Ecotoxicología del cambio globalimpacto de la radiación ultravioleta, los metales pesados y los contaminantes orgánicos sobre las comunidades biológicas

  1. Muñiz Cabrera, Selene
Supervised by:
  1. Enrique Navarro Rodríguez Director

Defence university: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 30 September 2016

Committee:
  1. Manuel Peleato Sánchez Chair
  2. Helena Guasch Padró Secretary
  3. José Luis Martínez Guitarte Committee member

Type: Thesis

Teseo: 424160 DIALNET

Abstract

INTRODUCCIÓN: En la actualidad las comunidades biológicas terrestres y acuáticas se encuentran sometidas a múltiples factores de estrés de origen antrópico. El cambio global se ha definido como el conjunto de cambios ambientales influidos por aquellas actividades humanas que, aunque ejercidas localmente, tienen efectos que trascienden el ámbito local o regional para afectar al funcionamiento global del sistema Tierra. El cambio climático, que forma parte del cambio global, está suponiendo un aumento en la temperatura media global en la superficie terrestre (0,6 ± 0,2°C durante el siglo XX), así como alteraciones en la intensidad y frecuencia de las precipitaciones a nivel regional. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático, existe un 95% de certeza de que la actividad humana, principalmente la emisión de gases de efecto invernadero, es actualmente la causa principal del calentamiento global. Una gran parte de las especies afrontan un riesgo creciente de extinción debido al cambio climático, especialmente porque este interactúa con otros factores de estrés. Por ejemplo, varios autores han propuesto una posible relación entre el cambio climático y un incremento en la intensidad de la radiación ultravioleta a la que estarán expuestos los organismos acuáticos. Aparte de la extinción de especies, otras huellas de cambio global en los ecosistemas son la alteración de los bienes y servicios que estos aportan, la disminución de su resistencia a las perturbaciones (resiliencia), la pérdida de hábitats y la expansión de especies exóticas invasoras, así como el deterioro generalizado de la calidad del agua por la lluvia ácida, la eutrofización (aportes excesivos de nitrógeno y fósforo) y la introducción de contaminantes. Respecto a esto último, el crecimiento continuado de la población humana y de su consumo de recursos naturales ha provocado que la contaminación ambiental sea un problema a escala planetaria. La contaminación química derivada de la liberación en el medio ambiente de metales pesados y de diversos contaminantes orgánicos (p. ej. compuestos de origen industrial como los organoclorados y contaminantes emergentes como los fármacos) es fuente de toxicidad para los organismos. Además, la contaminación afecta a la capacidad de los seres vivos para tolerar las condiciones de su hábitat (temperatura, humedad, radiación solar, nutrientes, pH, etc.), del mismo modo que estos factores ambientales influyen en la toxicidad de los contaminantes. Como resultado, las comunidades biológicas sufren un importante estrés ambiental, que puede tener como consecuencia la desaparición de ciertas especies si no son capaces de reaccionar ante las nuevas condiciones ambientales mediante una aclimatación o una adaptación que incluyan cambios fisiológicos y/o en el comportamiento. El objetivo general de esta tesis ha sido estudiar el impacto ambiental de diversos estresores químicos y físicos mediante nuevos enfoques metodológicos capaces de abordar los retos del cambio global, como son la exposición simultánea de los organismos a múltiples estresores y los contaminantes emergentes. Así, en el Capítulo 1 se desarrolló una nueva metodología que permite una estimación más precisa de las dosis (energía por unidad de superficie) de radiación ultravioleta (UVR) y radiación fotosintéticamente activa (PAR) a las que están expuestos los organismos acuáticos durante la experimentación en el laboratorio. Tras determinar la extinción del UVA, el UVB y la PAR en suspensiones del alga unicelular Chlamydomonas reinhardtii, se calcularon los coeficientes de extinción (k) correspondientes a esos rangos de longitud de onda. Hasta la fecha, en este tipo de ensayos solamente se ha tenido en cuenta la intensidad de la radiación medida en la superficie de las suspensiones algales, lo que lleva a sobrestimar la dosis de este estresor físico recibida por las algas. En el Capítulo 2 se realizó una aproximación a un escenario