Análisis de la implicación del padre en el ajuste psicológicomediación de la aceptación-rechazo parental percibida
- Rodríguez Ruiz, María de las Mercedes
- Miguel Ángel Carrasco Ortiz Director
- Francisco Pablo Holgado Tello Director
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 10 de mayo de 2017
- María Victoria del Barrio Gándara Presidenta
- María José González Calderón Secretario/a
- Núria de la Osa Chaparro Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Numerosos estudios (la teoría del apego, la teoría de los sistemas familiares, la teoría de aceptación-rechazo de los padres, o la teoría del aprendizaje social, entre otros) resaltan la importancia que tiene la crianza sobre el ajuste psicológico y el desarrollo de los niños. El estudio de las prácticas de crianza tiene una larga tradición en psicología. En este contexto cobra una importancia trascendental conocer las interrelaciones que se establecen entre los miembros del sistema en el contexto familiar entre sus miembros (i.e, padre, madre, hijos). Muy especialmente, el comportamiento del padre en la crianza, por la menor atención recibida, este será el foco sobre el que centramos nuestros estudios. El concepto de la paternidad, la función del padre y el interés por el niño han evolucionado a lo largo de la historia. No podemos obviar que la paternidad, en gran medida, es una construcción cultural (Doherty, Kouneski y Erickson, 1998) y como tal, condicionada por los valores culturales y las creencias sociales vigentes en el momento en que se exploran. Durante el siglo aproximado que lleva vigente la psicología del desarrollo como disciplina, sus seguidores se han distinguido por el esfuerzo en identificar los factores que aseguren el desarrollo psicológico saludable de los hijos (Bornstein y Lamb, 2011 ), entre los que cabe destacar la implicación del padre. A pesar de que la mayoría de los investigadores que han analizado la implicación paterna, coinciden en aceptar la importancia de sus componentes cualitativos y cuantitativos en el desarrollo del ajuste psicológico de los hijos, pocos estudios, se han detenido en explorar de manera simultánea los efectos directos e indirectos que " tiene sobre los hijos el comportamiento parental en sus dos componentes. En este sentido, la investigación, no ha evidenciado empíricamente la importancia relativa de estos componentes y la relación entre ellos. 1 La implicación del padre, promueve resultados en los hijos, debido no solo a su presencia, sino también a cómo los padres se comportan como padres e influyen sobre sus hijos. El tiempo que los padres pasan con sus hijos, no es más que un medio para establecer un contexto de relación interpersonal, en el que el amor y el cariño tienden a surgir, lo que permite que los hijos desarrollen una particular percepción de la relación padre-hijo, en la que, la percepción de la aceptación paterna favorece el ajuste psicológico del niño. Queda aún por responder, si es la mera cantidad de tiempo que los padres dedican a sus hijos la que se asocia con el ajuste psicológico de los jóvenes, o bien, si es la calidad de la relación entre padre-hijo la que incide en el ajuste psicológico de los jóvenes. Más aún, habría que evidenciar qué relaciones directas o mediadas existen entre estos componentes en su relación con los indicadores de ajuste de los hijos. Todo ello, sugiere la necesidad de continuar explorando cómo los factores cualitativos del comportamiento parental, propician una protección adicional ante el desajuste infantil, más allá de la sola implicación del padre. La teoría de la aceptación-rechazo interpersonal (IPAR Theory, Rohner, 1986; formalmente conocida como PARTheory) puede ser un marco adecuado para abordar estas cuestiones. La teoría de aceptación-rechazo parental (PARTheory) (Rohner 1986, 2004; Rohner y Rohner, 1980) es una teoría basada en la evidencia que intenta predecir y explicar los principales factores, consecuencias y correlatos que presentan la aceptación y el rechazo de los padres transculturalmente. Se inicia hace casi cuatro décadas y media, en respuesta a las afirmaciones de los científicos humanistas que mantenían que el amor de los padres es esencial para el adecuado desarrollo social y emocional de los niños. El eje central de la teoría es la dimensión aceptación-rechazo, que conforma un grupo de elementos de comportamiento parental desplegado en la crianza de los hijos. Se trata de una dimensión que se extiende a lo largo de un continuo desde la aceptación (extremo inferior) hasta el rechazo (extremo superior). La aceptación incluye las conductas de cariño, cuidado, comodidad, preocupación, apoyo, es decir, el amor que los