Vínculo político con el lugar de origen en la inmigración chilena en Españael constante aquí y allí en los exiliados

Laburpena

El exilio chileno provocado tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, que significó el fin del gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende, empujó al exterior a más de 200.000 personas entre 1973 y 1977 y en total a 400.000 personas, si se considera el final de la sanción en 1988. Muchos de ellas tuvieron que salir rumbo a Argentina, Canadá, México, Suecia, Noruega, Francia, Australia y España entre otros países, durante el periodo de persecución, represión, tortura y, en muchos casos, prisión que puso en marcha la Dictadura del General Pinochet. Tras la muerte del dictador español Francisco Franco, España se convirtió en una opción para el exilio chileno. A partir de 1975, comenzaron a llegar a España los que no se adaptaron en sus primeros países de acogida, liberados de campos de concentración en Chile y aquellos a quienes la recesión económica de 1979 y la persecución política, les empujó al salir del país. La comunidad internacional recibió de distinta manera a las familias de exiliados chilenos: no fue lo mismo llegar a un país con una política de refugiados como Francia o Suecia, que a España que en el momento del exilio chileno, seguía en dictadura. Sin embargo, aunque expresada de distintas formas, la amplia solidaridad de los gobiernos de acogida en Europa permitió a los exiliados chilenos reorganizarse, reacomodar su activismo político y continuar organizando acciones que tuvieran por objetivo la denuncia de lo que estaba pasando en el interior, para negarle legitimidad al régimen. Estas acciones transnacionales, se realizan en el país de acogida, pero en vez de hacerlas para incorporarse a este, son diseñadas para derrocar el gobierno en el país de origen. Tras la muerte del dictador español Francisco Franco, España se convirtió en una opción para el exilio chileno. A partir de 1975, comenzaron a llegar a este país los que no se adaptaron en sus primeros países de acogida, encontrándose con una situación favorable en lo laboral que no les puso problemas a la hora de encontrar su primer empleo, estableciéndose una relación de igual a igual con los ciudadanos españoles. También el contexto de llegada fue favorable a nivel político, al mostrar los españoles una afinidad y solidaridad con la causa latinoamericana en general y chilena en particular. De esta manera, el contexto de salida y de llegada de los exiliados chilenos fue clave en sus actividades transnacionales. Se incentivaron al encontrar un entorno político de izquierdas que les apoyaba y el entorno laboral favorable, sumado al ambiente menos restrictivo en lo que respecta a la política migratoria, favoreció también el desarrollo de la actividad transnacional. Se produjo además un trabajo conjunto entre españoles y chilenos, que se tradujo en que los chilenos volcaron su experiencia en la organización partidista y pusieron estos conocimientos a disposición del nuevo escenario de la política española. El problema que investiga este estudio es el proceso de asentamiento del grupo de exiliados chilenos que escogieron España como destino, cómo resuelven y conviven con la doble ubicuidad en su situación migratoria -el constante aquí y allí- a través de sus políticas de pertenencia y prácticas transnacionales. Esta investigación se centra en su vinculación política con el lugar de origen y el asociacionismo como forma de incorporación a la sociedad de acogida. Se investiga cómo este proceso se transforma y sigue transformándose impulsado constantemente por dispositivos que han surgido desde la constitución de este grupo, entre ellos, el más importante para este trabajo, el derecho al voto en el extranjero que ejercieron los chilenos por primera vez en las elecciones presidenciales de noviembre de 2017. Códigos UNESCO: 520403 (Migraciones)- 630401 (Conflictos)- 550402 (Historia contemporánea)- 520302 (Movilidad y migraciones internacionales)- 510199 (Memoria histórica).