Fay Weldon's gendered stirea neogothic perspective

Resumen

Esta tesis nace de la necesidad de cubrir lo que considero como un vacío crítico. En el primer apartado, abordo un análisis de la narrativa de Fay Weldon centrado en resaltar su carácter de sátira de género. Sin embargo, el hecho de que la etiqueta de sátira de género caracterizada por un incisivo humor negro sea aplicable a las novelas de Weldon resulta muy engañoso a la hora de estudiar su obra. El doble código que entraña a la vez asimilación y distanciamiento empleado en la sátira, en Weldon es también resultado de un ejercicio paródico. La narrativa de la autora adapta y recrea modelos y tópicos góticos con fines satíricos. Una concepción gótica de la existencia basada en un despliegue de sentimentalidad en detrimento de la racionalidad se asimila a la proyección social y a la indignación que emanan de la sátira. Consecuentemente, el segundo apartado de este trabajo examina de la relación de filiación que se establece entre la obra de Weldon y el género con el que entronca. La narrativa de Weldon entraña una readaptación de una perspectiva gótica. Por tanto, en sus novelas realismo y fantasía se entremezclan, los seres se desdoblan y el pasado hace constantes incursiones en el presente. Aplicando a la ficción de Weldon un análisis basado en criterios y conceptos góticos se pueden identificar rasgos descriptivos de su obra que de otra forma constituirían curiosidades aisladas. Entre ellos, habría que señalar la constante deconstrucción del concepto de una identidad femenina o el carácter de los narradores y su función en las novelas. Dada la rigidez de las normas que contribuyen a la formación de la personalidad siguiendo los parámetros de género, los personajes femeninos tienen que recorrer un proceso inverso al adoptado en su educación inicial para lograr autoafirmarse. La desintegración de la personalidad adquiere un nuevo sentido, deja de entrañar muerte y pasa a significar renovación. Las mujeres tienen que endurecerse, perder su inveterada tendencia a convertirse en víctimas. Los personajes que no son capaces de superar las inhibiciones que impiden su completa realización reaparecen en forma de espíritus. El planteamiento de una personalidad en constante proceso de divisibilidad y el ininterrumpido cruce de fronteras que caracteriza al género gótico ayudan a entender la función de los narradores de Weldon. Por un lado, hay personajes que, además de ser narradores, participan en la trama y representan un doble de la heroína, es decir, están aquejados físicamente por la vulnerabilidad psíquica que debilita a la protagonista. Otros constituyen presencias intrusas, cuya existencia no está ficticiamente aclarada en la novela, o lo que es lo mismo, una deconstrucción de la entidad del narrador. Sus voces derivan, en novelas más recientes, en un juego de repetición de reflejos, resultado de una multiplicación de alter-egos de la autora, que ocupan un ámbito a caballo entre la realidad y la ficción. Una atmósfera pseudo-gótica sirve de telón de fondo para conferir teatralidad a los conflictos internos y externos a los que las heroínas de Weldon se van a tener que enfrentar para lograr una existencia plena. En el mundo pseudo-gótico o gótico-cómico creado por Weldon, los personajes y narradores son arrastrados a situaciones límites. La fascinación por los planteamientos melodramáticos e incluso escabrosos, característicos del género gótico, encuentra su equivalente en el humor negro de las novelas de Weldon mediante el cual se reflejan circunstancias extremas que obligan a sus heroínas a reaccionar ante la adversidad. En su narrativa se da rienda suelta a todo tipo de desafueros con fines que se acaban revelando correctivos. Son novelas que arrastran al lector a la angustia e incertidumbre a la que se somete a personajes para, posteriormente, experimentar con ellos la liberación de tensiones del desenlace.