España como cuestiónActualización de la reflexión unamuniana

  1. Valdés López, Ignacio
Dirigida por:
  1. Rafael Herrera Guillén Director

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 11 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. José Luis Villacañas Berlanga Presidente/a
  2. Enrique Ujaldón Benítez Secretario/a
  3. Jesús M. Díaz Álvarez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La contemporaneidad marcada por innumerables alteraciones acaecidas a ritmo vertiginoso, necesita de la reflexión crítica para dirimir sus posibilidades en relación a un horizonte de expectativa disuelto por la aceleración presente. Las categorías hasta la fecha dominantes están siendo desplazadas sin que todavía se haya desarrollado una adecuada comprensión de este fenómeno. España, como realidad social, política y cultural en conexión con el mundo Hispanoamericano, supone el punto de arranque para esta disquisición filosófica que pretende elevarse desde lo local hasta lo global para entender el mundo actual. En este sentido, la filosofía unamuniana, sobre todo por su aspecto crítico, puede implicar unfirme asidero para el desarrollo de una problematización que permita desvelar las contradicciones sobre las que se asienta el mundo globalizado que está alterando el panorama comunitario heredado de la modernidad Se impone el trabajo intelectual que se enfrente al pensamiento único que evita la disparidad de opiniones y, por añadidura, el contraste de puntos de vista. Esta posibilidad, la del enfrentamiento dialéctico con afán de encontrar salidas novedosas, viene siendo sepultada por la homogeneización procedente de las mutaciones generadas por el entramado virtual en el que están insertos los individuos. Por otro lado, resulta imperativo detener la mirada en las nuevas relaciones económicas que, atendiendo a su nueva dimensión global, se encuentran totalmente desregularizadas escapando de este modo al control estatal. Los antiguos centros de poder y dirección de lo político están perdiendo su presencia y, por este motivo, la ciudadanía ve como sus posibilidades de gestión de lo local se ven socavadas. Deben repensarse las relaciones que se han foriado entre lo financiero y lo comunitario para encontrar salidas adecuadas para una dimensión humana que parece disolverse en el pragmatismo imperante. La pretensión de este escrito no es otra que analizar el presente desde lo hispano para, por este camino, encontrar un sendero que transija con la recuperación de lo humano para la comunidad en detrimento de lo económico. De este modo, se podrá rehabilitar lo político para que vuelva a cumplir con su fanción social y comunitaria. Como herramienta fundamental para el cumplimiento de esta tarea se cuenta con las posibilidades del lenguaje y, en este sentido, la comunidad hispanohablante podría tener un papel determinante en la organización de la novedosa conceptualización todavía por llegar. La realidad contemporánea, emanada de la Edad Moderna, ha visto modificados sus fandamentos en las últimas décadas y necesita de un análisis que permita nombrar una serie de realidades todavía sin clasificar. Tras esta categorización, podrán detectarse las problemáticas que subyacen a toda realidad política pues, de manera inequívoca, lo político supone fricción y enfrentamiento. Partiendo de la connatural ambivalencia de todo lo político y, por ende, de los procesos globales, podrá realizarse un aprovechamiento de aquellos elementos valiosos que sí tengan cabida en un posible proyecto comunitario. Cabe destacar la importancia de figuras como Miguel de Unamuno que, si bien con un siglo de antelación, trataron el problema español en oposición dialéctica con el pensamiento predominante. A partir de un modelo reflexivo como el citado, puede enarbolarse una actitud crítica que busque la ruptura y el enfrentamiento por medio de la palabra. Solo así, mediante la guerra civil predicada por el catedrático, podría estimularse la reflexión y des ertar a la ciudadanía de la acedía que también a ecta a los individuos de estas primeras décadas del siglo veintiuno. Por las razones aducidas, se necesita de un estímulo intelectivo que encuentra en la filosofía el acicate adecuado. Así, más allá de la superficialidad enarbolada por la cultura global, se requiere de trabajos críticos que busquen alternativas para el modelo vigente. Solo así, mediante el enfrentamiento dialéctico de contrarios, se generará la energía creativa necesaria para el establecimiento de una conceptualización a la altura de las necesidades de un presente marcado por la incertidumbre y la falta de certezas.