Análisis de los resultados de los programas de mediación en el ámbito de la justicia penal juvenil catalana

Resumen

La mediación es un proceso que se compone de cuatro estructuras fundamentales: una tercera persona que, con visión holística, ejerce de pasarela y es independiente e imparcial, de tal modo que ha de ser percibida como tal por las partes participantes en el proceso de mediación. No disponible de poder alguno sobre el conflicto en cuestión, ni del poder del juez para imponer sentencias, así como tampoco de la capacidad de decisión que le confiere al especialista su conocimiento diagnosticador. Actúa entre las partes a modo de catalizador, este es, que por su sóla presencia provoca una transformación real de la cual no es ni iniciador ni motor, el mediador debe estimular la libertad de las partes para actuar en su conflicto. La función final de la mediación no es otra que la de restablecer una comunicación inexistente o deteriorada. El mediador no es un solucionador ingenioso de situaciones a las que los contrayentes no pueden hallar salida por su falta de genialidad, sino un atento gestor respetuoso con la dinámica interna del conflicto y de su transformación. A través de la metodología expost-facto abordamos nuestro problema de investigación, valorando la eficacia de los diferentes programas de mediación desarrollados en el ámbito penal juvenil catalán, los cuales se erigen en una iniciativa educativa preventiva que minimiza el conflicto socio personal y la reincidencia.