niños pueden experimentar de sus padres o figuras de referencia; el otro extremo, el rechazo se refiere a la ausencia, la retirada de conductas o sentimientos y la presencia de una variedad de afectos y conductas psicológica y físicamente dañinas. Todos los seres humanos pueden situarse, según la percepción de las relaciones con sus cuidadores principales o figuras de referencia, en algún punto del continuum de la dimensión de aceptación-rechazo. Refleja la calidad percibida de los lazos afectivos entre padres e hijos, así como las conductas físicas, verbales o simbólicas que los padres (o cuidadores principales) utilizan para expresar sus sentimientos. Reiteradamente la investigación ha mostrado que el amor de los padres es esencial para el desarrollo psicológico saludable de los hijos (Khaleque, 2013, 2015; Khaleque y Rohner, 2002a, 2012, 2012b). Los hijos necesitan sentirse queridos y aceptados por los padres o por cualquier otra figura significativa que ejerza como tal (Bjorklund y Pellegrini, 2002). La sensación de seguridad, apoyo y bienestar emocional de los niños depende, en gran medida, de la calidad de la relación que mantienen con sus padres (Ainsworth, 1989; Rohner, 2004) Según la subteoría de la personalidad de la PARTheory, los niños y jóvenes que perciben el rechazo a lo largo de sus vidas, pueden construir representaciones mentales impredecibles, desconfiadas y dañinas sobre las relaciones interpersonales. Además, tienden a percibirse de manera similar a como creen que sus padres o seres significativos los perciben. Si perciben rechazo, tienden a pensar que no poseen las cualidades necesarias para ser queridos e incluso que no son merecedores de ser amados o aceptados. La percepción de rechazo, les lleva a buscar, crear, interpretar y percibir las experiencias, situaciones y las relaciones en un sentido congruente a sus representaciones. Esto les lleva a crear relaciones interpersonales caracterizadas por la desconfianza, la hipersensibilidad y la hipervigilancia. Estas representaciones mentales distorsionadas, condicionan la información y experiencias que los niños y jóvenes almacenan y recuerdan promoviendo vías de desarrollo cualitativamente diferentes a las de los niños y jóvenes aceptados o amados (Baldwin, 1992; Clausen, 1972; Crick y Dodge, 1994; Epstein, 1994). Uno de los resultados a los que conduce la experiencia percibida del rechazo parental es al síndrome de aceptación-rechazo (Rohner, 2004). En el contexto clínico, el padre ocupa un lugar importante, aspecto que al igual que ocurre en otros ámbitos, no ha sido tenido en cuenta suficientemente, ni en la teoría ni en la práctica. Cuando se han estudiado los efectos del rechazo parental, en la mayoría de los estudios se ha puesto el énfasis en la relación de las madres y los hijos, como consecuencia, el proceso de socialización en la psicología del desarrollo y la psicopatología ha estado lejos de ser completa (Pleck, 2010). El rechazo de los padres se ha evidenciado como un factor significativo en la salud mental de los hijos y sus alteraciones psicopatológicas (Dwairy, 2010). Aunque hay estudios que vinculan la implicación del padre con el ajuste socioemocional positivo del niño, los padres siguen siendo descuidados en la literatura de la psicopatología (Cassano, Adrian, Veits y Zeman, 2006) y rara vez se ha investigado en relación con la implicación del padre, la aceptación-rechazo parental y la adaptación del niño en contextos clínicos específicos (Fagan, Day, Lamb y Cabrera, 2014). Se ha evidenciado en relación con diferentes alteraciones que los jóvenes pertenecientes a grupos clínicos perciben mayor rechazo y menos cariño de sus padres. En algunos casos el rechazo de ambos padres se ha constatado significativo (Malik, 2012; Xing, Hou, Zhou, Qin y Pan, 2014) pero en otros prevalecía bien el rechazo materno (Kostic, Nesié, Stankovic y Zikié, 2014) o bien el paterno (Bisht, Sankhyan, Kaushal, Sharma y Grover, 2008). Más estudios son necesarios para abordar esta controversia particularmente centrados sobre el carácter clínico o no de la sintomatología de los hijos dado que la mayoría de los trabajos han analizado estas diferencias con población general. Respecto al carácter bidireccional del rechazo y las consecuencias en el ajuste de los hijos, numerosos estudios longitudinales muestran que el rechazo de los padres tiende a preceder al desarrollo de problemas psicopatológicos (Ge, Best, Conger y Sirnons, 1996; Ge, Lorenz, Conger, Elder y Simons, 1994; Labouvie, Pandina y Johnson, 1991; Loeber y Stouthamer-Loeber, 1986; Petersen, Sarigiani y Kennedy, 1991; Shedler y Block, 1990; Sirnons, Robertson y Downs, 1989; Vicary y Lerner, 