Las escuelas de padres en occidente a comienzos del s. XXIsu contribución a la calidad educativa
- Guarné Maciá, Jorge
- Marta López-Jurado Puig Directora
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Año de defensa: 2008
- Jean Henri Bouché Peris Presidente
- Nuria Riopérez Losada Secretaria
- María José Albert Gómez Vocal
- María del Rosario González Martín Vocal
- José Angel López Herrerías Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En la historia de Occidente, desde la antigua Grecia, pasando por la cultura romana, siempre ha habido un respeto sagrado por la educación que el "pater familias" ejercia sobre su prole. Con el paso del tiempo histórico, la educación de los hijos ha ido evolucionando desde el seno familiar hacia el poder de la sociedad. En todo este largo proceso de más de 2.000 años, podemos establecer un antes y un después. Es la Revolución francesa con su Declaración inicial de los Derechos Humanos, la frontera entre estas dos vertientes. Hasta la R.F. los derechos educativos de los padres sobre los hijos eran generalmente absolutos en derecho y en hecho, los hijos constituían una propiedad privada más de las familias. Es a partir de la R.F. cuando los derechos de los hijos comienzan a adquirir reconocimiento social y legal. El periodo histórico que va desde la R.F. hasta comienzos del S.XXI, va transcurriendo en un lento avance hacía la plena adquisición de derecho educativo por parte de los hijos. Es a principios del S.XIX, cuando se presenta el dilema dentro de las familias que plantea la crisis entre el derecho a la educación de los hijos por parte de sus padres y la posible calidad de la misma. La familia comienza a perder protagonismo en la educación de sus hijos. Los padres en la época de la Revolución industrial, no ya solamente no saben educar a sus hijos, sino que no tienen tiempo para hacerlo. La familia cada vez es más sustituida por las instituciones educativas, bien religiosas, bien estatales. Después de la definitiva reinstauración de la Declaración de los Derechos Humanos (DDUH) 1948, elevándolos a rango universal, abre el definitivo camino hacia la plenitud de derechos educativos, tanto en los hijos para ser educados, como en los padres para buscar la calidad de educación de los hijos. En la segunda mitad del S.XX Occidente inicia un considerable progreso en el campo educativo, es en ese contexto de la mejora educativa, cuando surgen los problemas actuales de las familias en torno a su labor educativa. Los padres son conscientes cada vez más de que sus conocimientos y su estructura de vida laboral no les permiten atender como quisieran a sus tareas de educar a la prole. Comienzan pues a proliferar las iniciativas de Escuelas de Padres, que ya habían comenzado de forma esporádica y muy específica en algunos lugares de Occidente, destacando como tales a : La Escuela de Padres, en París (Francia) 1928; Chile Study Association of America (USA) 1888 ; Escuelas de Madres , Stuttgart (Alemania) 1916 , entre otras. El paulatino abandono de la labor educativa de los padres hacia sus hijos en pro de la escuela, ha conllevado a una situación a finales del S.XX, que es la que nos ocupa a principios del S.XXI, en la que se vislumbran plenamente las palabras de Philip H. Coombs : " los padres de finales del S.XX, no saben, ni pueden, ni quieren educar a sus hijos", peyorativismo que aunque no lo parezca, -ni nos lo queramos creer- progresa de forma geométrica, hecho que lo constatan, tanto la denuncia diaria de los docentes de los niveles básico , como los resultados del alto índice de fracaso escolar que eviedentemente tiene como una de las causas eficientes este abandono de los padres hacia sus hijos. Se hace necesario encontrar la solución para que los padres del S.XXI, vuelvan a ser padres capacitados, que pueden y desean educar a sus hijos en los ámbitos básicos de la vida como son la moral y los conocimientos fundamentales para afrontar la vida de adultos. Iniciamos pues un estudio del estado de las cosas sobre las Escuelas de Padres, sus posibles modelos organizativos, su financión y su establecimiento como educación continua en la política de los paises occidentales, para así conseguir la mejora de la calidad educativa que la sociedad del S.XXI demanda ya con total urgencia.