de exposición a múltiples estresores. En concreto, se evaluó la toxicidad individual y combinada de un estresor físico (UVR) y un estresor químico (Zn) para C. reinhardtii, analizando distintos parámetros de su actividad fotosintética mediante fluorimetría. También se estudió el papel modulador de la temperatura sobre los efectos de la UVR sobre la fotosíntesis, así como el posible aumento o reducción de la toxicidad del Zn (o de una combinación de Zn y UVR) ante una aclimatación previa a la UVR (i.e. permitiendo que se produjera una estabilización de los parámetros fotosintéticos ante las nuevas condiciones de radiación antes de exponer a las algas a otros factores de estrés). En este trabajo se aplicó la metodología descrita en el Capítulo 1 para calcular las dosis de radiación. Tras haber utilizado las técnicas descritas anteriormente con algas unicelulares cultivadas en el laboratorio, tanto la fluorimetría como el cálculo de los k UVR se aplicaron al estudio de comunidades naturales de organismos fotosintéticos procedentes de un ecosistema fluvial (biopelículas de perifiton). El primer objetivo del Capítulo 3 fue evaluar la tolerancia del perifiton del río Gállego (Huesca y Zaragoza) a un incremento en la intensidad de la UVR recibida y comprobar si dicha tolerancia estaba relacionada con su historia de exposición a la UVR. Con este fin se utilizaron canales artificiales de metacrilato, en los que se colocaron sustratos hechos del mismo material tras ser colonizados por el perifiton en su hábitat natural. El segundo objetivo fue obtener fórmulas matemáticas que permitieran estimar los k UVA y k UVB en el agua del río Gállego a partir de los valores de ciertos parámetros fisicoquímicos del agua, una vez conocidos cuales de ellos explican en mayor medida la extinción de la UVR en cada tramo fluvial. Esta metodología podría ser útil para determinar las dosis de UVR recibidas por los organismos acuáticos en el medio natural. Si en el Capítulo 2 se utilizó la fluorimetría para estudiar el impacto de estresores como la UVR y los metales pesados sobre la fotosíntesis de C. reinhardtii, en el Capítulo 4 se empleó esta técnica para determinar la toxicidad de cuatro compuestos orgánicos pertenecientes a la familia de los levulinatos (levulinatos de etilo, metilo y butilo, y ácido levulínico). Los levulinatos tienen múltiples aplicaciones industriales y están considerados como sustancias de la “química verde”, debido a su mínimo impacto ambiental. Este trabajo formó parte de otro más amplio en el que se determinó que la toxicidad de los levulinatos para los organismos acuáticos depende de la longitud de su cadena alquil. El objetivo del Capítulo 5 fue evaluar la tolerancia de las comunidades microbianas heterótrofas de un ecosistema acuático de alta montaña a diferentes metales pesados (Al, Cu, Zn y Pb), ya que los ecosistemas de montaña están demostrando ser especialmente sensibles al cambio global. La zona de estudio fue el ibón Pica Palomera y el río Unhòla, que nace en dicho ibón (Valle de Arán, Pirineos leridanos), siendo un área que en el pasado se vio afectada por la minería de metales. En concreto, se estudió la posible relación entre las diferencias en las condiciones ambientales del ibón y de tres tramos del río (principalmente respecto al pH y la concentración de metales) y la toxicidad de los metales para los microorganismos. Para ello, se analizó el perfil fisiológico de las comunidades microbianas acuáticas tras ser expuestas a distintas concentraciones de dichos metales, utilizando placas Biolog ECO MicroPlates con el fin de detectar los cambios en su actividad metabólica heterótrofa. En el Capítulo 6 se estudió la toxicidad de 18 fármacos, que son compuestos orgánicos considerados como contaminantes emergentes. En este caso, además de emplear la fluorimetría con C. reinhardtii, se usaron placas Biolog ECO MicroPlates para analizar la actividad metabólica de la comunidad microbiana heterótrofa del suelo, así como un ensayo que utiliza como parámetros toxicológicos el porcentaje de germinación de las semillas y la elongación de la radícula y el hipocotilo de Lactuca sativa. Por último, el Capítulo 7 se desarrolló en el área que rodea al vertedero de Bailín (Sabiñánigo, Huesca), cuyos suelos están afectados de contaminación por hexaclorociclohexanos (HCHs) y otros compuestos organoclorados como consecuencia de la producción del insecticida lindano (γ-HCH). Su objetivo fue conocer