Realidad protésica y postmodernidadel caso de Graham Swift

  1. Aguilar Osuna, Juan Jesús
Dirigida por:
  1. Manuel Almagro Jiménez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 08 de enero de 2014

Tribunal:
  1. José Antonio Álvarez Amorós Presidente/a
  2. Carolina Sánchez-Palencia Carazo Secretario/a
  3. Cristina Garrigós González Vocal
  4. María Luisa Venegas Lagüens Vocal
  5. Antonio Ballesteros González Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 351216 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Introducción Este trabajo de investigación cuenta con dos secciones claramente diferenciadas y que responden a una doble intención: por una parte, la de articular un aparato teórico-discursivo desde el que abordar, asentar las bases y definir lo que he dado en llamar la realidad protésica de la (post)modernidad; por otra, la de trasladar estos planteamientos teóricos a un estadio práctico mediante su aplicación como andamiaje analítico desde el que aproximarme a varias obras escogidas del autor británico Graham Swift. Mediante la confluencia de estos dos proyectos, quiero contribuir a la descripción y entendimiento de la condición (post)humana que nos define como especie. Nuestra manipulación protésica del medio se originó con aquellos primeros homínidos que adoptaron la verticalidad y, unida a ella, la capacidad para manipular su entorno, así como para desarrollar el lenguaje y los procesos de abstracción que, como sistema de signos, posibilita. Desde entonces, la simbiosis entre lo orgánico y lo protésico ha ido en aumento, hasta conformar nuestra segunda naturaleza, no solo en términos físicos, sino también psíquicos y socioculturales. Sin embargo, esta incorporación protésica ha perdido su invisibilidad y se ha visto cuestionada y desnaturalizada a partir de la modernidad postdarwiniana y, especialmente, en tiempos de la postmodernidad. Primera parte En esta primera sección, mediante un enfoque abarcador ausente en la crítica, muestro que el concepto de realidad no es un episteme transhistórico, sino que se ha visto redefinido a través de los diferentes momentos sociales y culturales por los que ha atravesado nuestra tradición occidental. Con el fin de delinear su trayectoria, me remonto a las interpretaciones de la realidad ofrecidas desde el período clásico y continúo con la época medieval y el advenimiento de la razón Ilustrada, hasta, con una atención más detallada, llegar a los momentos de la modernidad y la postmodernidad, con especial énfasis final en el concepto de simulacro expresado por Jean Baudrillard y el de lo Real propuesto por Jacques Lacan. Igualmente, atiendo a las teorías sociológicas y psicoanalíticas en su intento de rendir cuentas de cómo el individuo articula su identidad a partir de intercambios performativos que lo convierten en actor social, recurso en constante tensión con unas pulsiones, instintos y deseos que están directamente vinculados a nuestra condición orgánica. Por otra parte, aunque al mismo tiempo, analizo los fundamentos artísticos, estéticos y, principalmente, literarios característicos del realismo para examinar cómo se interrelacionan con las posteriores manifestaciones, cada vez más concentradas en el significante, generadas en el seno del modernismo y del postmodernismo. Por otro lado, en esta primera parte también abordo el discurso de lo protésico como campo desde el que aportar una nueva visión y entendimiento de nuestra percepción y experimentación de la realidad, especialmente desde el momento postmoderno contemporáneo. Lo protésico, por definición, nos remite a una interacción entre lo humano y lo tecnológico, entendida en su sentido más amplio. Tal relación puede plantearse desde una vertiente puramente material y fenomenológica o desde las múltiples extensiones y usos tropológicos de que ha sido objeto a partir de la década de 1990. Toda prótesis reemplaza a un homólogo orgánico que ha desaparecido o que nunca existió. Sin embargo, este proceso sustitutorio encierra una doble lógica: al tiempo que el cuerpo se ve completado y sus capacidades incrementadas ante una deficiencia, la mera necesidad y existencia de un sustituto subraya la irreparable falta orgánica que suple. Por esta razón, el proceso de incorporación transparente de una prótesis nunca está libre de problemas ni supone un logro definitivo. Mediante la conexión del discurso de lo protésico con el de la realidad indago en cómo, a partir de la modernidad postdarwiniana, el individuo occidental ha habitado de manera cada vez más consciente dentro de los márgenes de una existencia donde lo orgánico y lo protésico se han interrelacionado, redefinido y (con)fundido hasta conformar una realidad protésica. Este entorno (ir)real es el territorio simbólico donde el yo contemporáneo ha de identificar y escoger los fundamentos psicosociales con los que conformar su integridad subjetiva. Se adentra así en un modo existencial que, aunque definitorio e inseparable de nuestra condición humana, no deja de estar en conflicto con una realidad orgánica -y, por ello, esencial- presentida. Segunda parte Mi examen de la producción literaria de Graham Swift no aspira a ser exhaustivo. En esta segunda parte me ocupo de tres de sus obras -"The Recreation Ground" (1976), The Sweet-Shop Owner (1980) y Ever After (1992)-, cuyos narradores principales comparten una problemática que los conduce a una búsqueda común. Los tres se reconocen habitantes de un entorno donde lo simbólico ha obliterado en su mayor parte a lo orgánico, hecho que delata una compleja e inquietante naturaleza construida, unida a una falta de autenticidad, no solo en todo aquello que los rodea, sino en sus propias subjetividades. Mi planteamiento consiste en analizar la consciencia de ser persona a través de una(s) identidad(es) protésica(s) que experimentan estos protagonistas. A partir del estudio de la evolución manifestada por los personajes de Swift en cuanto a su manera de entender y abordar la construcción de la identidad, propongo algunas conclusiones acerca del concepto de identidad protésica. Asimismo, sostengo que la línea divisoria entre un yo de la modernidad y uno postmoderno que buena parte de la crítica se esfuerza en delimitar resulta más porosa y menos infranqueable a medida que la postmodernidad adquiere madurez. Conclusión y coda En este apartado final extraigo conclusiones acerca del discurso vertebrador de este estudio en torno a una realidad protésica, construida -en sentido material y, sobre todo, simbólico- por el propio ser humano. También explico que, desde el advenimiento de la modernidad y, en especial, de los tiempos postindustriales y cibernéticos entretejidos con la postmodernidad, nuestra condición protésica ha adquirido tal complejidad que ha dado entrada al discurso de lo trans- y posthumano, estrechamente entroncado con la definición antropológica del cíborg, híbrido biotecnológico en que nos hemos convertido. Ubicados en este escenario, exploro el universo posthumano contemporáneo a partir de otras tres obras de Graham Swift -Out of This World (1988), Tomorrow (2007) y "The Watch" (1982)- donde hallamos personajes que se acomodan literalmente a la categoría mestiza del cíborg, dada su vinculación con la biotecnología en un sentido material. Tal condición los aproxima a la definición que Sigmund Freud propusiera del ser humano como dios protésico. No obstante, esta carrera tecnoprotésica hacia lo posthumano no solo relata una historia de progreso evolutivo hacia un perfeccionamiento y bienestar ilimitados, principio inscrito en el proyecto Ilustrado de la modernidad. También prefigura un futuro postorgánico e hiperreal que lleva inscrita la (con)fusión de los límites entre lo humano y aquello que un día creímos tener claro que no lo era. Tal reescritura del cuerpo y del yo constituye una promesa de perfectibilidad -incluso de inmortalidad-, si bien también agrava el sentimiento de insatisfacción, incompletitud y añoranza experimentado por el individuo contemporáneo, debido al desplazamiento de esa esencialidad orgánica que nunca deja de intuir como fuente de lo original, auténtico y, en consecuencia, real.