Chinanuevo actor en el escenario africano (2000-2009)

Resumen

El trabajo de investigación aborda la llamada "etapa pragmática" de las relaciones sino-africanas, en las que predomina la racionalidad económica frente al período anterior de sus contactos, motivados por criterios ideológicos, en las décadas 60 y 70, en plena época comunista. Su objetivo es demostrar que - contrariamente a la visión generalizada - no sólo China se beneficia ampliamente de la extracción de los recursos africanos a gran escala, sino también el continente obtiene importantes beneficios del estrechamiento de sus lazos con la nueva potencia global en ascenso. Con ello, su relación, en vez de interpretarse como dominada por supuestas "intenciones neocolonialistas y explotadoras" por parte de Beijing hacia el continente que atesora un tercio de los recursos naturales del mundo, debe verse como una alianza estratégica de la que ambas partes se benefician claramente. A la vez busca también reflejar una imágen más rica y diversa de las interacciones sino-africanas que los estereotipos centrados en el aspecto económico, presentando brevemente, a modo de ejemplo, distintas esferas donde la cooperación se desarrolla con un dinamismo poco común. Para explicar esta visión, la tesis se basa en la utilización amplia de fuentes occidentales, chinas y africanas, tanto de la literatura académica como de informaciones de prensa con el fin de ofrecer una imagen real de la evolución de los lazos sino-africanos a lo largo de la primera década del nuevo siglo. La parte teórica de la investigación aborda las teorías de la Modernización y de la Dependencia considerándolas como modelos anticuados para analizar la nueva realidad. En cuanto a su estructura, la tesis se divide en tres grandes unidades. En la primera se aborda el panorama global en el que se inserta el referido periodo de estrechamiento de los lazos sino-africanos y se plantea la hipótesis, buscando demostrar que las actuales relaciones sino-africanas, lejos de favorecer a la potencia global emergente, se basan en el beneficio mutuo y que ambas partes adquieren importantes ventajas mediante su desarrollo y estrechamiento. El segundo capitulo presenta la evolución de las interacciones politicas entre China y África dentro del marco del desarrollo de la politica exterior de Beijing desde el inicio del período de reformas, el proceso de institucionalización de sus lazos mediante la plataforma conocida bajo el nombre de Foro para la Cooperación Sino-Africana. El capitulo cierra con algunas reflexiones sobre el "poder suave" creciente de la nación asiática tanto a nivel global como en la propia África. La parte más extensa del trabajo, dedicada a las dimensiones económicas de sus relaciones presenta los antecedentes de los lazos actuales, para luego abordar separadamente los tres vectores principales: la ayuda, el comercio y las inversiones, mostrando las características de cada uno, basándose tanto en datos de los protagonistas como de los organismos financieros internacionales y otras entidades globales. La sección final valora la importancia de la diplomacia económica dentro del ámbito de la actual politica exterior de China y coloca la adquisición de materias primas africanas en el marco de la llamada "cacería global de materias primas" emprendida por sus dirigentes desde hace algunos anos para alimentar sus industrias en plena expansión. El capítulo final aborda esferas sin conexión alguna entre sí, con el objetivo de mostrar, con apenas unas pinceladas, la diversidad de los vínculos que normalmente son vistos desde fuera como netamente económicos-extractivos, cuando en realidad se desarrollan en múltiples áreas y van tejiendo una compleja madeja de relaciones, asegurando un entendimiento cada vez mejor de los protagonistas - proceso que tampoco está exento de divergencias.