1986). La psicopatología infantil genera estrés en la crianza, lo que a su vez revierte en un incremento de la gravedad de la psicopatología en el niño. Esto también es consistente con los efectos mutuamente adversos entre los trastornos de la madre y los hijos (Raposa, Hammen y Brennan, 2011 ). Ahora bien, hasta la fecha, la mayoría de los trabajos analizados han explorado las consecuencias unidireccionales del rechazo parental sobre la salud de los hijos. Por lo tanto, la contribución diferencial que ejerce la figura materna frente a la paterna en el ajuste psicológico de los hijos sigue siendo un tema controvertido en el que cabe investigar más. Los estudios no explican claramente por qué la aceptación paterna a veces tiene un impacto más fuerte sobre el ajuste psicológico de los hijos que la materna o por qué en otros casos simplemente sucede lo contrario; tampoco explican por qué en algunos casos, ambos padres parecen hacer contribuciones aproximadamente iguales al ajuste psicológico de los hijos. Esto nos lleva a concluir sobre la necesidad de desarrollar más investigaciones que evalúen el grado en que la crianza de los hijos puede ser conceptualizada de forma similar o diferente para los padres y las madres. Posiblemente quedan por identificar aquellas variables moderadoras que hacen que unas veces contribuya una figura más que la otra en el ajuste de los hijos, Factores como el contexto psicosocial, la edad del niño, el género, la estructura familiar, la significación clínica del ajuste del niño o el estatus económico o profesional de los padres, entre otros, podrían introducir modificaciones en los patrones del comportamiento de los padres en la crianza (Nielsen, 2011 ). Partiendo de estas premisas, la presente tesis doctoral analiza las relaciones entre el comportamiento parental y el ajuste psicológico de los hijos a través del compendio de tres estudios. Las variables seleccionadas del comportamiento parental han incluido, por una parte, la implicación del padre, como componente cuantitativo y la dimensión de aceptación-rechazo, como elemento relacional cualitativo. La primera se refiere al grado en que los padres se involucran en diferentes ámbitos de la vida de sus hijos; la segunda, al grado en que los padres manifiestan cariño, afecto, atención, preocupación, cuidado o apoyo o por el contrario, agresión, hostilidad o rechazo. Las variables relativas al ajuste o desajuste psicológico incluyen tanto componentes de ajuste global de la personalidad (i.e, autoestima, autoeficacia, visión negativa, hostilidad, dependencia), como un conjunto de síntomas interiorizados (i.e., ansiedad, depresión) y exteriorizados (i.e., agresión, hiperactividad). En el compendio de estos tres estudios y de acuerdo con la literatura revisada se plantean diferentes objetivos. Entre ellos, analizar si la implicación del padre y la aceptación materna y paterna percibida por los hijos, están asociadas con el ajuste psicológico de los niños. Derivado de este primer objetivo, se han incorporado otros objetivos: explorar si la relación entre la participación del padre en diferentes contextos cotidianos de la vida de los hijos y el ajuste psicológico de éstos está mediada por la aceptación paterna y materna que los hijos perciben. Explorar cómo el sexo y la edad de los hijos, y el estado de residencia del padre, afectan de manera diferencial a las relaciones entre la implicación paterna, la aceptación paterna versus materna percibida y el ajuste psicológico de los niños en sus diferentes manifestaciones, exteriorizadas, interiorizadas y global. Analizar la capacidad predictiva y diferenciadora que el comportamiento parental (madres versus padres) percibido por los hijos tiene sobre la pertenencia a un grupo clínico o normativo. Analizar el sexo de los hijos, como potencial variable moderadora del valor predictivo de la aceptación-rechazo parental sobre el ajuste psicológico de los hijos. Analizar los efectos moderadores de la condición clínica de los hijos sobre las relaciones entre la implicación paterna, la aceptación-rechazo de los padres y madres y el ajuste psicológico de los niños. Analizar el grado en el que las relaciones entre la implicación del padre, la aceptación parental (madres versus padres) y el ajuste psicológico de los niños en sus manifestaciones interiorizadas, exteriorizadas y de ajuste global difieren entre el grupo de hijos pertenecientes a un grupo clínico y el perteneciente a un grupo general. La muestra que componen los estudios están configurados a partir de tres muestras: un primer grupo seleccionado aleatoriamente de la población general integrada por 1036 sujetos (muestra general) que se ha usado