Características y predictores de la violencia severa contra la pareja

  1. AGUILAR RUIZ, RAÚL
unter der Leitung von:
  1. María José González Calderón Doktorvater/Doktormutter
  2. Abel González García Co-Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA)

Fecha de defensa: 27 von Mai von 2021

Gericht:
  1. Antonio Andrés Pueyo Präsident/in
  2. Jordi Monferrer Tomàs Sekretär/in
  3. Miguel Ángel Carrasco Ortiz Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 667475 DIALNET

Zusammenfassung

La violencia severa perpetrada por el hombre contra la mujer en la relación de pareja (VCP-S), que es aquella que incluye el feminicidio consumado o intentado, las agresiones con armas u objetos contundentes y otras modalidades de agresiones potencialmente peligrosas para la vida de la mujer, es un grave problema de salud pública que requiere medidas urgentes para prevenirla. En España, entre el año 2003 y el 2020, fueron asesinadas 1,078 mujeres, lo que supone una media aproximada de 60 feminicidios por año, mientras que, según la última macroencuesta, otras agresiones físicas severas, como darle patadas, arrastrarla, propinarle una paliza, intentar asfixiarla, quemarla o agredirla con armas o sustancias peligrosas, ocurrió aproximadamente en un 5% de todos los casos. Las consecuencias de esta clase de violencia para las mujeres que la sufren son alarmantes, pues, además de las que son asesinadas, aquellas que son sometidas a formas extremas de violencia presentan tasas más altas de depresión, estrés postraumático, abuso de sustancias, ansiedad, problemas de salud física y suicidio. Pese a ello, la VCP-S no afecta exclusivamente a las mujeres, ya que los estudios enumeran numerosas consecuencias perjudiciales para la salud de los hijos que han perdido a su madre como consecuencia de un feminicidio o que son testigos del maltrato. Existe un amplio consenso político, social y científico en cuanto a la necesidad de llevar a cabo acciones urgentes para proteger a las víctimas que se encuentran en riesgo de ser asesinadas. Sin embargo, para ello es preciso que las medidas que se establezcan se basen en la evidencia científica, lo cual lleva a plantearse qué características son propias de la VCP-S, que tipos de agresores la ejercen, bajo qué circunstancias y qué factores de vulnerabilidad de las víctimas las exponen a un mayor riesgo de padecer una agresión letal. A pesar de que existen estudios que han aportado un conocimiento valioso en este ámbito, todavía existen numerosas carencias y problemas metodológicos que limitan el alcance de los resultados obtenidos. Intentando superar algunas de estas limitaciones, esta tesis, que está compuesta por tres estudios, pretende avanzar en el conocimiento de los principales determinantes de esta violencia a partir del análisis de una muestra amplia y representativa de los formularios (Questionaris Policials de Valoració del Risc [QPVR]) que utilizó la policía catalana para evaluar el riesgo de VCP-S con motivo de la interposición de denuncias por violencia contra la pareja (en adelante, VCP) en Catalunya en los años 2016 y 2017. El objetivo del primer estudio fue examinar las diferencias existentes entre la VCP-S (n = 805) y la violencia menos severa contra la pareja (en adelante, VCP-MS) (n = 15,580). Los resultados de la prueba chi-cuadrado indican que una mayor proporción de los agresores del grupo VCP-S presentan rasgos criminológicos (antecedentes delictivos, agresiones contra otras personas y consumo de sustancias), determinadas modalidades de violencia cometidas contra la pareja (p.ej., trato degradante, agresiones sexuales, amenazas, celos y conductas controladoras) y que la violencia tiende a aumentar en frecuencia e intensidad. El maltrato de los que cometen VCP-S parece depender más de sus actitudes y creencias que de posibles alteraciones psicopatológicas. Asimismo, las víctimas de VCP-S presentan en mayor porcentaje problemas de abuso de sustancias, aislamiento de su entorno y vulnerabilidad debida al padecimiento de algún trastorno mental o discapacidad. Estas víctimas denuncian en menor medida al maltratador y un porcentaje superior