La educación universitaria hoyuna crítica comunitarista

  1. Esteban Bara, Francisco
Dirigida por:
  1. Begoña Román Maestre Director/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 29 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Miquel Martínez Martín Presidente/a
  2. Juan García Gutiérrez Secretario
  3. Jordi Planella Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 417156 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

Quien más quien menos puede sospechar que la educación universitaria es algo más que el precio que hay que pagar para obtener un título académico, que no es sólo algo que deba adaptarse a la realidad profesional, económica y social del momento, que el proceso de enseñanza y de aprendizaje universitario no se reduce a una cuestión de competencias, o que deba desarrollarse únicamente a expensas de la innovación pedagógica o la motivación de los estudiantes. Quien más quien menos puede presagiar que algo no ha funcionado como debiera cuando la realidad demuestra que año tras año un buen número de estudiantes, sea de la titulación que sea, no ha vivido la universidad sino que ha pasado por ella, y que la ha recorrido como si de una carrera de obstáculos se tratara. Esta es la preocupación que me ha conducido a la realización de esta tesis doctoral y, gracias a la inestimable ayuda y orientación de mi directora, hemos considerado diversos lugares en los que detenernos. El primero ha sido la historia de la universidad. Consideramos que la tradición de la universidad es imprescindible para poder reconocernos y para valorar qué es lo que de ella queremos conservar porque vale la pena protegerlo y resguardarlo. No se trata de defender una concepción estática y hegemónica de la tradición de la universidad sino de incorporarla al debate sobre los problemas que la universidad contemporánea tiene pendientes, de poder explicar de una manera más completa cómo surgieron dichos problemas y por qué no se han resuelto hasta ahora. En definitiva, creemos que la tradición de la universidad nos ayuda a encontrar luces para las sombras de hoy en día, que nos invita un debate renovado, que en ella siempre se puede encontrar algo nuevo porque nunca termina de decir lo que tiene que decir. El segundo lugar ha sido la filosofía de la educación universitaria, por los menos, las principales y de mayor renombre. Tanto la historia de la universidad como la filosofía de la educación universitaria sacan a relucir un aspecto esencial que se ha convertido en el eje de este trabajo y que es el meollo de nuestro interés personal. La educación universitaria es, por encima de todo y ante todo, la educación moral de la persona, de alguien que está llamado a mejorarse y a ser un agente de cambio social. Es por esta razón por la que hemos considerado oportuno acercarnos a la crítica comunitarista al liberalismo y concretarla en el contexto universitario. Por un lado, dicha crítica es, desde nuestro punto de vista, la que mejor contrarresta el actual clima, con predominio del liberalismo, que gobierna la actual educación universitaria y, por otro lado, es la que ofrece pautas para explicar la educación universitaria de una manera más acorde con la misión e historia de la universidad. No se trata de una crítica que vaya en contra de todos los principios liberales; muchos de ellos, aplicados a la educación, han cosechado grandes éxitos, pero sí pone en tela de juicio el protagonismo que se le ha otorgado a la autonomía moral de la persona, en nuestro caso, del profesor y sobre todo del estudiante. Hacemos una propuesta que permite aunar imprescindibles rasgos del espíritu universitario a los que no queremos renunciar, a saber, la coherencia con la tradición y la educación moral de la persona.