Higiene e imagen de higiene en la Baja Edad Mediael caso de la ciudad de Gerona
- Gerez Alum, Pau
- Enrique Cantera Montenegro Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Defentsa urtea: 2007
- Vicente Ángel Álvarez Palenzuela Presidentea
- Manuel Fernando Ladero Quesada Idazkaria
- Julián Donado Vara Kidea
- Jon Arrizabalaga Valbuena Kidea
- María Jesús Fuente Pérez Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
En esta Tesis nos proponemos dos objetivos oportunamente expuestos en su título: 1- Registrar, cotejar, valorar ciertos datos correspondientes a la Baja Edad Media sobre las condiciones higiénicas de los gerundenses, vistos éstos como un ejemplo de habitantes de una pequeña ciudad-tipo cristiana mediterránea y 2- Deducir, inferir, suponer la imagen que esos mismos gerundenses tenían de la higiene, de lo saludable, de lo limpio y de lo sucio. Estos dos objetivos nos han de permitir trabajar sobre la hipótesis de que en ese período hubo una higiene privada y pública y se daba una visión de la higiene personal y colectiva relativamente distinta a la de períodos anteriores, y que evolucionaría hasta llegar a la propia del Renacimiento. Tanto en sus aspectos médicos como culturales hubo una concepción de la manutención de la salud peculiar, cuyos componentes intentaremos mostrar. Evidentemente, esa nueva visión no partía de la nada. Así, por ejemplo, cuando estudiemos la figura del ßmostassaf? nos tendremos que retrotraer a la Edad Antigua y lo mismo sucederá con el galenismo cuando nos centremos en el análisis de los aspectos médicos. Del mismo modo, dicha visión no perecerá con el descubrimiento del Nuevo Mundo, la invención de la imprenta, la expulsión de los judíos... sino que se enriquecerá y matizará. Por poner también un ejemplo, los estereotipos xenófobos que llevaron a la prohibición en la Baja Edad Media de que los judíos tocasen los productos del mercado para no contaminarlos llevarán, junto con otros, al concepto renacentista de ßlimpieza de sangre?. La elección de la ciudad de Gerona para ilustrar esos objetivos principales no obedece simplemente a la mayor proximidad geográfica o a un mayor conocimiento de su historia por parte del autor de estas líneas, sino que la estimamos como ciudad prototipo. No tan grande como la Barcelona de esa misma época ni tan pequeña como para resultar poco significativa; sin ser una ciudad portuaria, tenía fuertes vínculos con el Mediterráneo a través de Sant Feliu de Guíxols. Comunidad judía de cierta relevancia. Tensión entre poderes tardofeudales, regios, eclesiásticos y preburgueses. Fuerte dependencia del entorno rural. Situada en plena Via Augusta, en un lugar de tránsito comercial casi obligado, ruta jacobea secundaria... La evaluación de los datos se realizará desde tres perspectivas. La primera de ellas se focalizará sobre el entorno urbano. En la época bajomedieval la ciudad experimentará un cambio cuantitativo importante en número de habitantes, número de usuarios (por ejemplo, los que accedían a los mercados y ferias) y número de servicios (religiosos, jurídicos, mercantiles, preindustriales...) Este cambio comportará una alteración en clave higiénica del hábitat notable, de la que los propios ciudadanos serán conscientes y a la que deberán hacer frente. La segunda perspectiva, la médica, se centra más en el individuo en tanto que portador de una salud que debe proteger. Para este aspecto nos serán de utilidad los llamados Regimina Sanitatis; tratados sobre la manutención de la salud; de higiene. Pero los Regimina Sanitatis ofrecen solamente una imagen parcial de la realidad, por cuanto eran productos de consumo de una élite; así que es necesario recurrir a otras fuentes complementarias, como las que nos proporciona un hecho relacionado con la medicina que golpeará la conciencia del hombre medieval sin distinción de estados: la Peste Negra. La sociedad del siglo XIV se vio empujada a buscar explicaciones y soluciones al fenómeno con los conocimientos (sistema de creencias) que tenga. Al lado de los que pensaban que era un castigo divino o una felonía humana o de los que no buscaban explicaciones sino que simplemente adoptaban la solución de la huida, podemos encontrar a aquellos que trabajaron para alejar la enfermedad del cuerpo sano, como Jaume daAgramunt o Lluís de Alcanyís. La asistencia hospitalaria, en principio brindada simplemente como una atención al desvalido, al pobre, al peregrino, irá tomando un nuevo talante en los siglos XIII-XIV. Creemos que se ha minusvalorado el papel sanitario de estas instituciones en esa época; la depreciación del valor higiénico de los hospitales bajomedievales se debe a una concepción de la clínica reducida a la farmacología y la cirugía. Mostraremos la importancia de otros aspectos higiénicos de la hospitalización, como la lucha contra la malnutrición , el aislamiento de enfermos contagiosos, la aplicación de la medicina natural (entroncada con la filosofia natural aristotélica) o la misma creación de las infraestructuras muebles donde más tarde se desarrollarán las mencionadas prácticas quirúrgicas. Finalmente, la tercera perspectiva evaluativa irá más allá de los datos materiales de limpieza y suciedad para adentrarse en la subjetividad de los abstractos ßotro? y ßlo?. Ya no nos importará solamente qué estaba insano o sucio, cuánto y cómo; sino qué pensaban los ciudadanos de la Gerona bajomedieval que estaba insano o sucio, cuánto y cómo. Esta pretensión psicologista, tal como comentaremos en el apartado metodológico, tendrá el máximo cuidado en registrar datos comprobables y suficientes de manera que no caigamos en la paradoja de describir de un modo excesivamente subjetivo la subjetividad.