La metaevaluación de la competencia evaluadora de los docentes de educación secundaria obligatoriaun estudio en el Campo de Gibraltar

  1. Tonda Rodríguez, Palma
unter der Leitung von:
  1. Antonio María Medina Rivilla Doktorvater

Universität der Verteidigung: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Jahr der Verteidigung: 2011

Gericht:
  1. María Concepción Domínguez Garrido Präsidentin
  2. Cristina Sánchez Romero Sekretärin
  3. Agustín de la Herrán Gascón Vocal
  4. Antonia Blanco Pesqueira Vocal
  5. Pilar Gútiez Cuevas Vocal

Art: Dissertation

Zusammenfassung

Esta investigación ha tenido como objetivo prioritario realizar un diagnóstico de la competencia evaluadora de los profesores de Educación Secundaria Obligatoria del Campo de Gibraltar. Su pretensión ha sido, primordialmente, la de descubrir, describir e interpretar, a través de las actitudes de los profesionales de la educación, la complejidad que encierran los procesos de evaluación en un momento clave como el de la implantación de la LOE, en el que se establece la perspectiva de una nueva enseñanza enfocada hacia el desarrollo de las competencias básicas y en la que los docentes son los protagonistas sobre los que recae el reto de llevar a efecto la reforma en los centros escolares. La opinión de los estudiantes, que se han evidenciado como el objeto prioritario de la evaluación, ha permitido triangular la información que nos han proporcionado los docentes. El objetivo general se ha visto cumplido gracias al acercamiento que entre investigador y protagonistas se ha realizado, a través de la complementariedad metodológica, lo que implicó el uso de técnicas de recogida de información que se acomodasen, soslayando una el sesgo que pudiera tener la otra. En relación a la instrumentación se elaboró, tanto para docentes como discentes, una escala de actitudes que proporcionó una alta fiabilidad y se diseñó un cuestionario que permitió caracterizar la muestra en función de diversas variables, como mecanismos de recolección de datos cuantitativos; se idearon las preguntas que guiarían las entrevistas en profundidad y que permitirían la extracción de información cualitativa. Los análisis efectuados manifiestan que las actitudes docentes más positivas se muestran hacia el desarrollo de la competencia comunicativa y reguladora y hacia la capacidad para interpretar los procesos de evaluación. Las actitudes de menor aceptación se evidencian para la capacidad de planificación de la evaluación y la selección de instrumentos y estrategias evaluativas. En la estimación de las actitudes encontramos que éstas se ven afectadas negativamente por las valoraciones realizadas hacia los elementos relativos a la evaluación de competencias básicas. El contraste de hipótesis desveló que los docentes cuya formación continua se basa en la innovación e investigación colaborativa muestran actitudes óptimas para desarrollar la competencia evaluadora más ajustada para conseguir las competencias básicas de sus alumnos. El contraste de objetivos específicos consolidó los propósitos de esta investigación y permitió concluir que existe un gran poder certificador en la evaluación para los alumnos y sus familias; que el desarrollo de la competencia evaluadora en el alumnado permite la adquisición de estrategias de control, por lo que desarrollar la competencia evaluadora docente para poderla transmitir se hace fundamental; que se evalúa, más que el ser competente, la adquisición de los contenidos disciplinares que prevalecen sobre el resto de saberes y sus movilizaciones, no dándose prioridad al modelo funcional; sin embargo, el modelo formativo se reconoce como de máxima importancia, aunque la evaluación sumativa acaba imponiéndose ante el esfuerzo que se realiza para conseguir una evaluación basada en el aprendizaje, adquiriendo un peso específico que desplaza otros intereses; y se evidencia que los docentes no han modificado en gran medida sus modelos evaluativos a raíz de la implantación de la última reforma educativa. Finalmente, se diseñó un modelo de formación del profesorado en las cinco subcompetencias que conforman la competencia evaluadora basado en la auto-, co- y metaevaluación. La fase interventiva de este análisis se deja como línea de progresión para futuras investigaciones. Se hace necesario indagar en los procesos de evaluación al nivel de concreción de centros, para contextos específicos, a través de los estudios transversales de casos de cada realidad, así como extender los estudios ampliando la triangulación tanto de sujetos como de métodos.