Ayuda humanitaria a los niños europeos víctimas de la Primera y Segunda Guerra Mundial
- CORTÉS BRAÑA, MARIA LOURDES
- Marició Janué Miret Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universitat Pompeu Fabra
Fecha de defensa: 18 von Dezember von 2015
- Josefina Cuesta Bustillo Präsident/in
- Alicia Alted Vigil Sekretärin
- Itziar Ruiz-Giménez Arrieta Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
Introducción La Primera y la Segunda Guerra Mundial propiciaron en Europa la aparición de las primeras organizaciones dedicadas a los niños, que fueron instrumentales para salvar a toda una generación de europeos y a la propia Europa. Contribuyeron a construir una nueva consideración social del niño y al reconocimiento de sus derechos, a nivel transnacional. Así mismo, establecieron formas de gestión y protocolos de actuación aún vigentes, que convirtieron la filantropía existente en un nuevo campo de actividad económica: el humanitario. A raíz de su actuación se produjeron progresos en materia de nutrición e higiene alimentaria y en el conocimiento sobre los efectos de la guerra y de las evacuaciones en los niños. También impulsaron el Estado del bienestar, el derecho humanitario, los derechos humanos y la asistencia a los países en desarrollo. Este estudio analiza una selección de cinco relevantes organizaciones no confesionales y demuestra que a menudo la ayuda a los niños fue estratégica, penetrada por condicionantes de tipo político y económico. Se trata de una investigación de historia social que se sirve de otras disciplinas cuando es necesario. Se inscribe en el ámbito de la historia global y transnacional. Ofrece un análisis comparativo y cualitativo sobre la evolución de los mecanismos internacionales de ayuda a los niños en un contexto de guerra. El estudio se circunscribe a Europa, en el periodo comprendido entre la creación de la primera Organización no Gubernamental (ONG) internacional para los niños, "Save the Children Fund" (SCF), a raíz de la Primera Guerra Mundial, y la de la primera Organización Intergubernamental (OIG) especializada en ellos, "United Nations International Children¿s Emergency Fund" (Unicef), en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Ese momento histórico es un punto de inflexión, en que la ayuda de emergencia a Europa dio un giro hacia la ayuda al desarrollo, con el fin de combatir la pobreza estructural que afectaba a los niños en el mundo. Estructura El primer capítulo presenta el contexto de las dos guerras mundiales en Europa desde el punto de vista de sus efectos en los niños. Aunque la Segunda Guerra Mundial fue más `total¿, especialmente debido al nazismo, las mismas causas produjeron efectos muy parecidos sobre los niños en ambas guerras. Se exponen las variadas formas en que los niños se convirtieron en víctimas, como nunca antes en la historia. Todo ello pone de relevancia hasta qué punto era necesaria la ayuda humanitaria de las organizaciones que asistieron a los niños. Los capítulos 2 al 6 se adentran en las características, dinámicas y evolución de cinco relevantes organizaciones humanitarias no confesionales, de distinto tipo, que prestaron ayuda humanitaria a los niños europeos víctimas de guerra en el periodo: "Save the Children Fund" (SCF), "American Relief Administration European Children¿s Fund" (Araecf), Cruz Roja (CR), "Don suisse" (DS) y "United Nations International Children¿s Emergency Fund" (Unicef). Dos de ellas, Araecf y DS, son muy poco conocidas. El capítulo 7 realiza un análisis comparativo de estas organizaciones que pone de relevancia datos significativos. Un ejemplo de ello es la mistificación de su naturaleza jurídica: mientras cuatro de las cinco se reclaman ONG, en realidad responden a distintas categorías. El estudio presenta una tipología ad hoc que tiene en cuenta el grado de vinculación al poder político. El capítulo 8 expone los desarrollos que propició la actuación y labor de grupo de presión de estas organizaciones. Efectivamente, impulsaron progresos en materia de bienestar infantil, derecho internacional, gestión humanitaria y avances en el conocimiento en distintas disciplinas (nutrición, pedagogía, psicología y psiquiatría infantil, entre otras). Motivación La historia de los niños es un campo de estudio incipiente y en desarrollo; el hecho de que constituyan un grupo social sin poder político no es ajeno a ello. Más restringido todavía es el conocimiento académico sobre las organizaciones humanitarias que les prestaron ayuda. Analizar el proceso de institucionalización en este sector específico y su influencia en el humanitarismo actual y el progreso social, ha