La enseñanza de la virtud en el "Protágoras" platónico"Ser y llegar a ser virtuoso" : la exégesis socrática de Simónides de Ceos : paideia kata eros : pederastia y filosofía : el poder del logos enamorado
- Gómez Iglesias, María Ramona
- Salvador Mas Torres Director
Defence university: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 23 June 2006
- Emilio Lledó Iñigo Chair
- Paco Vidarte Secretary
- Estela Beatriz García Fernández Committee member
- Pedro Manuel López Barja de Quiroga Committee member
- Elvira Burgos Díaz Committee member
Type: Thesis
Abstract
La llama del amor por los muchachos nos da la imagen de un poderoso vínculo que, en Grecia, fue prendiendo en el ánimo de un reducido grupo de hombres, y, a través de ellos, extendiéndose a la ciudad entera. En esa llama ardían la educación, la política y el deseo, y acabó por inflamar también a la filosofía misma. La pederastia, a poco que se profundice en ella, se muestra como uno de los ejes más importantes de la sociedad griega. El amor por los muchachos representa una categoría hermenéutica que entraña modos de significación erótica, política y educativa. De una manera procesual, a su través se entretejían las identidades amatorias, políticas y educativas con la subjetividad de los participantes, dando lugar a una compleja y vasta institución. Laarticulación de la pederastia en la cultura griega y su interrelación con los ideales de la aristocracia es de tal cualidad que, pese a la voluntad de la tradición de eliminar cualquier referencia a ella, la pederastia, se extiende, a poco que escarbemos, como un vasto paisaje que abarca no sólo a las estructuras pre democráticas de la polis, sino a la propia ciudad, a la educación y ya, en último término, y merced a Platón, a la misma filosofía. En los Diálogos platónicos se ofrece el imponente espectáculo de contemplar como el viejo eros pederástico termina refugiándose en la filosofía. Al cabo de este proceso, la práctica de la pederastia convierte al hombre en un ser diferente, por lo tanto, esta práctica ha de poseer un significado ontológico fuerte. En la hermenéutica que se desarrolla en los Diálogos, se muestra un eros filosóficos, heredero directo de aquel amor pederástico que, a través de la belleza, lleva a los hombres a la consecución de toda clase de virtud, injertándolos en la sabiduría. La pederastía, como fundamento de este eros filosófico, se convierte en un heurístico que permite entender las intimidades del amor homoerótico griego.