El juegouna aproximación al comportamiento del apostante

Resumen

Esta Tesis Doctoral se denomina El Juego: Una aproximación al comportamiento del apostante. Tiene tres grandes objetivos: 1.- Recoger y sistematizar la información disponible sobre el juego en España, cuya recopilación permitirá un conocimiento de la situación actual del juego para ver si es posible vislumbrar perspectivas futuras. 2.- Estudiar las repercusiones del juego para la Hacienda Pública, con una reflexión sobre los cambios normativos recientemente aprobados y una propuesta tributaria, de acuerdo con las nuevas circunstancias y los condicionantes europeos. 3.- Realizar un primer análisis del comportamiento de los apostantes y contrastar las distintas variables e hipótesis teóricas de comportamiento, de forma que se sienten las bases para un futuro intento de definición de un modelo general de comportamiento de los jugadores. 4.- Unas Conclusiones en relación con estos objetivos que constituirán mi humilde aportación a este tema. * En materia impositiva se incluye una propuesta de cambio, que pretende una aproximación de la tributación del juego privado al público, una simplificación y clarificación del régimen tributario, y un incremento de la recaudación efectiva para el conjunto de las Administraciones Públicas. * Se analiza la relación del gasto en juego con el gasto en ocio, confirmandose que es muy fuerte. La relación entre gasto en juego y PIB es muy elevada, superior incluso a la que se observa entre el gasto en juego y el gasto en ocio. En todas las series hay una caída del gasto cuando comienza a notarse la evolución negativa por la crisis económica. * En cuanto a la racionalidad del comportamiento del jugador, no existe correlación entre la cuantía repartida en premios y la cantidad gastada en cada uno de los diversos juegos. La expectativa de un mayor premio genera mayor gasto, especialmente cuando ese premio tiene carácter esporádico y excepcional. No parece existir un patrón racional de comportamiento de los jugadores en relación con la probabilidad ni la cuantía de premios, ni tampoco en el precio del juego. Puede sostenerse que existe algún factor de racionalidad que podría explicar parte del comportamiento del jugador, lo que supone que no debe renunciarse a encontrar un patrón de ese comportamiento. Aunque algunos elementos de racionalidad puedan estar presentes en la decisión del jugador de participar, es evidente que se incorporan otros factores no racionales. Una cosa es conocer y otra decidir. El jugador conoce -o puede conocer-, puesto que es una decisión bajo riesgo, la distribución de probabilidades y de premios concretos de cada juego, cuyo resultado es una variante aleatoria establecida de antemano, pero no tiene necesariamente que decidir en base a un criterio exclusivamente racional, sino que incorpora otros factores en la elección. Debe partirse de la evidencia de que quedará siempre una parte de comportamiento del jugador que seremos probablemente incapaces de reflejar en un modelo explicativo, toda vez que la decisión de jugar, al incorporar la aleatoriedad y el azar, trasciende a las puras percepciones racionales.