sido un potente estímulo para la investigación. Archivos y fuentes La escasa atención académica al estudio de las organizaciones que asistieron a los niños europeos víctimas de guerra en el periodo, ha obligado a basar la investigación en fuentes primarias. Los archivos Hoover de la Universidad de Stanford (EE. UU.) y fondos documentales ubicados en Suiza (Organización de Naciones Unidas ¿ONU-, Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR-, "Archives d¿État de Genève", "Graduate Institute", "Schweizerischen Bundesarchiv", Cruz Roja Suiza, "Schweizerisches Sozialarchiv") han sido de una utilidad inapreciable. También se han consultado fondos documentales británicos ("Imperial War Museum") y belgas ("Centre d¿archives et de recherches pour l¿histoire des femmes", "Œuvre nationale de l¿enfance"). Otras bases de datos en línea como "Documents diplomatiques suïsses" o Unicef han sido también de utilidad. Para el estudio de la organización SCF se ha recurrido además a su archivo microfilmado. Las fuentes empleadas incluyen correspondencia privada y corporativa, publicaciones de las organizaciones, actas, estudios e informes, textos jurídicos y prensa diaria, entre otras. Para el capítulo de contexto, las aportaciones de otras disciplinas y la escasa historiografía sobre las organizaciones en estudio, se ha podido recurrir a fuentes secundarias (monografías, tesis y artículos). Se ha consultado literatura científica reciente y también contemporánea a los hechos en estudio (depositada en la sede de la ONU en Ginebra, en la del CICR y en otras bibliotecas de Suiza, en el "Centre d¿études et de documentation guerre et sociétés contemporaines" de Bruselas y en la "British Library" de Londres). Aportaciones y conclusiones Un primer activo de este estudio reside en aportar conocimiento al campo poco explorado de las organizaciones humanitarias que asistieron a los niños europeos víctimas de las guerras mundiales, algunas de ellas muy desconocidas. Como se demuestra, fueron decisivas para la supervivencia de Europa y realizaron grandes contribuciones al progreso social. La investigación revela cómo sus aciertos y errores configuraron el humanitarismo actual (instrumentos de financiación, protocolos de actuación, logística de las emergencias, entre otros). Así mismo muestra cómo, basándose en la iniciativa pionera de la CR, cabe remontar el fenómeno a la posguerra de la Primera Guerra Mundial y no al momento posterior de fundación de la ONU, como algunos autores pretenden. Al mismo tiempo, se clarifica la maraña de actores con nombres similares, que inducen a confusión. Otra de las aportaciones que pueden reseñarse es el análisis que se ofrece sobre la disputa por apropiarse del espacio humanitario. Por una parte, las organizaciones buscan beneficios de escala para posicionarse en el sector. Por otra parte, los Estados convierten la ayuda humanitaria en instrumento de la dinámica geopolítica. Como ejemplo del primer fenómeno podemos citar el caso de SCF, que fue fagocitando a sus competidoras. Una manifestación de la segunda deriva son las escaramuzas diplomáticas entre británicos y belgas por abanderar la protección a la infancia a nivel internacional, en los años veinte del siglo pasado. Este estudio también pone de relieve las relaciones cruzadas entre la institucionalización de la ayuda humanitaria a los niños, el auge de los medios de comunicación de masas, la extensión del derecho de sufragio y la instauración de la Sociedad de Naciones. Otro punto de interés de la investigación, que no ha sido destacado por la literatura, es la influencia de los cuáqueros en las organizaciones no confesionales que ayudaron a los niños europeos en la emergencia ocasionada por la Primera y Segunda Guerra Mundial. Tampoco se habían puesto en evidencia los paralelismos personales y humanitarios entre dos personajes decisivos en el objeto de estudio: la britànica Eglantyne Jebb y el estadounidense Herbert Hoover (aunque Bruno Cabanes incluye a ambos en su reciente trabajo sobre los orígenes del humanitarismo -2014-). Precisamente otra de las aportaciones de esta tesis tiene relación con Herbert Hoover: se demuestra que fue clave en el tema que nos ocupa durante todo el periodo. Sus operativos de emergencia crearon un modelo aún vigente, su preocupación por los niños le llevó a formular una carta de derechos y fue uno de los padres de Unicef, en plena coherencia con su trayectoria. Héroe de los niños europeos víctimas de guerra en su momento, su decisivo papel al respecto, que este trabajo pone de manifiesto, ha pasado prácticamente desapercibido para los estudiosos. Esta investigación