Sesgo de genero en la demanda de financiacion de las emprendedoras

Abstract

En un contexto económico donde la actividad de los emprendedores es clave para el desarrollo de los países y sus ciudadanos, resulta crítico entender por qué las mujeres muestran en numerosos países una menor actividad emprendedora. Dentro de este contexto sobre el emprendimiento femenino, la presente investigación analiza la dimensión relativa a su financiación como potencial barrera, con especial foco en el lado de la demanda. En muchos casos, la fuente de financiación más simple y preferida para las emprendedoras es la financiación propia, pero existe una limitación en la cantidad de dinero que puede obtener así la emprendedora. Por lo tanto, las emprendedores pueden demandar financiación adicional de fuentes externas, como las proporcionados por amigos y familiares, o por terceros como bancos o capital riesgo. Como punto de partida, una revisión de 4,520 publicaciones sobre las fuentes financiación de las emprendedoras, permite comprobar como se repiten ciertas pautas, como una menor capitalización de las nuevas empresas creadas por mujeres, y un menor uso de financiación externa, especialmente formal de bancos y entidades financiares. Partiendo de estas bases teóricas, se procede a analizar empíricamente en un contexto internacional la actitud y comportamientos de las emprendedoras. El primer análisis empírico internacional, sobre datos del Global Entrepreneurship Monitor, confirma la diversa realidad de la financiación de las emprendedoras de diversos países con diferentes niveles de innovación, tanto en vías de desarrollo como desarrollados. Se confirma así la relevancia del entorno nacional de la emprendedora, identificando 5 clústeres con perfiles diferentes en términos de las preferencias declaradas por las emprendedoras. Las variables más relevantes se refieren al acceso a financiación ajena, bien mediante bancos o bien a través de sus propios familiares. Partiendo de estos resultados, se desarrolla un segundo análisis empírico internacional para identificar las variables que condicionan esa demanda de financiación por parte de las emprendedoras tanto de bancos como de familiares, mediante un modelo logit. Como conclusiones principales, las decisiones en materia de demanda financiación de las emprendedoras se ven influidas por dimensiones externas, como el entorno social, así como las particularidades de la emprendedora y su actividad empresarial. El entorno social de la emprendedora afecta a sus decisiones: se verifica el efecto que tiene la percepción del impacto generado por los medios y la percepción social positiva sobre la financiación por familiares de la emprendedora. La dimensión de la actividad relativa a su perfil de exportación resulta relevante para las emprendedoras a la hora de contar con financiación por bancos y entidades financieras, al igual que para los hombres que emprenden. En cambio, la dimensión de la innovación es significativa y para la financiación por familiares por parte de los hombres que emprenden, pero no tan relevante en el caso de las emprendedoras. Finalmente, sobre las variables personales, resulta relevante considerar cuando la falta de oportunidades laborales es lo que impulsa a la emprendedora a iniciar su actividad, dado que se asocia con una mayor relevancia de la financiación informal por familiares. Estos análisis permiten avanzar, tanto en términos académicos como sociales, sobre las diferencias de género ante el emprendimiento y, en concreto, las variables asociadas a las diferentes fuentes que las emprendedoras pueden demandar para su financiación.