las concentraciones de estos compuestos en los suelos, así como analizar su efecto sobre la actividad metabólica de la comunidad microbiana heterótrofa del suelo (utilizando placas Biolog ECO MicroPlates) y su toxicidad para las lombrices de tierra (Allolobophora chlorotica), estudiando su respuesta de evitación con un ensayo normalizado basado en el comportamiento. Además, se estudió el posible papel de las lombrices como facilitadoras de la extracción y/o la degradación microbiana de estos contaminantes orgánicos. Finalmente, gracias a la colaboración del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) de Madrid y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs. GRANADA), se evaluó la presencia en los suelos estudiados de disruptores endocrinos (agonistas o antagonistas hormonales) o de inductores enzimáticos, mediante la realización de ensayos celulares in vitro. CONCLUSIONES GENERALES: Posiblemente el mayor desafío al que se enfrenta la ecotoxicología en la actualidad se refiere a cómo el cambio global está alterando los escenarios ambientales donde los organismos sufren la exposición a los tóxicos. Estas alteraciones pueden influir positiva o negativamente en la toxicidad de los contaminantes. Al mismo tiempo, la contaminación puede reducir la capacidad de los seres vivos para tolerar las nuevas condiciones de su hábitat impuestas por el cambio global. Para entender y mitigar el impacto que las actividades humanas tienen en los ecosistemas es necesario disponer de un conjunto amplio y diverso de métodos y aproximaciones experimentales con el que poder afrontar estos nuevos escenarios. - La exposición a la UVR en ambientes acuáticos. Uno de los primeros elementos del cambio global que se dio a conocer a la opinión pública fue la disminución de la concentración de ozono estratosférico (el agujero en la capa de ozono) y el consecuente incremento de la radiación ultravioleta (UVR) incidente sobre la superficie terrestre. Sin embargo, este no es el único factor capaz de modificar la exposición de los organismos acuáticos a esta radiación. Algunos fenómenos asociados al cambio climático (p. ej. alteraciones en la frecuencia e intensidad de las precipitaciones) podrían modificar las características fisicoquímicas de las aguas naturales y afectar indirectamente a la extinción de la UVR. La intensidad de la UVR y de la radiación fotosintéticamente activa (PAR) se reduce a medida que la luz penetra a través de la columna de agua, lo que es debido a la presencia de algas unicelulares (fitoplancton), de materia orgánica disuelta coloreada (CDOM) y de partículas en suspensión (turbidez). Como se ha explicado en el Capítulo 1, determinar las dosis de UVR o PAR sin tener en cuenta la extinción de la radiación debida al fitoplancton lleva a subestimar su toxicidad, especialmente en el caso del UVB, que es la UVR que alcanza la superficie terrestre que resulta más dañina para los seres vivos. Además, los resultados de esta tesis muestran que la CDOM y, especialmente, la turbidez del agua (cuyo aumento está estrechamente asociado a episodios de precipitaciones intensas, que podrían ser más frecuentes como consecuencia del cambio climático) son parámetros que deberían tenerse en cuenta a la hora de evaluar el impacto de la UVR sobre los ecosistemas fluviales (Capítulo 3). El método propuesto en esta tesis permite estimar la extinción de la UVR de un modo sencillo y con un empleo mínimo de recursos. No obstante, los organismos acuáticos fotosintéticos poseen mecanismos que les hacen capaces de aclimatarse a cambios en la composición y la intensidad de la radiación a la que están expuestos (UVR o PAR) sin sufrir daños celulares irreparables. Este es el caso del alga verde unicelular Chlamydomonas reinhardtii, cuyos mecanismos de fotoprotección frente a la UVR permitieron adaptar su eficiencia fotosintetica a las nuevas condiciones de radiación de un modo reversible (Capítulo 2), y del perifiton del tramo bajo del río Gállego, que toleró un incremento en la intensidad de la radiación UVB de aproximadamente el doble de la irradiancia estival medida en su hábitat natural (Capítulo 3). La aplicación de la metodología para determinar la extinción de la radiación en suspensiones de C. reinhardtii se utilizó en el Capítulo 2 para establecer que dosis de UVR de hasta 18,11 J cm-2 de UVA y 5,78 J cm-2 de UVB no provocaron cambios en los pigmentos ni peroxidación de lípidos. Sin embargo, el cambio global se caracteriza por la multiplicidad de factores de estrés que actúan simultáneamente sobre los organismos, llegando a superarse la capacidad de sus mecanismos de protección. