The contemporary imaginationethics and aesthetics in John Banville's art trilogy (1989-1995)

  1. Delgado Crespo, Violeta
Dirigida por:
  1. Susana Onega Jaén Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 30 de octubre de 2015

Tribunal:
  1. Angeles de la Concha Muñoz Presidente/a
  2. Constanza del Río Alvaro Secretario/a
  3. Marta Cerezo Moreno Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 394497 DIALNET

Resumen

El presente estudio aborda una selección de la obra del autor irlandés john banville, la llamada trilogía sobre el arte, y que comprende las novelas tituladas the book of evidence (1989), ghosts (1993) y athena (1995). Su principal objetivo es analizar la relación entre la ética y la estética que las tres novelas por separado y de forma conjunta presentan o, mejor dicho, representan. Los narradores de las novelas de john banville son personajes que se caracterizan por una relación difícil con el mundo que les rodea. Todos ellos intentan aprehender, representar o incluso acomodar la realidad de alguna manera. Unos recurren a la ciencia (como los narradores de la llamada tretralogía científica), otros al arte, otros a la narración autobiográfica (la mayoría de ellos, pero especialmente a partir de los años 90). El protagonista de la trilogía es un ex científico llamado freddie montgomery que tiene problemas para relacionarse con los demás (con su madre, su mujer, su hijo o el mundo en general), hasta el punto de que un día comete un brutal asesinato casual. En the book of evidence nos encontramos con el monólogo dramático de tipo confesional de un narrador autor que nos invitará a suscribir un pacto de ficción para ser testigos de una narración del yo como objeto y de una narración de formación de identidad, a la vez que se examina y se concibe el encuentro con el otro desde el punto de vista del fracaso de la imaginación contemporánea. Para poder entender este monólogo el lector deberá recurrir al canon occidental y aceptar la firma de dicho pacto, dejándose llevar por la estética a expensas de la ética. Lo mismo ocurre en la siguiente novela, ghosts, en la que el lector deberá utilizar la imaginación para responder a un texto deliberadamente extraño e inerte, que resulta ser una proyección del otro (basada en una falsa ilusión inspirada en el mito de pigmalión), y por lo tanto una imposibilidad. La imaginación no puede re-crear al otro literalmente y todo lo que aquella concibe es pura ensoñación. Mientras que montgomery falla en su respuesta al imperativo ético del encuentro con el otro (representado en forma de mujer), el lector de la trilogía ha de responder de forma responsable para comprender la otredad del texto sin extinguirlo, es decir, sin reducirlo y, por lo tanto, asimilarlo al sujeto que lee o interpreta. Esto obliga al lector a aceptar esa indecibilidad que crea la ficción, que no es más que un mero reflejo o apariencia de realidad (en el sentido platónico). La tercera novela, athena, va más allá en su representación de la alteridad porque constituye pura alegoría, una alegoría posmoderna que es, a su vez, consciente de su propia alteridad: el texto no puede re-crear al otro excepto en el ámbito de la fantasía. Esta novela final supone también una invitación al lector a sumergirse en el laberinto de la imaginación y la fantasía, a través del romance, del mito, de la narración épica, del misticismo, del viaje arquetípico del héroe e incluso a través de la pornografía, concebida como una forma de mitología posmoderna. El análisis concluye con la constatación de la posibilidad de renunciar a entrar en ese laberinto y quedarse en la superficie, donde el texto permite una lectura sobre la ética de representación de género, en la que la mujer constituye el otro-femenino en relación al yo masculino. En las tres novelas, el arte se presenta desde una perspectiva humanista, al concebirse como un lenguaje alternativo que puede proporcionar nuevas posibilidades cognitivas. Pero el arte en la trilogía resulta ser otra forma de alteridad, puesto que solo está presente de forma ecfrásica, a través de las descripciones que se realizan de los cuadros que motivan las novelas. De esta forma lo visual se asimila a lo verbal, revelando una vez más la imposibilidad de imaginar o representar al otro mediante el lenguaje, y por lo tanto (de-) mostrando tanto el triunfo como el fracaso de la imaginación contemporánea.