Hannah Arendtla crítica de las ideologías como crítica de la filosofía política

  1. LUCENA GONGORA, FRANCISCO BORJA
Dirigida por:
  1. María del Carmen López Sáenz Directora

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 15 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Jorge Pérez de Tudela Presidente/a
  2. Agustín Serrano de Haro Martínez Secretario/a
  3. Anselmo Manuel Suances Marcos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis trata de aclarar los nudos significativos que, desde la perspectiva de la filosofía de Hannah Arendt, enlazan a las ideologías políticas contemporáneas con las ideas filosóficas tradicionales acerca de la comunidad política. La tarea es recorrer de nuevo, aclarando sus supuestos e implicaciones principales, aquel camino que el pensamiento de Arendt señala como derrotero contingente, pero a la vez fatal, de la tradición europea de pensamiento político. Según esto, las ideologías, así como su solidificación totalitaria, no emergieron de la experiencia política misma, sino que, al lado de elementos plenamente novedosos, acogieron y revitalizaron conceptos y actitudes ya formulados por la trama principal de la filosofía política. Esta relación entre la transformación ideológica y los proyectos filosóficos de acomodación de lo político a la estabilidad y permanencia de lo pensable es lo que se persigue al prestar atención al original análisis arendtiano del devenir de las ideas políticas en occidente. Se disponen cuatro partes principales que procuran aclarar la pluralidad de aproximaciones ensayadas por Arendt. En primer lugar, se investiga el concepto arendtiano de "comprensión", que procura liberar al pensamiento político de la sumisión a categorías científicas o históricas que, por su propia naturaleza, demostraron una incapacidad de principio para dar cuenta de la espontaneidad e imprevisibilidad del espacio de la acción; a continuación, se trazan los vectores fundamentales de la aproximación fenomenológica arendtiana a la experiencia política, interpretación dirigida a restablecer el sentido para un espacio público que tradicionalmente ha sido colonizado por las exigencias de aprovechamiento filosófico, técnico y administrativo; en tercer lugar, se trata de esclarecer el recorrido entero de la filosofía política a través de los dos polos que, según Arendt, constituyen su inauguración y su cierre culminador: Platón y Karl Marx, localizando los conceptos fundamentales que llegaron a sobrevivir al colapso de la tradición filosófica traspasándose a las ideologías políticas contemporáneas; por último, se procede a un análisis de la nervadura conceptual de las ideologías políticas mismas, constatando la continuidad -aunque a menudo exagerada, deformada o siniestra- de las categorías filosóficas tradicionales que articularon la comprensión de lo político.