Por la renovación del discurso hispano-marroquí

  1. Escribano Francés, Gonzalo
  2. Sánchez Andrada, Curro
Revista:
Política exterior

ISSN: 0213-6856

Año de publicación: 2015

Volumen: 29

Número: 166

Páginas: 74-84

Tipo: Artículo

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Resumen

España y Marruecos tratan de crear una narrativa más constructiva y cooperativa que responda a la nueva realidad económica y a la complejidad de los vínculos bilaterales. Pese a las discrepancias latentes, se avanza en una visión más equilibrada de los problemas comunes. La XI Reunión de Alto Nivel (RAN) Marruecos-España del 5 de junio en Madrid ha estrenado tímidamente un nuevo discurso sobre las relaciones económicas bilaterales. Desde hace años se busca una nueva narrativa que responda a los cambios económicos experimentados por ambos países, así como al actual contexto geoeconómico regional y global. Esas nuevas realidades requieren una narrativa de complementariedad y no de competencia, de convergencia de preferencias en vez de divergencias, sin caer en la ingenuidad pero tampoco en un realismo esterilizador. Algo de ese nuevo enfoque se ha podido apreciar en la XI RAN, que no obstante ha seguido marcada por su continuidad con las precedentes, con las que no ha terminado de romper en algunos de sus aspectos, como procurar un colchón de intereses mullido, remitir a las negociaciones con la Unión Europea o postergar los asuntos difíciles. Una relación económica en evolución Los discursos oficiales de la RAN estuvieron plagados de cifras ciertamente espectaculares: en 2014 el comercio bilateral superó los 10.000 millones de euros y fue favorable a España en casi 2.000 millones, gracias a las más de 17.000 empresas españolas que exportaron a Marruecos, donde están presentes casi un millar de empresas más, muchas de ellas pymes. En 2013, casi el 13 por cien de las compañías exportaron a Marruecos, más que a Francia (12 por cien) y solo por detrás de Estados Unidos (17 por cien). No obstante, la exportación media anual ese mismo año fue modesta (unos 290.000 euros por empresa), apreciándose una fuerte concentración de las exportaciones en pocas compañías y una elevada rotación en las mismas. Del lado marroquí, España ha adelantado a Francia como primer socio comercial, representando casi el 17 por cien de sus exportaciones y el 13 de sus importaciones. De hecho, hace tiempo que lo es si se computa el comercio atípico con Ceuta y Melilla. Por parte de España, Marruecos es su noveno mercado mundial, segundo fuera de la Unión Europea, solo por detrás de EE UU, y primer mercado africano, con diferencia, para las exportaciones españolas, según el informe de 2014 de la Oficina Económica y Comercial de España en Marruecos. Siempre con datos provisionales para 2014, el 2,4 por cien de las exportaciones españolas ese año se destinaron a Marruecos. Aunque el porcentaje pueda parecer reducido cualquier comparación resalta la relevancia del dato, ya que su porcentaje se ha cuadruplicado en 20 años (0,8 por cien en 1995). Como noveno mercado para España, supera en porcentaje de las exportaciones a países comunitarios como Polonia (1,6 de las exportaciones españolas), a grandes economías emergentes latinoamericanas como México (1,4) o Brasil (1,3), o a la propia China (1,6)