Arquitectura y construcción militar en la base naval de Cádiz durante la II Guerra Mundial

  1. Ortega Feliu, Pilar
Dirigida per:
  1. José Manuel Aladro Prieto Director/a

Universitat de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 14 de de setembre de 2017

Tribunal:
  1. María Dolores Antigüedad del Castillo-Olivares Presidenta
  2. Ramón Pico Valimaña Secretari/ària
  3. Juan Ramón Cirici Narváez Vocal
  4. Fernando Pérez Mulet Vocal
  5. Benito Sánchez-Montañés Macías Vocal

Tipus: Tesi

Teseo: 484934 DIALNET lock_openIdus editor

Resum

Terminada la Guerra Civil Española, sobre la bahía de Cádiz planearán nuevas amenazas de las que tendrá que protegerse. Las murallas, que hasta el momento habían sido la fortaleza protectora de Cádiz convirtiéndola en una ciudad abaluartada, son ahora un referente de localización. El objetivo del enemigo se vuelve más ambicioso. El nuevo sistema defensivo supone un cambio en la lectura del territorio, de las torres atalaya y castillos medievales, pasando por los sistemas abaluartados y baterías de costa del siglo XIX, llegamos a los años cuarenta del siglo XX con un importante despliegue de medios a nivel técnico militar. Las tácticas de combate han evolucionado junto con las nuevas herramientas de ataque. Las fortificaciones del siglo anterior se han quedado obsoletas, es necesario adaptarse a las nuevas tecnologías. No se descartarán sin embargo las fortalezas de las instalaciones militares, sobre los antiguos emplazamientos artilleros se colocarán sofisticados sistemas de piezas de artillería, repuestos dotados de montacargas, observatorios con telémetro y toda la logística asociada. De la experiencia de las batallas libradas hasta ese momento en el siglo XX y siguiendo el ejemplo de otros países europeos, el nuevo sistema defensivo será una muralla no visible. La costa gaditana quedará protegida por una red de fuegos cruzados situados estratégicamente, controlados y dirigidos por sus torres observatorio. Para el combate defensivo, los nidos de ametralladoras formarán una red superpuesta a la anterior la formarán los nidos de ametralladoras, perfectamente ubicados en las zonas de resistencia para conducir al enemigo al campo de batalla. Dividida la costa en sectores, la costa norte de la provincia de Cádiz formará parte del muro defensivo del Atlántico, que se blinda con más intensidad en el campo de Gibraltar. En el trabajo de investigación se describen los proyectos de las construcciones defensivas que se redactaron en la Base Naval de Cádiz, controlando el sector entre Sanlúcar de Barrameda y Chiclana. Será de especial importancia la protección de la desembocadura del Guadalquivir. En el trabajo de campo se han localizado los subelementos que llegaron a materializarse, aquellos que han desaparecido recientemente y los que están a punto de desaparecer. Los nidos de ametralladoras de este sector corresponden con un proyecto que basado en las mismas instrucciones técnicas, tendrá un diseño distinto a los del sector de Vejer y campo de Gibraltar. El hormigón armado se manifiesta como el material defensivo por excelencia. La capacidad para conseguir muros de gran espesor será asumida como característica esencial para el blindaje de las nuevas construcciones defensivas militares. La imagen sólida y compacta que proporciona el hormigón, empleado en los fortines, torres observatorio y nidos de ametralladoras son hoy un referente de diseño englobado en el concepto europeo de bunker. Las esquinas redondeadas de unos, las aspilleras mínimas para ametralladoras, las troneras con derrames exteriores para cañones de otros o las rendijas en los monolitos de hormigón protegidas por las viseras de los telémetros, han pasado desapercibidas hasta el momento. Los sistemas de transporte y comunicación serán sumamente importantes para la toma de decisiones sobre la localización de los nuevos emplazamientos. Las posibilidades que la vía férrea proporciona para el abastecimiento de materiales y munición, harán de la sierra de San Cristóbal un punto estratégico. Las cuevas y canteras de la ladera sur de la sierra se convertirán en el Depósito General de municionamiento de la Base. Las cuevas de mayor tamaño se habilitan para transformar sus amplios espacios, protegidos de las vistas, en un inmenso polvorín.