Competencia lectora en estudiantes de secundaria de la república dominicanaOrientaciones para la evaluación y su intervención pedagógica

  1. Amiama Espaillat, Cristina Margarita
Dirigida por:
  1. Cristina Mayor Ruiz Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 24 de mayo de 2018

Tribunal:
  1. Carlos Marcelo García Presidente/a
  2. Paulino Murillo-Estepa Secretario/a
  3. Sylvia Ana Defior Citoler Vocal
  4. Juan Manuel Moreno Olmedilla Vocal
  5. Álvaro Marchesi Ullastres Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 542414 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Competencia lectora en estudiantes de Secundaria de la República Dominicana: Orientaciones para la evaluación y su intervención pedagógica es una investigación que tuvo como objetivo describir el perfil lector de los estudiantes de Secundaria con el fin de proponer alternativas pedagógicas para su desarrollo. La investigación se realizó desde una perspectiva mixta de corte descriptivo combinando los métodos cuantitativos y cualitativos de forma secuencial en dos fases. Se utilizó una muestra estratificada guiada por propósitos, es decir que mezcla la probabilista para la primera fase cuantitativa que quedó constituida por 384 estudiantes de cuarto de secundaria y la propositiva para la segunda fase cualitativa cuyas unidades de análisis fueron tres: Centros educativos (seleccionados de la primera fase), docentes y estudiantes. En la primera fase, se aplicaron 5 instrumentos para la recogida de la información a estudiantes: ColeP, basada en los textos liberados de PISA, La Escala de Fluidez Lectora en español, un Cuestionario de motivación lectora y un Cuestionario de práctica lectora, así como una entrevista conversacional para mitigar el sesgo de la deseabilidad social de los dos últimos cuestionarios. En la segunda fase, se sostuvieron 11 entrevistas semiestructuras con informantes relevantes de los centros educativos seleccionados. El método cuantitativo permitió establecer importantes relaciones entre las variables del estudio: competencia lectora, fluidez lectora, comportamiento lector y motivación hacia la lectura, explicadas mediante técnicas estadísticas. Los resultados de esta etapa permitieron clasificar a los centros educativos según el desempeño de sus estudiantes en competencia lectora, así como analizar las principales variables que pueden incidir en su desarrollo a través de la validación del modelo de Wang y Guthrie (2004). La finalidad de la segunda etapa cualitativa fue analizar la gestión curricular de los centros educativos para identificar factores que favorecen o obstaculizan el desarrollo de competencia lectora. Los datos se recolectaron mediante técnicas cualitativas. Se seleccionaron solo centros del sector público por las diferentes características de ambos sectores y por las condiciones de entrada (estudiante, contexto socio cultural, recursos disponibles…). Los resultados de la investigación confirman la baja calidad de los aprendizajes de los estudiantes en competencia lectora, a pesar de ser una generación con mayores privilegios que la anterior: casi todos tuvieron acceso al menos a un curso del nivel inicial, iniciaron la primaria luego de un mínimo de diez años del constructivismo en las aulas y de profesores con un nivel académico de licenciatura, producto del Plan Decenal de Educación 1992-2002, asimismo, a pesar de que la mayoría se ubica en sectores urbanos marginales tienen acceso a Internet a través de dispositivos móviles y de algún modo manifiestan estar en contacto con la cultura escrita. Producto de la investigación se obtienen dos herramientas potentes para la evaluación de la competencia lectora en secundaria: CoLeP y EFLE adaptada que permiten identificar el nivel de desempeño de los estudiantes y ubicarlos en los tres niveles propuestos por Condemarin y Milicic: Independiente, Instruccional y de Frustración que se integran como punto de partida para la atención a la diversidad en el aula. Se ofrecen más evidencias que en la República Dominicana, los centros educativos no logran equipar las oportunidades de aprendizaje y por tanto, continúan retroalimentando la desigualdad social existen en el país. El factor con más nivel de influencia en la competencia lectora es el sector educativo donde se escolarizan los estudiantes. Se está produciendo el efecto Matthew, descrito en el Informe Coleman, los estudiantes de familiares que provienen de una cultura letrada son los que demuestran mayor nivel de competencia–Rich get richer–; pero los que asisten a escuelas en lugares más empobrecidos y por tanto pertenecen a este sector, manifiestan menor desempeño en competencia lectora, a pesar de que practican la lectura con diferentes fines.–Poor get poorer–. La brecha digital en la República Dominicana más que ancha, es profunda. Los jóvenes de la República Dominicana que vive en zona urbana, incluyendo las marginales, tiene acceso a Internet mediante distintos dispositivos. El uso más frecuente es con fines recreativos y de comunicación social, pero también se registra un alto uso para fines académicos, lo cual supondría un desarrollo cognitivo sin precedente, por lo que se está produciendo un efecto oxímoron ya que, a pesar de tener el potencial de acceder a fuentes académicas de calidad su uso no potencia un aprendizaje significativo y autónomo. Se identificó un circuito que retroalimenta la enseñanza caótica. La cultura escrita de las comunidades donde están insertos los centros educativos es escasa, poco diversa y con dificultad para el acceso. La organización de los centros educativos no favorece el desarrollo de competencia lectora. Ningún centro educativo manifestó una reflexión profunda sobre las necesidades de formación de sus estudiantes ni un plan de mejora que permita compensar las carencias de los estudiantes en sus procesos cognitivos o aprovechar algunos recursos disponibles como la biblioteca o el acceso a internet de los estudiantes. Con relación a los docentes, son los que ostenta mayor titulación académica de la Región latinoamericana, sin embargo, su práctica pedagógica en el área de Lengua Española favorece a los logógrafos del siglo XXI.