Del combate a la dictadura a la preservación de la democracia. Movimiento sindical y políticas de concertación social. Los casos de chile y españa (1975-1994)

  1. Araya Gómez, Rodrigo
Dirigée par:
  1. Carme Molinero Ruiz Directeur/trice

Université de défendre: Universitat Autònoma de Barcelona

Fecha de defensa: 19 juin 2012

Jury:
  1. Pere Ysàs President
  2. José María Marín Arce Secrétaire
  3. María Rosaria Stabili Rapporteur

Type: Thèses

Teseo: 326352 DIALNET lock_openDDD editor

Résumé

Este trabajo estudia desde una perspectiva comparada la relación entre el movimiento sindical y las políticas de pactos sociales en un contexto de procesos de transición a la democracia y afianzamiento de aquélla, en dos casos paradigmáticos, en cuanto a transiciones desde regímenes dictatoriales a democráticos, Chile y España. Estos periodos poseen una gran complejidad, porque se encuentran insertos en un proceso de crisis y transformaciones económicas derivadas de la aplicación de políticas económicas neoliberales, de especial dureza en el caso chileno, por haber sido aplicadas en un contexto de un régimen autoritario y con un coste social, que recayó en la mayoría de la población, habiéndose consolidado este modelo en el primer gobierno democrático. Mientras que en el caso español, las políticas de ajuste se aplicaron bajo un régimen democrático y fueron apoyadas por un gobierno legitimado en las urnas. Además, los procesos de transición en los casos señalados poseen un alto grado de incertidumbre e inestabilidad política debido a la correlación de fuerzas existentes, existiendo reservas respecto a la actuación de los poderes fácticos como las FF.AA. y el empresariado. En ambos casos, las fuerzas políticas buscaron acordar políticas de consenso que ayudasen a la consolidación de las instituciones democráticas y asegurar la paz social, evitando la proliferación de huelgas y conflictos sociales en general, de manera de hacer irreversible el proceso de democratización Así, en la tarea de asegurar la democracia, el movimiento sindical tuvo gran relevancia, debido a su importancia como actor social, por lo que se unió a los esfuerzos de los partidos para luchar por la consolidación y estabilidad del joven sistema democrático, hecho que significó su disposición favorable a participar en las políticas de concertación social, que en el caso español buscaron asegurar la viabilidad del proceso de transición y resolver de forma consensuada la crisis económica mientras que en el caso chileno, los sindicatos apoyaron la política de pactos sociales para respaldar los esfuerzos de gobernabilidad del joven gobierno democrático. En este sentido, el proceso de transición español operó como un modelo de práctica política para los sectores dirigentes y los líderes sindicales chilenos de comienzos de la transición, puesto que la transición española presentaba una imagen de proceso exitoso de cambio político de tipo pacífico y con una amplia legitimidad social. De este modo, los actores políticos y sociales chilenos tomaron aspectos del proceso español para intentar replicarlo en el país, ignorando las diferencias y los aspectos más complejos de la transición española, incluyendo la valoración negativa de la política de concertación social por parte de los sindicatos hispanos. Así, los intentos de concertación social en Chile no tuvieron los resultados esperados. En efecto, existía una desfavorable correlación de fuerzas, el sindicalismo había perdido fuerza interna a raíz de las políticas económicas de la dictadura, el predominio de la lógica política transicional implicó la postergación de muchas demandas sociales y la aceptación paulatina de los aspectos centrales del modelo neoliberal por parte de la clase política vinculada a la coalición gobernante significó la legitimación de aquel. Este hecho significó a la vez, la pérdida de confianzas entre el sindicalismo agrupado en torno a la CUT y el gobierno de la Concertación, junto a una crisis de la central sindical. Ello fue debido porque el liderazgo sindical intentó conciliar los intereses propios del sindicalismo con los objetivos políticos de la transición, obteniendo un resultado, que en el fondo no resolvió los problemas del movimiento y menos los de los trabajadores, que tenían puestas sus esperanzas de mejora social con la llegada de la democracia en Chile.