Carlos de grunenbergh. Un ingeniero alemán al servicio de felipe iv y carlos ii

  1. ROMERO MUÑOZ, DOLORES
Dirigida por:
  1. Alicia Cámara Muñoz Directora

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 23 de septiembre de 2019

Tribunal:
  1. Luis Antonio Ribot García Presidente
  2. Concepción Camarero Bullón Secretario/a
  3. Miguel Aguiló Alonso Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 606049 DIALNET

Resumen

Conocer la dimensión humana de cualquier personaje que por su trayectoria vital o profesional haya adquirido relevancia histórica, ya sea en el ámbito de las artes, la técnica o el pensamiento, es fundamental para comprender muchas de las razones que motivaron el impulso creador, innovador e incluso transgresor que le dio notoriedad. A su conocimiento y comprensión ha querido contribuir esta investigación centrada en la figura del ingeniero alemán Carlos de Grunenbergh, quien sirvió a la Monarquía de Felipe IV y Carlos II durante la segunda mitad del siglo XVII. El objetivo fundamental de esta tesis consiste en el estudio y análisis de la trayectoria profesional y personal de Carlos de Grunenbergh en relación con los reinados de Felipe IV y Carlos II. Un trabajo complejo al tratarse de un personaje que plantea ciertos enigmas, en una etapa histórica hasta ahora relativamente poco conocida y con una peripecia vital, por diversos motivos, dispersa. Adentrarse en su vida obligaba a un análisis de las relaciones entre los técnicos y el poder hispánico, un aspecto clave en la figura de Carlos de Grunenbergh. En el siglo XVII, al igual que en la centuria anterior, los ingenieros que trabajaban al servicio de los monarcas españoles fueron en buena medida protagonistas de la acción defensiva y constructiva de la Corona. En el período que nos ocupa, la diversidad de la procedencia de estos técnicos, su formación académica con la adopción de métodos matemáticos, los conocimientos prácticos aplicados o la organización destinada a la ejecución de las obras públicas, están siendo objeto de un estudio sistemático, aunque todavía queda mucho por avanzar. En consecuencia, se pensó que la figura del coronel Carlos de Grunenbergh podría servirnos como modelo para el estudio de los ingenieros de esta época. En estas páginas se explica y valora dos aspectos cruciales para entender el devenir profesional de un ingeniero singular como Carlos de Grunenbergh: su vinculación al poder de la Monarquía de España, a través de sus continuos contactos con personajes de primer rango que ponderaron como excelentes sus propuestas, además de la influencia técnica de algunos de sus proyectos, sin duda los más singulares, por la novedad y modernidad que implicaban. Sobre ellos se debatió largamente, anticipando una nueva forma de ejercicio profesional desarrollada por los ingenieros militares más sistemáticamente tras la creación de su Cuerpo profesional en 1711. En el caso de Carlos de Grunenbergh dos fueron las empresas de mayor relevancia tanto personal, pues supusieron apuestas técnicas defendidas por el ingeniero como propias, como por la trascendencia histórica al mantenerse presentes y vivos durante décadas. Nos referimos al proyecto de un canal para la navegación artificial del Manzanares y el diseño y construcción de la ciudadela de Mesina. Dos ejemplos que muestran el talante versátil de nuestro protagonista y el acervo profesional de un pionero. En este caso, gracias a la labor de investigación en diversos archivos españoles y europeos se ha podido poner desentrañar su origen familiar y personal, además de ponerle cara a tan singular ingeniero. Los estudios sobre el papel jugado por los ingenieros en el gobierno, ordenación y defensa de los territorios que conformaron la Monarquía de los Habsburgo han proliferado en los últimos tiempos. Durante la Edad Moderna, los monarcas y gobernantes europeos fueron conscientes de la necesidad de contar con excelentes y célebres artífices en sus reinos como símbolo de superioridad frente a sus enemigos. En esta época y lugar, estos fueron los auténticos actores del progreso, con unas competencias que excedían a las de otros servidores del rey. La profesión de ingeniero y arquitecto, todavía sin diferenciar, se reveló como una de las más demandadas y de forma paralela la tratadística fue dando a la imprenta los avances sobre todos los aspectos de la ciencia y la técnica. A su cargo se dejó la construcción e inspección de puertos y las comunicaciones terrestres, las obras hidráulicas de abastecimiento o los canales de regadío y de navegación, la fortificación, la defensa de las fronteras y la estrategia en los asedios como expertos, así como las realizaciones en el campo de la arquitectura civil. Obras con una implicación territorial, configurando el espacio hispánico en el Mediterráneo. Entonces, los ingenieros se convirtieron en los auténticos protagonistas de un sistema creado para recabar información veraz sobre el terreno en un afán por hacer más panorámica la percepción de sus reinos. Un esfuerzo ingente en una época en la que viajar presentaba grandes dificultades. En este sentido, no podía ser menos significativo el interés de Felipe IV o Carlos II por asegurarse el servicio de técnicos de la altura de Carlos de Grunenbergh, considerado uno de los mejores de Europa. Su trayectoria, y el difícil contexto histórico y político en el que se desarrolla, permiten conocer algunos de los proyectos de ingeniería militar, hidráulica o urbanística más interesantes e innovadores de su tiempo en España y Sicilia.