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la UVR se combina con altas concentraciones de un metal pesado (Zn) o con bajas temperaturas, como se ha visto en esta tesis. - Diversidad e innovación metodológica para evaluar la toxicidad de los contaminantes. El cambio global también ha conllevado la liberación en el medio ambiente de nuevas sustancias, tanto de origen natural (Capítulo 4) como sintéticas (p. ej. compuestos organoclorados, ver Capítulo 7). Algunos de estos compuestos se consideran contaminantes emergentes, tal y como ocurre con los fármacos (Capítulo 6). Con frecuencia la toxicidad de estas sustancias para los organismos acuáticos y edáficos es poco conocida, por lo que es necesario adaptar metodologías ya existentes que permitan evaluarla, así como desarrollar otras más novedosas. La fluorimetría PAM (Capítulos 2, 3, 4 y 6) ha demostrado ser útil para conocer el efecto tóxico de distintos factores de estrés físicos y químicos (UVR, metales pesados, temperatura, levulinatos y fármacos) sobre la fotosíntesis de un alga unicelular (C. reinhardtii), elegida como organismo modelo, y del perifiton. Esta información fue en ocasiones complementada con el análisis de pigmentos y de peroxidación de lípidos, que contribuyeron a entender los procesos subyacentes a las diferentes respuestas biológicas observadas. Además, el uso de canales artificiales hizo posible trabajar en condiciones de laboratorio con el perifiton recogido en su hábitat natural, aumentando el realismo de las condiciones de exposición y mejorando la extrapolación de los resultados a los sistemas naturales. Por otro lado, la técnica basada en el uso de placas Biolog ha permitido estudiar el metabolismo de las comunidades microbianas heterótrofas que habitan tanto en el agua (Capítulo 5) como en el suelo (Capítulos 6 y 7), conocer su tolerancia a algunos metales pesados y fármacos, así como explorar sus interacciones con otros organismos (Allolobophora chlorotica) y con los contaminantes orgánicos. Asimismo, en el Capítulo 6 se llevó a cabo un ensayo que usa la germinación y el desarrollo de plántulas de lechuga (Lactuca sativa) como parámetros toxicológicos. Mediante la combinación de distintas metodologías, en ese capítulo se obtuvo una visión más global sobre el impacto de diversos fármacos sobre la comunidad biológica. Por último, el uso de lombrices de tierra en estudios de toxicidad ambiental ha ido evolucionando, existiendo hoy en día protocolos normalizados que se basan en su comportamiento (Capítulo 7). Este enfoque novedoso hace posible estudiar a estos invertebrados de un modo no invasivo. Mediante su respuesta de evitación, las lombrices actúan como biosensores de la contaminación del suelo. Además, las concentraciones necesarias para que sea observable un efecto en su comportamento son menores que las que causan su muerte, por lo que la relevancia ambiental de los ensayos que utilizan la evitación como parámetro toxicológico sería mayor a la de los ensayos que se basan en la letalidad. - La evaluación de la toxicidad de nuevos contaminantes. Mediante la aplicación de los métodos anteriores fue posible conocer que la toxicidad de los levulinatos para C. reinhardtii es escasa (EC50 1 h > 1000 mg l-1) (Capítulo 4), lo que concuerda con la consideración de estos compuestos orgánicos como pertenecientes a la “química verde”. En el caso de los fármacos (Capítulo 6), las concentraciones necesarias para que se produzcan efectos tóxicos a corto plazo (horas o días) también fueron elevadas (mg l-1 y mg kg-1). Solamente algunos de ellos destacaron por su mayor toxicidad. El sulfametoxazol, un antibiótico hidrosoluble, fue el fármaco más nocivo para los microorganismos heterótrofos del suelo. Sin embargo, la comunidad microbiana edáfica posiblemente fue capaz de degradar otros como el paracetamol y el ácido salicílico, utilizándolos como fuente de carbono y energía. El propanolol, un βbloqueante, destacó por su toxicidad para L. sativa. Además, cuando se estudió el efecto de cuatro antiinflamatorios sobre la eficiencia fotosintética de C. reinhardtii, el ácido salicílico resultó ser el compuesto más tóxico para esta alga. Los resultados del Capítulo 6 sugieren que sería recomendable evaluar los efectos crónicos causados por concentraciones