Las edades de la razónmetáforas culturales de la infancia

Resumen

La presente tesis reflexiona sobe algunos mecanismos de construcción en España de esa edad de la vida que llamamos infancia. El tiempo biográfico, que ordena las vidas individuales, tiene un vínculo con otros tiempos que organizan la vida colectiva: especialmente el tiempo biológico, para el que la ontogenia reproduce la filogenia, y el tiempo histórico, que también está dividido en edades. Esta vinculación permite que las trayectorias vitales avancen en un doble proceso: aquel por el cual el cuerpo crece y ese otro por el cual evoluciona. El doble proceso de crecimiento y evolución se encuentra reflejado en español en la distinción entre los conceptos de infancia y niñez, pubertad y adolescencia, ancianidad y vejez. Estos pares de conceptos suelen ser vividos a la par según el ritmo que cada sociedad considere conveniente, pero en determinadas circunstancias ambos procesos se disocian, como en el caso de los niños salvajes, en los que el crecimiento de los cuerpos no se corresponde con un similar dominio de las habilidades sociales, o cuando las guerras, las catástrofes naturales, las desgracias familiares, etc. obligan a las personas a asumir responsabilidades impropias de su edad biológica. La ciencia y el sentido común occidental consideran que el homo sapiens sapiens es un animal, pero que debe desgajarse de este tronco animal al que se encuentra vinculado para poder convertirse en una persona, en un verdadero hombre. La infancia es el período de la vida en el que se realizan esas transformaciones alquímicas. En este camino que lleva a los cachorros de hombre hasta la civilización juega un importante papel lo que se ha llamado uso de razón. A partir de la especulación teórica y de la experiencia de campo con informantes de distintas edades, se presentan también distintos modelos de organización de las narrativas biográficas, especialmente de aquellas relatadas en primera persona. Algunos de estos modelos son herederos de una tradición discursiva de larga duración en España y han resultado útiles a las distintas generaciones para periodizar su experiencia vivida, señalando en ella algunos hitos recurrentes que funcionan como marcadores de un cambio de edad.