El devenir del sujeto en el pensamiento de Roland Barthesuna perspectiva ontológica

  1. Marqueta Calvo, Elena
Supervised by:
  1. José Luis Rodríguez García Director

Defence university: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 26 September 2017

Committee:
  1. Francisco José Martínez Martínez Chair
  2. Juan Manuel Aragüés Estragués Secretary
  3. Amanda Núñez García Committee member

Type: Thesis

Teseo: 499793 DIALNET

Abstract

En esta tesis doctoral se ha estudiado la obra del pensador e intelectual francés Roland Barthes (1915-1980) desde una perspectiva filosófica. Desde ésta se ha pretendido, además de destacar el valor de la obra de tal autor, solucionar un problema que surge en la misma. Nos referimos al problema del Sujeto. Atendiendo de manera cronológica al pensamiento de Barthes, nos encontramos con diferentes etapas en el mismo. Así, si bien presentamos, por su interés con respecto al concepto del Sujeto y la continuidad de algunos de sus temas y conceptos, un primer y un último Barthes, nos interesó en concreto el Barthes estructuralista y el postestructuralista. La razón de esta centralidad es que entre ambas etapas es donde se desarrolló la contradicción mencionada. Si bien Roland Barthes comienza su andadura estructuralista a finales de los años cincuenta atendiendo a esta metodología como una suerte de herramienta política, pronto centrará su atención en tal metodología por ella misma. De este modo desarrollará la ciencia semiológica que, si bien debía ser la ciencia general de los signos que abarcase la lingüística estructural, se derivará en Barthes de tal lingüística. Con este giro lingüístico, Barthes se suma a aquellos autores de la época que hicieron del estructuralismo una ontología. Esta ontología lingüística pasará así a ser la base de pensamiento en la que Barthes se moverá, teniendo como consecuencia principal la total desaparición del Sujeto como centro de cualquier análisis, entendiendo que éste no es otra cosa que una construcción lingüística, un efecto del lenguaje. La antinomia aparece entonces cuando, a partir de 1968, Barthes pluralice sus ideas, abriendo las estructuras, y con ello, comience a desarrollar una estética hedonista. A todas luces parecería entonces que, desde tal estética y sus nuevos conceptos, estaría recuperando o configurando al mismo tiempo una nueva ontología que sitúe otra vez al Sujeto como centro de toda relación con el mundo. Sin embargo, desde la perspectiva filosófica, se presenta todavía como base de esta etapa su ontología lingüística. La antinomia y la pregunta que nos surge no puede entonces ser otra: ¿cómo se configura una estética hedonista donde el Sujeto, que parece surgir como centro de la experiencia, es un constructo lingüístico? Nuestro objetivo fue responder esta pregunta a través de los propios conceptos de Barthes, y, atendiendo así a toda su obra, comprender finalmente que Barthes es capaz de solucionar la antinomia, manteniendo su ontología lingüística que, por otra parte, nos permite demostrar que, más allá de la ambigüedad y multiplicidad que caracterizó a nuestro autor, fue un pensador riguroso que mantuvo durante cerca de veinte años la misma base ontológica sobre la cual construyó su pensamiento.