menores de estos fármacos a largo plazo (meses y años). - La ecotoxicología en ambientes extremos. Asimismo, el cambio global supone la aparición de nuevos factores de estrés en ecosistemas que se caracterizan por unas condiciones ambientales extremas y por estar poblados por organismos capaces de tolerarlas. Su estudio puede aportar información que ayude a comprender tanto los mecanismos de protección ante determinados tipos de estrés ambiental como los procesos adaptativos que han dado lugar a los mismos. En este sentido, el área de estudio del Capítulo 5 fue un ecosistema de alta montaña en cuyas aguas existen altas concentraciones de metales pesados y una elevada acidez. Por ello, se consideró de interés evaluar qué efecto tendría sobre la comunidad microbiana acuática un aporte adicional de metales. El incremento de las concentraciones de Al, Cu y Zn afectó en menor medida a los microorganismos que habitan en las aguas más ácidas y con una mayor concentración de esos metales. Este hecho podría deberse en primer lugar a una menor biodisponibilidad de los metales (ya que su absorción celular se reduce en aguas ácidas) y, en segundo lugar, a la condición acidófila y acidotolerante de los pocos taxones especializados que habitarían esas aguas, ya que se ha observado que estos organismos poseen mecanismos que aumentan su tolerancia a los metales pesados. En cambio, en las aguas con un pH próximo a la neutralidad, la toxicidad del Al y el Zn podría aumentar ante una menor exposición histórica a estos metales. La aparente capacidad del Pb para estimular el metabolismo microbiano, que se observó en este estudio, podría ser un tema de investigación interesante a desarrollar. - La ecotoxicología aplicada al estudio de lugares contaminados. No obstante, el papel de la investigación ecotoxicológica en el contexto del cambio global no puede limitarse al estudio de los efectos tóxicos de los contaminantes sobre los organismos. Es de vital importancia obtener información científica que ayude a resolver los casos reales de contaminación en el medio natural, como son los casos de contaminación del suelo a consecuencia de la actividad industrial. En el estudio realizado en las cercanías del vertedero de Bailín (Capítulo 7) se identificó una zona donde la contaminación del suelo era especialmente grave (sobre todo por ε-HCH, 2,4,6-triclorofenol y pentaclorobenceno) y en la que se encontraron niveles detectables de lindano (γ-HCH). El suelo de esta zona fue extremadamento tóxico para las lombrices a corto plazo y la actividad metabólica heterótrofa de su comunidad microbiana fue más limitada que en el resto de los suelos estudiados. En ese mismo suelo se encontraban presentes sustancias capaces de activar los mecanismos de desintoxicación celular y otras que actúan como disruptores endocrinos. Los resultados de este trabajo sugieren que ciertas lombrices de tierra autóctonas podrían aumentar la extractabilidad de algunos isómeros de HCHs (p. ej. γ-HCH) y favorecer su degradación microbiana en los suelos con un grado de contaminación medio o bajo. Las lombrices también podrían reducir la intensidad de la disrupción endocrina en esos suelos. Estas habilidades de las lombrices podrían utilizarse para desarrollar una técnica de biorremediación en el futuro. Para ello, podría ser necesario mezclar los suelos más contaminados con otros suelos naturales no contaminados con mejores propiedades fisicoquímicas. Como conclusión final, la combinación de múltiples técnicas y organismos en este trabajo ha permitido abordar la complejidad de los escenarios de exposición biológica a diferentes estresores químicos y físicos que caracteriza al cambio global. REFERENCIAS: 1. Duarte, C.M., et al., Cambio global: impacto de la actividad humana sobre el sistema Tierra. Colección Divulgación. 2006, Madrid, España: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). 166. 2. IPCC, Cambio climático 2014: Informe de síntesis. Contribución de los grupos de trabajo I, II y III al quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático. 2014, Ginebra, Suiza. 157. 3. Häder, D.P., et al., Effects of solar UV radiation on aquatic ecosystems and interactions with climate change. Photochemical and Photobiological Sciences, 2007. 6(3): p. 267-285. 4. Williamson, C.E., et al., Beneficial and detrimental effects of UV on aquatic organisms: implications of spectral variation. 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