Crisis, innovación tecnológica y mercantilización neoliberal de la vida. El caso de airbnb

Laburpena

Este estudio analiza en profundidad el fenómeno de Airbnb. Se plantea que Airbnb surge como respuesta al ciclo de reestructuración neoliberal iniciado en 2008, y se convierte en un medio óptimo para el desarrollo de los principios y políticas del neoliberalismo en la fase post-2008, pero sobre una población empobrecida que no tiene acceso al crédito. Lo primero que se plantea es que Airbnb no se puede analizar como un todo homogéneo. Sobre la plataforma se articulan toda una serie de actividades, que en muchos casos no tienen nada que ver entre sí e incluso son antagónicas. Por ello se ha elaborado una tipología para analizar cómo se desarrolla el principio de la vivienda como “recurso temporalmente infrautilizado” en Airbnb. Este principio se desarrolla de distintas formas en la plataforma, y en muchos casos no se cumple, lo que hace que gran parte de las ofertas de hospedaje de Airbnb no se puedan considerar como de economía colaborativa. También se ha elaborado una tipología de distintos tipos de anfitriones. Estos pueden ser: esporádicos, permanentes, B&B, profesionales o inversores. Cada tipo de anfitrión responde a una forma de realizar la actividad, en relación a distintas variables: si se comparte la vivienda, cuántos días al año se hospeda, si es primera o segunda residencia, etc. Asimismo, también se observan diferencias entre anfitriones de un mismo tipo, debido principalmente a su posición social. Una vez se han señalado las distintas formas de hospedar que existen en la plataforma, en el resto del estudio el fenómeno de Airbnb se ha analizado en relación a distintas variables: * El sistema inmobiliario: se ha diferenciado entre dos modelos de hospedaje, p2p y comercial. El primero responde a los principios de las economías colaborativas, mientras que el segundo responde a formas de economía tradicional que se desarrollan sobre un nuevo medio (y no cumplen los principios de las economías colaborativas). Se han realizado toda una serie de análisis estadísticos utilizando datos de 39 ciudades internacionales. Los resultados reflejan que el hospedaje en Airbnb es principalmente de tipo comercial, por lo que no se puede considerar a Airbnb como una plataforma de economía colaborativa. * La crisis: los motivos que llevan a los anfitriones a hospedar son económicos, debido a la pérdida de capacidad adquisitiva fruto de la crisis. Los motivos que llevan a los anfitriones a hospedar están relaciones con su situación en el mercado laboral, con la crisis de vivienda y con las políticas de recortes del Estado de bienestar. Pero también se observa que la crisis afecta de distinta forma a los anfitriones según su posición social, lo que hace que el ingreso pueda adquirir la forma de ingreso de subsistencia (necesario para llegar a fin de mes) o ingreso complementario (como una forma de ascenso social). * El trabajo: todos los anfitriones consideran que su actividad en Airbnb es una forma de trabajo. Pero es un tipo de trabajo invisibilizado que se desarrolla sobre la esfera reproductiva de las personas, no se presenta públicamente como un trabajo y adquiere la forma de trabajo empresarial. En este capítulo se ha analizado cómo se configura este trabajo y se han señalado los distintos componentes de la cadena productiva. * La rentabilidad: la rentabilidad en Airbnb no depende solo de factores económicos sino también de factores sociales. Además, el beneficio proviene tanto de las rentas del trabajo de los anfitriones como de las rentas inmobiliarias de su vivienda. Como resultado, Airbnb se configura como una economía muy desigual, que reproduce y amplía las desigualdades sociales y se configura como un mecanismo de reproducción de clase. * El consumo: Airbnb anuncia que su modelo de hospedaje genera nuevas formas de consumo de mayor valor añadido, basado en el consumo de “experiencias auténticas”. Pero el tipo de consumo que se desarrolla sobre la plataforma, en la mayoría de casos no rompe con las formas de consumo tradicionales. Por el contrario, Airbnb difunde que su modelo de hospedaje tiene un valor añadido mayor, con el objetivo de legitimar un modelo de hospedaje devaluado en términos materiales (una forma de hospedaje low cost). * La socialización: la socialización en Airbnb genera una economía propia y las relaciones entre anfitriones y huéspedes adquieren la forma de relaciones instrumentales. Los anfitriones producen externalidades y falsa autenticidad para aumentar el valor de su servicio y se convierten en objeto de consumo para los huéspedes. * Los sistemas de reputación digital: los sistemas de reputación digital en Airbnb funcionan como un tipo de capital que los anfitriones acumulan para obtener mayores beneficios en la plataforma. Este capital les permite ser más competitivos, subir los precios y reducir los costes de hospedar. Para finalizar el estudio, el último capítulo analiza cómo se desarrolla el proceso de subsunción de la vida por el capital a través de Airbnb. Cómo los anfitriones llegan a Airbnb de forma puntual, pero la buena experiencia junto a que obtienen “dinero fácil” hace que transformen su vida, su vivienda y su cotidianidad para ampliar los beneficios que obtienen en la plataforma.