis y Sacrum Phariae), los distintos cargos u oficios vinculados con la navegación que aparecen mencionados en algunas inscripciones (navarcas, trierarcas, naucleros...), las coordenadas espacio-temporales en que este culto se dio como tal desde el prisma de la religiosidad marítima, así como valorar los paralelismos existentes con diversos diosas marinas, entre tantos otros. En definitiva, con este trabajo hemos tratado de ofrecer un estudio integral a lo que consideramos como uno de los fenómenos religiosos más llamativos de la Antigüedad, el culto a Isis, adoptando el mar y sus inmediaciones como principal escenario para el desarrollo de esta forma de devoción. A través de los distintos capítulos iremos adentrándonos en una de las facetas más importantes a la par que desconocidas de cuantas protagonizó esta deidad egipcia que, pese a sus iniciales contactos con el río Nilo, difícilmente podría esperarse en sus orígenes lo que llegó a conseguir a muy distintos niveles gracias a su relación con el mar Mediterráneo.