de las que lo hacen no continúan con el proceso judicial iniciado. En el segundo estudio se comparó un grupo de VCP-S (n = 805) con uno de VCP-MS (n = 805) con el objetivo de identificar los factores predictores de ejercer VCP-S por parte de los agresores y los factores de vulnerabilidad de las víctimas. En cuanto al agresor, la regresión logística muestra que las agresiones y abusos sexuales, el trato degradante, las amenazas, el acoso, el control y los celos hacia la víctima incrementan la probabilidad de cometer VCP-S. En relación con las víctimas, el aislamiento, la minimización del maltrato, el miedo de ser agredida de gravedad, el abuso de sustancias y el embarazo aumentan la probabilidad de sufrir VCP-S, mientras que el hecho de tener una nueva relación de pareja y la existencia de denuncias previas disminuye esta probabilidad, es decir, parecen ser un factor protector contra esta clase de violencia. Por último, el tercer estudio consistió en identificar las variables que predecían la VCP-S en función de la tipología del maltratador. Para ello, en primer lugar, se comparó un grupo de maltratadores antisociales (n = 613) con otro de maltratadores que agredían solo en el ámbito de la familia (n = 997). La prueba de chi-cuadrado muestra diferencias significativas entre ambos grupos de maltratadores en la mayoría de las variables analizadas. Adicionalmente, para determinar las variables que predecían la VCP-S en cada uno de los grupos, se efectuó un modelo de regresión logística. Los resultados revelan que, en el grupo de los agresores antisociales, las amenazas de muerte y el trato degradante aumentan la probabilidad de ejercer VCP-S, mientras que los factores que predicen padecer esta violencia en sus víctimas son minimizar o justificar el maltrato, convivir con el agresor, estar aislada del entorno social y abusar de sustancias. En el grupo de los que agreden solo en el ámbito familiar, las amenazas de muerte y la escalada de la violencia son las variables que predicen la VCP-S, mientras que los factores de vulnerabilidad de sus víctimas son haber padecido violencia por parejas anteriores y tener miedo de sufrir una agresión letal. Por otro lado, la presentación de denuncias parece ser un factor protector de VCP-S, pero solo en las víctimas que mantuvieron una relación con un maltratador de tipo antisocial. Con base en estos hallazgos se comentan algunos aspectos que se podrían tener en cuenta en la intervención con agresores, como, por ejemplo, incrementar las medidas de supervisión y control de aquellos que son más violentos. Al mismo tiempo, se propone implementar medidas más intensas y específicas para proteger a las mujeres más vulnerables, así como priorizar su atención psicológica, social, legal y laboral. Esta intervención no puede descuidar el trabajo con los hijos huérfanos a causa del feminicidio o de aquellos que son testigos, y por consiguiente también víctimas, del clima de terror que se deriva de las modalidades de maltrato coactivo que preceden la agresión severa. También se proponen acciones preventivas en el ámbito educativo con jóvenes para poder identificar lo antes posible las conductas de control que preceden la VCP-S. Por otro lado, se sugieren algunas acciones para mejorar tanto el diseño como la utilidad práctica de las herramientas de evaluación del riesgo de VCP-S, ya sea mediante la asignación de una ponderación mayor a unos ítems u otros en función de la tipología del maltratador o, por ejemplo, utilizarlas para priorizar la asignación de recursos de urgencia, asistencia y protección a aquellas víctimas más vulnerables. Asimismo, se reflexiona sobre el factor protector que parece tener la denuncia frente a la VCP-S, así como aquellas acciones derivadas de esta que pueden aumentar más su eficacia. Por último, se argumenta, junto con las implicaciones prácticas, sobre las posibles medidas políticas relativas a la prevención de la VCP-S que podrían valorarse en ámbitos como el educativo, sanitario, judicial, policial, laboral, asistencial y publicitario, y se enumeran las limitaciones de esta tesis, así como la forma de superarlas en futuros estudios.