Un écrivain méconnu entre Classicisme et Lumièresle chevalier de Mailly

Zusammenfassung

Esta tesis doctoral parte de la intención de desvelar la vida y la obra del caballero de Mailly, un escritor francés poco conocido hoy en día, cuya existencia transcurrió entre el Clasicismo y el siglo de las Luces. Por un lado, proponemos un estudio biográfico y, por otro, un análisis bibliográfico que se acompaña de un examen global de la producción literaria del autor que, si bien no fue de primer orden, sin duda fue muy prolífico y relativamente apreciado en su tiempo. Por lo que respecta a la primera parte del trabajo, se divide en dos capítulos. En el primero llevamos a cabo una búsqueda genealógica. La ilustre casa de Mailly, cuya nobleza se remonta al siglo XI, se dividió en una infinidad de ramas menores cuyos miembros participaron en cruzadas y guerras al servicio del rey de Francia. La que nos ocupa en esta tesis es la de Mailly-L’Épine, creada por Yves de Mailly. Antoine, su hijo menor, señor de Fieffes, Bonneville, Montrelet y Fienvillers, era conocido en la corte como el caballero de Mailly y, en su primer matrimonio, tomó el título de conde de Mailly. Estuvo casado, entre 1630 y 1640 aproximadamente, con Geneviève d'Urfé, de quien tuvo tres hijos que murieron sin descendencia. Antoine de Mailly volvió a contraer matrimonio en 1656 con Éléonore-Angélique de Brouillart, con quien no tuvo descendencia. Antoine pasó sus últimos años (desde julio de 1658 hasta, al menos, mayo de 1662) en la prisión de la Conciergerie y murió en 1664, habiendo sido excarcelado. El segundo capítulo de la primera parte se centra en sacar a la luz la vida del autor que nos ocupa. Louis de Mailly, hijo natural de Antoine de Mailly, fue probablemente concebido durante una relación que este habría tenido durante su viudez con Barbe Aubry, a la que no hemos logrado identificar con certeza. Louis fue bautizado el 5 de junio de 1657, siendo sus padrinos el rey Luis XIV y la reina madre Ana de Austria. En su testamento, Antoine de Mailly revela un verdadero apego por su hijo, ya que ruega al monarca que lo legitime para facilitarle el acceso a un cargo o a un trabajo digno, así como la posibilidad de percibir una herencia que los hijos naturales tenían vetada. Revisando manuscritos antiguos, memorias y periódicos de la época (a partir de 1657), la primera pista que encontramos de la presencia de un caballero de Mailly en la corte es en la boda de María Luisa de Orleans y de Carlos II de España, en 1679. Asimismo, entre 1682 y 1686, un caballero de Mailly asistió a festejos y juegos de armas en la corte, un festín y un espectáculo teatral y dos cacerías. Es común encontrar anécdotas en las que participaron un caballero de Mailly y el Delfín, pues el hijo menor de Louis-Charles I de Mailly-Nesle se convirtió en menino del hijo mayor de Luis XIV en 1687, lo que nos hace sospechar que estas alusiones se referirían al tocayo de nuestro escritor. A pesar de sus lazos más o menos estrechos con la familia de Luis XIV, el caballero de Mailly fue desterrado de París el 7 de mayo de 1702 por orden de su padrino, con motivo de las quejas de unos libreros que reclamaban al autor una suma de dinero adelantada con motivo de un encargo incumplido. D'Argenson, lugarteniente de policía, nos descubre que Mailly se había retirado a Ruan, destino cercano a la capital y donde el comercio de libros era floreciente. Las anotaciones de D’Argenson indican que el 15 de septiembre de 1711 Mailly regresó a París sin permiso, por lo que fue arrestado y llevado a la prisión de Châtelet, de donde salió un mes más tarde habiendo prometido regresar a Ruan, algo que no hizo. Cabe señalar que, a pesar de la orden de expulsión que pesaba sobre él, el caballero siguió publicando en París. La vejez y la muerte del autor siguen siendo oscuras a pesar de nuestros esfuerzos. A los sesenta y cinco años seguía escribiendo o, al menos, publicando y su actividad literaria muestra un acercamiento a la familia real. Entre 1722 y 1723, Mailly publicó cuatro libros, tres de los cuales estaban dedicados a Luis XV, de quien alababa las virtudes y los méritos. Una alusión recogida en un periódico contemporáneo a una renta concedida a un caballero de Mailly en 1723 sugiere que por fin habría logrado su objetivo de obtener una pensión real. No obstante, y aunque la ausencia de un manuscrito no signifique que nunca existió, ningún acta informa de esta recompensa. Tampoco tenemos documento alguno que justifique la subsistencia del escritor, pero es probable que una de sus fuentes de ingresos fuera la publicación de dedicatorias pagadas y es posible que aceptara encargos, lo que explicaría la heterogeneidad de su producción. En cualquier caso, parece que murió poco después, en París, en 1724. Desde el punto de vista de su intimidad, no hay constancia de si murió soltero o de si tuvo hijos, pero parece ser que en 1682 estuvo implicado en un escándalo relacionado con una especie de secta homosexual por lo que fue exiliado brevemente. En cuanto a su carrera, no hemos podido comprobar si recibió formación académica, ni conocer su función exacta en los ejércitos de Luis XIV. A falta de documentos oficiales sobre su vida militar, debemos basarnos en las afirmaciones del propio autor y en el paratexto de alguna de sus obras donde se dice que demostró su valía en numerosas ocasiones, resultando