demuestra que organizaciones como SCF y sus federaciones fueron fundamentales para el reconocimiento de los derechos de los niños y propiciaron avances que trascendieron al colectivo (como las disposiciones sobre protección a los civiles en tiempo de guerra). La propia tipología que se propone para clasificar a las organizaciones según su grado de dependencia del poder político, es una formulación original. Presenta un escalamiento en el intervencionismo gubernamental y permite atribuir un tipo más acorde a la realidad en los casos de organizaciones que, engañosamente, se presentan como ONG. Una de estas organizaciones, Don suisse, ha pasado muy desapercibida. Los escasos estudios que se le dedican desconocen completamente un aspecto que aquí se resalta: que se inspira en un modelo sueco aparecido un año antes (Suecia y Suiza eran dos países que buscaban una vía propia para una neutralidad activa en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial). Esta tesis presenta un conjunto de hipótesis problematizadas que encuentran respuesta en las conclusiones detalladas a continuación. Las organizaciones implicadas en la ayuda de emergencia a los niños europeos víctimas de las guerras mundiales salvaron Europa, cuyo futuro estaba comprometido por el riesgo físico, psicológico y social que afectaba a sus generaciones más jóvenes. Sus operativos impulsaron progresos en disciplinas como nutrición, salud, higiene alimentaria o psicología y psiquiatría infantil. Al mismo tiempo, actuaron como grupos de presión en favor de los derechos de los niños, que redundaron en avances en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario, que beneficiaron no solo a los niños sino a la sociedad en general. En este sentido, su labor de lobby contribuyó también a la implantación del Estado del bienestar. Con su actuación propiciaron un empoderamiento del niño, culminando una evolución histórica que le ha situado en el centro de interés de la sociedad y le ha convertido en una causa transnacional objeto de la geopolítica. También establecieron modelos de intervención en las emergencias, aún vigentes, y sentaron las bases del humanitarismo actual que, en el proceso, se ha convertido en un auténtico campo de actividad económica de gran relevancia, profesionalizado, y con nuevos actores transnacionales como las ONG. El uso emotivo de la propaganda para sus fines y la creciente simbiosis con el poder político y mediático, se remontan a las actuaciones de SCF y Araecf, a raíz de la Primera Guerra Mundial. Las enormes necesidades llevaron a esta `nueva filantropía¿ a ampliar la base social de donantes, trascendiendo confesiones, edades y clases sociales. Estas organizaciones introdujeron nuevos instrumentos de financiación como los apadrinamientos de niños, fondos de reserva para las contingencias, el beneficio de legados y herencias, "microfunding", conferencias apoyadas en documentales cinematográficos, cenas benéficas, "merchandising" y subvenciones gubernamentales, entre otros. El niño víctima de guerra se convirtió en una causa que despertaba gran simpatía entre los ciudadanos y los Gobiernos estuvieron atentos a ello, en un momento de ampliación del cuerpo electoral (a principios del siglo XX), como ya apuntara Dominique Marshall. Esta tesis concluye que, a raíz de ello, buscaron mecanismos para influir en las organizaciones: ofreciendo subvenciones, tutelando, creando estructuras bajo su supervisión o participando directamente en agencias intergubernamentales (un fenómeno que no ha hecho más que crecer desde entonces). Los operativos patrocinados por los Estados son un claro ejemplo del interés geopolítico subyacente: tras el objetivo primario de ayudar a las pequeñas víctimas de guerra en Europa, latían motivaciones políticas y económicas. Esta circunstancia determinó qué colectivos y países serían destinatarios de la ayuda. Otros autores han señalado estos intereses en los operativos de Herbert Hoover en el periodo. Mediante un documento primario inédito, esta investigación demuestra que la ayuda humanitaria estadounidense se proponía como un medio de infiltración en la Rusia bolchevique. De hecho, la propia creación de Araecf y de Unicef tuvo su origen, en ambos casos, en el deseo de EE. UU de mitigar la mala imagen de una retirada brusca de su ayuda de emergencia (un paralelismo que no había sido puesto en evidencia). La cooperación internacional patrocinada por los Gobiernos ha seguido esta deriva hasta la actualidad. Las razones geopolíticas llevaron así mismo a algunos beneficiarios de la ayuda a rechazarla, como es el caso de los países del incipiente bloque de la