para el primer estudio. Por otro lado, para los otros dos estudios hay dos tipos de muestras; a) una de 113 sujetos seleccionado al azar de la muestra anterior; y b) un grupo clínico incidental integrado por 113 sujetos. Los 113 sujetos obtenidos de la muestra general se han seleccionado tratando de equipararlos en cuanto a ciertas variables sociodemográficas a los sujetos que conforman la muestra clínica con el objetivo de obtener grupos semejantes. Los integrantes de la muestra general tienen edades comprendidas entre los 9 y 19 años y los integrantes de los otros dos grupos reducidos entre 1 O a 19 años, ambos incluyen niños y niñas. Los estudios realizados en la presente tesis doctoral se emnarcan dentro de una metodología transversal y correlaciona! en la que se administran diferentes instrumentos auto informados por el propio niño (i.e., Parental Acepttance-Rejection Questionnaire PARQ (versión padre y madre para niños); Rohner, 2005; Personality Assessment Questionnaire PAQ; Rohner, 1990, 2005; Rohner y Khaleque, 2005; Youth Self-Report YSR; Achenbach y Rescorla, 2001; Father Involvement Scale FIS; Finley y Schwartz, 2004) comúmnente utilizados en estudios clínicos y epistemológicos por su fiabilidad y validez. Todos ellos evalúan aspectos relacionados con los problemas exteriorizados e interiorizados, así como con la implicación y aceptación-rechazo de los padres. Se han realizado fundamentalmente análisis de estadística descriptiva, inferencial y multivariada que incluyen desde análisis de correlaciones, comparación de medias, análisis factoriales hasta análisis de moderación y mediación. Los resultados obtenidos muestran un modelo conceptual mediante el cual, la implicación del padre y la aceptación de los padres (padres y madres), contribuyen significativa e independientemente al ajuste de los hijos, tanto bajo la condición clínica como no-clínica. El tiempo que los padres pasan con sus hijos, en las diferentes áreas de la vida, permite la creación de un contexto interpersonal en el que puede surgir el amor y afecto entre los distintos miembros de la familia (padre-madre-hijos). El ajuste de los hijos se beneficia especialmente de la implicación del padre únicamente cuando los niños perciben una relación paterna positiva, capaz de movilizar la relación de aceptación de la madre. Hemos encontrado dinámicas familiares relacionales específicas para los problemas interiorizados (padre-hijo) y exteriorizados (padre-madre-hijos). Para las chicas (no para los chicos), la mera presencia del padre, independientemente de la aceptación paterna percibida, afecta a su ajuste psicológico. A grosso modo, la percepción de rechazo tanto materno como paterno de los jóvenes, es lo que permite predecir su pertenencia al grupo clínico. Las dimensiones de rechazo que destacan son el Rechazo Indiferenciado y el Rechazo materno y paterno, junto con la Hostilidad materna (no paterna). La gravedad de los problemas clínicos en los hijos puede beneficiarse especialmente por los efectos conjuntos de la aceptación del padre y la madre. El padre se muestra como una figura relevante en el ajuste psicológico de los hijos bajo condición clínica. La aceptación parental percibida (calidad parental) es el mecanismo a través del cual la implicación del padre afecta al ajuste de la personalidad de los niños y potencia la calidad de las relaciones madre-hijos. No obstante, el efecto de la implicación del padre a través de la aceptación no se identificó para los problemas interiorizados de los hijos, los cuales solo estaban mediados por la aceptación paterna (no por la materna). Los resultados obtenidos en este trabajo contribuyen a mejorar la comprensión de las relaciones entre el comportamiento parental y el ajuste de los hijos y a poner de manifiesto la importancia de la implicación del padre y la calidad de las interacciones padre-madre-hijos en relación con el ajuste psicológico de los hijos. Pocos estudios se han centrado en el papel de padre y la consideración de aspectos cuantitativos y cualitativos del comportamiento parental de manera simultánea en un mismo modelo. Por otra parte, pocos trabajos han analizado el papel del rechazo parental en la sintomatología clínica de los hijos y en relación con la pertenencia de los hijos a un grupo clínico, que requiere de atención psicológica. Los presentes resultados, suponen un avance para la selección de variables relevantes en el diseño de programas de intervención con familias. Todo ello debe ser considerado para entender esta tesis como una primera aproximación para profundizar en las dinámicas familiares relacionadas con el rechazo parental y el desajuste psicológico de los hijos.