herido varias veces. Aunque no podamos desmentir la simultaneidad de las dos profesiones del caballero, proponemos una entrada bastante temprana en el mundo de las armas, mientras que circunscribiríamos el inicio de su carrera literaria hacia 1690. La segunda parte de nuestra tesis versa sobre la obra del caballero de Mailly. Desde un punto de vista bibliográfico, era difícil para un investigador comprenderla en su conjunto porque este escritor a menudo ha sido ignorado por los bibliógrafos y la información recopilada sobre su producción está llena de inexactitudes. La lista de títulos de Mailly sigue siendo incierta debido, principalmente, a problemas en la determinación de su autoría. Estas obras se pueden clasificar en tres grupos: textos firmados explícitamente, textos firmados con iniciales más o menos ambiguas y, finalmente, textos sin firmar. Por otra parte, los diccionarios bibliográficos atribuyen a nuestro escritor títulos del caballero de Méré, de Marivaux o anónimos. Por ello, uno de los aspectos fundamentales de nuestro trabajo de doctorado es la realización de un repertorio único donde se recogen todas las ediciones de las obras de Mailly. Este índice detallado es el resultado de una cuidadosa comparación de dos tipos de fuentes: por un lado, expurgado numerosos catálogos de bibliotecas francesas y extranjeras; por otro, numerosas bibliografías eruditas recopiladas desde el siglo XVIII hasta la actualidad. En ambos tipos de fuentes observamos frecuentes errores de imprenta, omisiones y equivocaciones, lo que reveló la necesidad de completar y especificar esos datos dudosos o insuficientes intentado contrastar dicha información consultando ejemplares in situ o solicitando su reproducción. Este catálogo de ediciones de las obras de Mailly nos hizo ver que el caballero confió sus manuscritos a muchos libreros distintos, lo que nos animó a dedicar un pequeño estudio a estos libreros, impresores y editores por cuyas manos pasaron las primeras ediciones de los textos de nuestro escritor. Hemos limitado este análisis a las obras publicadas durante la vida de Mailly con el fin de identificar la relación del autor con los editores de su obra. En cuanto al análisis de la creación literaria de Mailly, hemos realizado una clasificación genérica. A lo largo de su carrera, entre 1690 y 1723, dio a la estampa más de veinte obras pertenecientes a diversos géneros. Podría decirse que esta producción, publicada principalmente entre 1695 y 1713 (con un fuerte repunte a principios de la década de 1720), se circunscribe tanto en la etapa de auge de la “nouvelle” como en la de su declive. Conforme al uso en aquella época, Mailly declina este género literario ora en su forma de novela corta –en cuyo caso la obra se presenta de manera autónoma–, ora en su forma de relato breve –publicados sobre todo en compendios –. El cuento maravilloso fue también un género bastante cultivado por el caballero de Mailly. Igualmente, bajo el epígrafe de “históricos, religiosos y pseudocientíficos”, hemos recogido escritos que se relacionan con temas diversos, pero dada la preferencia del autor por temas galantes y maravillosos, es posible que estos textos fueran encargos que Mailly habría aceptado para subsistir. En esta línea, nuestro autor compuso algunas obras para ganarse la simpatía y protección de algún gran personaje, o incluso del propio rey, y las dedicatorias que hizo imprimir en la mayoría de sus libros son reveladoras de ello. Además, el caballero de Mailly tradujo dos libros del italiano, así como algunos párrafos del español. Los periódicos contemporáneos elogian su producción, mas el siglo XVIII, que lo vio morir en la oscuridad, ya empezaba a olvidar su obra. En el siglo XIX, los diccionarios biográficos y bibliográficos recogieron el nombre del caballero cuya prolijidad y gran celo confirmaron, pero cuya calidad literaria fue cuestionada casi sistemáticamente. En cuanto a los libros de historia literaria de los siglos XX y XXI, el caballero de Mailly y su producción han sido generalmente desatendidos. Algunas obras generales que mencionan brevemente a este escritor y su producción se limitan a resaltar su falta de mérito. Por otra parte, Mailly es citado muy a menudo en textos especializados sobre cuentos de hadas, lo que no concuerda realmente con la esencia de toda su producción. La dilatada producción literaria del caballero de Mailly, que abarca una gran variedad de géneros (la novela corta, el relato breve, el cuento, la epístola, la poesía, el tratado histórico, científico y moral), apareció entre 1690 y 1723, un período de transición marcado por el final del reinado del Rey Sol y el advenimiento de Luis XV, así como por una evolución del clasicismo hacia la Ilustración. Se trata, por lo tanto, de un periodo muy interesante desde un punto de vista histórico y cultural, cuyos rasgos principales fueron capturados por Mailly en su obra. En sus relatos, nuestro autor representaba a casi todas las clases sociales y una amplia gama de profesiones (abogados, fiscales, religiosos, comerciantes, libreros, lacayos, prostitutas, etc.). De modo que, en su pintura de la sociedad de la época, el ideal de una vida ociosa, inspirado en la nobleza, marcado por el lujo, la mundanidad, los buenos modales y el modelo del “honnête homme”, linda con escenas marcadas por un realismo a menudo bajo y licencioso, a veces burlesco.