Europa del este, en los prolegómenos de la Guerra Fría. Suiza es otro notable ejemplo del uso de la ayuda de emergencia por razones estratégicas. Su Gobierno impulsó una organización mixta de carácter autóctono, en colaboración con las ONG del país (el DS), para soslayar las presiones aliadas a colaborar con los costes tras la Segunda Guerra Mundial. Ello le permitió defender su neutralidad, a la vez que mantenía en marcha su economía y ocupada su masa laboral. La ayuda a los niños le dio la coartada adecuada para asistir a los países agresores, unos vecinos cuya desestabilización temía. La implicación transversal de todo el país a través de una colecta nacional fue el método empleado para la movilización patriótica que se buscaba, aunque no fuera el medio idóneo para captar fondos. De hecho, tuvo como resultado un intangible valioso: consolidó una idiosincrasia colectiva que ha redundado en beneficios para el país (imagen pública, capacidad de influencia y réditos económicos relacionados con la radicación en su territorio de organismos multilaterales y del pujante tercer sector social, entre otros). También las ONG y OIG usaron la causa de los niños para encontrar su hueco humanitario y asegurar su propia supervivencia en un entorno de concurrencia creciente. Así mismo, organizaciones sionistas como la "Aliyah des enfants et des jeunes" instrumentalizaron a los niños para la finalidad estratégica del establecimiento del Estado de Israel. Y hubo padres que usaron a sus hijos como cabeza de puente para emigrar a otro país. También instituciones religiosas manipularon a niños acogidos para sus fines. Incluso la Alemania del este mistificó la historia de un niño superviviente de Buchenwald para apuntalar el nuevo Estado comunista. Hasta la ONU se benefició de la buena imagen de Unicef como hiciera anteriormente la Sociedad de Naciones con su apuesta por la protección de la infancia. Precisamente, el fin de la emergencia en Europa (y el cansancio del donante) obligó a estas organizaciones a reinventarse y lo hicieron de varias formas: orientándose hacia la protección a la infancia en general, atendiendo a los niños necesitados de su propio país o bien a las víctimas de la pobreza estructural en el resto del mundo. Este giro marca un punto de inflexión: de la ayuda de emergencia a la cooperación al desarrollo. Esta investigación concluye también que a menudo se enmascaró el auténtico carácter de las organizaciones para ofrecer una fachada de ONG, ya que es el tipo que ofrece una imagen de menor intervencionismo gubernamental y aparece como la más apropiada para la labor humanitaria. Las organizaciones que asistieron a los niños europeos víctimas de la Primera y Segunda Mundial iniciaron un proceso que ha continuado fructificando. El acerbo de instrumentos jurídicos en favor de los niños ha crecido, impulsado y monitorizado por los actores del sector (menores refugiados, adopción internacional, secuestro internacional de niños, justicia de menores, trabajo infantil penoso, prohibición de minas antipersona, venta de niños, prostitución infantil y pornografía con menores, entre otros). También gracias a su actuación, se evolucionó de la limosna a la asistencia social como derecho. El Estado ha ido asumiendo desde entonces la prevención y promoción de la salud pediátrica y la protección a los niños y sus madres (seguridad social, subvenciones por hijo), ampliando la preocupación inicial por el bienestar físico hacia otros ámbitos (tribunales de menores, alternativas penales para los jóvenes delincuentes o instituciones abiertas para huérfanos). Las organizaciones implicadas en la ayuda de emergencia a los niños llevaron a cabo operativos de alimentación, evacuación y vacunación masivos aún no superados. Desde entonces la colaboración entre OIG y ONG ha ido en aumento y se ha progresado hacia una respuesta humanitaria coordinada ante las emergencias. Partiendo de las experiencias de estas organizaciones, han surgido nuevos protocolos de actuación al respecto de los niños apátridas, refugiados y desplazados, niños solos y no acompañados o niños soldado, entre otros. En conclusión, el humanitarismo actual no puede entenderse sin tener en cuenta las organizaciones que asistieron a los niños europeos en la emergencia de la Primera y Segunda Mundial. Salvaron a los niños europeos y, con ellos, el futuro de Europa. Grandes logros de los más pequeños... Bibliografía Aunque, obviamente, no se trata de reproducir aquí toda la bibliografía consultada, se reseñará a continuación una selección de obras especialmente notables y útiles. 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