Dispositivos que propulsaron la evolución de la balanza

  1. M.T. CARRASCAL-MORILLO 1
  2. C. GARCÍA-GARCÍA 2
  3. C. BERNAL-GUERRERO 3
  1. 1 Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Grupo de Investigación en Biomecánica. Departamento Mecánica
  2. 2 Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Programa de Doctorado en Tecnologías Industriales
  3. 3 Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Grupo de Investigación en Resistencia de Materiales. Departamento de Construcción y Fabricación
Revista:
Revista iberoamericana de ingeniería mecánica

ISSN: 1137-2729

Año de publicación: 2021

Volumen: 25

Número: 2

Páginas: 49-63

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Revista iberoamericana de ingeniería mecánica

Resumen

Sabemos que el uso de la balanza se remonta al año 2500 a.C. en Egipto, pero fue la civilización romana la que le dio un gran impulso tecnológico convirtiéndola en el instrumento para pesar que ha llegado a nuestros días. A lo largo de los siglos otros inventores como Leonardo da Vinci añadieron elementos que colaboraron en su perfeccionamiento. En el siglo XVIII Gilles de Roverval inventó una nueva forma de balanza aumentando significativamente la precisión del instrumento. Ya en el siglo XIX el fabricante francés Joseph Beranger combinó los inventos de sus predecesores y fabricó un nuevo prototipo con un indicador de aguja que se sigue utilizando hoy en día. Sin embargo, el mayor avance fue el indicador hidrostático que permitió conseguir un indicador más preciso. En la actualidad la incorporación de los sistemas computerizados y las nuevas básculas de bioimpedancia eléctrica han elevado su nivel de precisión. En este artículo vamos a evaluar la huella que dejaron estos elementos mecánicos en la precisión de los aparatos y su impacto en el momento histórico.