La implicación de los agentes sociales en la educación profesionalel reto de empresas y sindicatos en el contexto europeo

Abstract

La política europea de formación profesional, desde que Delors estuvo al frente de la Comisión, plantea tres retos a los Estados miembros: A,- La oportunidad estratégica de conseguir movilidad social y geográfica en el entorno europeo. B,- La ocasión para corregir desigualdades sociales estructurales. C,- La posibilidad de vincular la necesidad de educación a la proyección de un puesto de trabajo. El sistema educativo español, desde la entrada en vigor de la democracia de 1978 pasa por dos etapas que coinciden con los gobiernos de los dos partidos mayoritarios. De 1982 a 1996, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español centra sus esfuerzos en estructurar el sistema educativo. La LOGSE, en 1990, respondía básicamente a ese objetivo. De 1996 a 2004 la política educativa del Partido Popular va a estar condicionada por la búsqueda de la calidad. La promulgación, en 2002, de la llamada "Ley de Calidad" contesta esencialmente a ello. La estructura responde a tres cuestiones esenciales en una tesis académica de educación: "historia, actualidad y atención a quienes están dentro del sistema", El proceso de trabajo (fieri) se configura en dos ejes perpendiculares, porque dos son los problema que configuran la investigación: en el horizonte, ¿cuál es el reto que la educación profesional tiene en el contexto europeo?; y en el vertical, ¿cómo se implican las empresas y sindicatos como agentes sociales en la educación profesional? El hilo conductor de la investigación son las razones que explican las cuatro hipótesis de trabajo: La primera hipótesis de trabajo, "En España, la dificultad de participación de los agentes sociales en la educación profesional tiene su origen en la trayectoria histórica del aprendizaje del oficio", es una propuesta para profundizar en las causas históricas que encierra la relación del Estado con las fuerzas de la educación, del capital y del trabajo.